Este lugar tiene una de las vistas más privilegiadas de toda la ciudad. La Plaza Benito Juárez conecta a la basílica de los remedios con las calles aledañas. En el centro hay un kiosko pintoresco, alrededor un mercado de artesanías y fondas, bares y negocios de comida. Hay una plaza amplia con balaustradas blancas que sirve de mirador, aunque la vista desde ahí es interrumpida por dos árboles que deberían de cortar. Se baja por unas escaleras a otra pequeña plaza, parte del mismo conjunto, donde en medio hay una fuente y está rodeada por árboles de capulín, de esos que tienen vainas rojas. Al cruzar la calle se llega a un campo de futbol, es de tierra y a pesar de que queda varios metros más abajo que el kiosco o la fuente, es donde mejor se aprecia la vista panorámica de la Ciudad de México. Desde ahí, en un día despejado, se puede ver desde la torre latinoamericana hasta la torre Mayor, pasando por los nuevos edificios de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Reforma 222, Torre Pemex, Los hoteles y edificios de Polanco y Chapultepec. Más allá aparece la torre Arcos Bosques, Santa Fe y todos los complejos de Interlomas. En ningún otro lugar se aprecia el completo skyline de esta megalópolis como en este mirador.