Bueno, ¿qué se puede decir de una tortillería? Y sin embargo es útil señalarla, porque en lo personal son incontables las veces en que he requerido una tortillería cercana al lugar en donde me encuentro. No hay como comer con tortillas calientes y recién hechas, y no verse obligado a comprarlas empaquetadas en la primera tienda que se vea; así es que en esta tortillería se consiguen aquéllas, y en rara ocasión he tenido que hacer una fila acaso de diez minutos: casi nunca se acumula la clientela. Pienso que la masa que utilizan no es de la famosa Maseca puesto que las tortillas no son blancas y no se quiebran al recalentarlas. Hasta donde se puede saber en alguien que despacha tortillas, el muchacho que atiende es amable, y el servicio es rápido. No es que sea un desconfiado compulsivo, pero me consta que la báscula no está alterada, pues yo mismo he verificado el peso de las tortillas.