Tacos El Chino

No son los mejores tacos que he comido, pero cuando ya no hay otra opción, por lógica, son mejor que nada!

Es mi taquería callejera de confianza. Al que vamos después de un viaje, o de esas veces que llegas hambriento y con ganas de comer tacos sin tener que ir lejos ni pagar muy caro. Pidan una quesadilla, es la mejor. Yo me quedo con los de pastor, pero mi esposo se anima siempre con los de suadero y tripa, dice que son buenísimos. Agrégale un Boing de mango y ya tienes la combinación ganadora.

Este changarro es la única luz en una esquina oscura y abandonada. De lejos no se antoja, pues parece que viola todas las reglas de la higiene. La primera impresión no se olvida, pero se supera rápido con una orden de cinco tacos de pastor.
El trompo está cuidadosamente fogueado, se nota en los trozos fileteados de carne suave con corteza doradita. Se agradece que la carne no pasa por la plancha, así se mantiene jugosa. Extrañé las tortillas frescas, aún así es un taco fácil de disfrutar. La salsa verde luce inofensiva pero le arruinará el taco a quien no aprecia el «pica rico». Cuando vayas no te acompañes de comensales que sólo gozan en restaurantes con mesero y menú –a menos de que tengan firme voluntad para iniciarse en el noble deporte de la degustación extrema-.