Plaza de la Santa Veracruz

Esta plaza serena, que salva a los paseantes de la insolación y el bullicio en medio día de verano, es uno de los muy contados espacios –no recuerdo otro, de hecho– donde se aprecian frente a frente los portales de dos templos coloniales, el de San Juan de Dios –que fue iglesia del Hospital del mismo nombre y más tarde Hospital de la Mujer – , y el de la Santa Veracruz, donde fue sepultado ni más ni menos que el más célebre escultor de la Colonia: Manuel Tolsá.
Además, la plaza abarca las fachadas de dos museos extraordinarios tanto por su acervo como por la arquitectura de sus edificios: el Nacional de la Estampa y el Franz Mayer. Se trata de una joya histórica con inigualable ubicación y tres fuentes de cantera (una de mayor dimensión al centro), hundida con respecto al nivel de la Avenida Hidalgo y de la Alameda Central, que se encuentra enfrente. Una belleza.

Esta pequeña plaza está a la vista de todos pero, también, aislada. A pesar de estar separada de la Alameda Centra sólo por la Avenida Hidalgo, parece pasar inadvertida para todos los marchantes lo cual le otorga cierto aire fantasmal, aunque el sol siempre la ilumine. Y es que a pesar de estar rodeada por dos bellas iglesias –la de San Juan de Dios y el templo de la Santa Veracruz-​, y dos museos –el de la Estampa y el Franz Mayer-​, el lugar casi siempre está desierto. Sólo los vagabundos parecen permanecer aquí por más de diez minutos.
Tres fuentes de agua refrescan el aire. Al fondo, hay una escultura de Benjamín Carrión, un escritor, ecuatoriano y comunista, que fungió como embajador en México durante los años 30 y que destacó por su apoyo incondicional a la cultura y las artes. Además de eso, no hay mucho más que ver en este sitio, pero se agradecen estos paréntesis de calma en los días locos del centro.

Sobre la avenida Hidalgo, está esta pequeña, apacible y soleada plazoleta. Allí encontrarás el museo de la estampa con talleres divertidos que hacer. Mientras el ya famoso museo de Franz Mayer. Y, de ambos extremos dos templos: San juan de Dios y La santa Veracruz.
Sentarse en sus bancas mientras tomas un helado, o prefieres esperar a la novia allí es como muy romántico.
Además la fuente que hay en medio hace más refrescante este espacio. Por otro lado, la han adornado con una figura de bronce que es un hombre que te invita a jugar ajedrez y una frase del escritor y embajador ecuatoriano Benjamín Carrión.
El mensaje que expone con letras plateadas es: «Seamos una potencia de cultura, porque para eso nos autoriza y alienta nuestra historia».