Paletería Artik

Caminando una tarde por el Parque México me llamaron para ir hacia Álvaro Obregó y tomé una ecobici de la estación que está afuera de la Biblioteca y doblé en Parras y me llamó la atención la tiendita con letrero de Paletería Artik, y es que desde lejos parece una tiendita, pero fijándote bien te das cuenta que los artículos de tienda son «extras» porque lo que más ocupa y más importancia adquiere es la paletería.
Se me antojaron tanto que hice una pausa en el camino, que por cierto era muy caluroso, para entrar y descubrir los sabores de frutas naturales. Hay paletas picositas de chile con frutas y las tradicionales de agua o de leche. Esa vez probé la de Horchata y quedé maravillado porque además de delicioso sabor a agua de horchata con un toque bastante marcado de canela, fue muy refrescante.
Desde ese día recomiendo esta paletería a todo el que veo con antojo de algo frío, pero no empalagoso. Ya probé la de sandía con chile, mango con chile y la de guanábana al natural (mi favorita). Las paletas cuestan entre 17 y 20 pesos y hay paletas mini en 5 pesos para que no te quedes con el antojo de probar de otro sabor.
Un punto importante en el que yo no había reparado es que la última vez que fui vi que estaba un carrito con la marca de las paletas estacionado afuera del local y ahí descubrí que este carrito se va paseando por el parque ofreciendo las paletas. Así que en una de esas no tienes ni que ir al local para probarlas, sólo recuerda el nombre y si estás paseando a tu perro en el Parque México y ves uno de los tantos carritos de paletas que se pasean en las tardes, acuérdate de Artik y pruébalas. Son una maravilla.

La paleta de coco me hace agua la boca. Sobre todo en verano. Puedes sentir los pedacitos de coco. Y no sólo he probado ese sabor. También la de chamoy y la de mango. Son paletas naturales, famosas en la Condesa. Un amigo, Diego, es fan de la paleta de guanábana le gusta morderla, escupir las semillas y patearlas, como un niño que ya no es.
Están ubicadas en la calle Parras. A cruzando desde algún lugar del parque México. Es un pequeño local que también vende algunos dulces, papitas, refrescos, galletas y hasta gelatinas. Tienen una gelatina de chocolate, que la prepara alguien más y se las lleva a vender que también es buena. Yo disfruto las gelatinas de leche y las que venden aquí me ha parecido buenas.
Tienen dos presentaciones para las paletas. Unas mini que te acabas en una mordida o dos, o ideal para niños chiquitos. Y las paletas de hielo de tamaño regular. Cuestan entre 17 o 20 pesos y también tienes sabores mezclados con leche.

Esta tiendita de bajo perfil se volverá una de tus favoritas cuando descubras las riquísimas paletas picositas que ahí venden.
Se encuentra cerca del parque México, así que haz una pausa en tu caminata porque por sólo 16 pesos podrás disfrutar de paletas de mango, sandía, limón, mandarina y hasta toronja, todas ellas naturales y enchiladas.
También venden otras que no pican y unas más preparadas con leche (probar la de fresas con crema).
Además, si tienes un antojito extra, hay mini paletas de cinco pesos.
Mi favorita es la de pepino con chile, o la de guanábana normal.