Chocolates La Soledad

Cada viaje a Oaxaca es obligatoria una visita a esta tienda, para llenar los inventarios de chocolate, para esos antojos de tardes lluviosas o noches frías en las que una taza de chocolate caliente es urgente.
Tienen una gran variedad de estilos de chocolate, así que seguro encuentras la que te guste.
Puedes llevar tabletas o puedes comprarlo preparado y disfrutarlo de una vez.
La atención es bastante regular tirando a mala, pero es chocolate, lo vale.

Su chocopombo es más rico que el chocomilk. Esta tienda es experta en chocolate oaxaqueño, es la competencia directa de Mayordono y poco a poco se va colocando en la preferencia de los oaxaqueños. Aquí también encontraras molidos donde las señoras llevan el arroz, el chocolate, los frijoles y el maíz para hacer sus productos. Si pasas caminando y empiezas a toser y te pica la garganta es porque están moliendo chile, así que ten cuidado, porque se siente feo. Es algo característico de los molinos.
También encuentras productos como mole rojo o negro por lo general, estos te los venden en pasta y por kilo para que tu solo lo disuelvas en caldo de pollo o agua, y ya tengas el mole hecho en casa. Muchos turistas llevan así un poco de la gastronomía de Oaxaca. Y no falta que también le quieran meter mezcal y chapulines, pero como dicen zapatero a su zapato, lo suyo son los chocolates y los moles.

Una tienda bastante barroca diría yo. Mucho garigol en sus muebles y en sus paredes. Uno entra a un lugar sobre cargado para la vista, a mi me produce risa y alegría.
A mi parecer esta casa chocolatera es la segunda de mayor prestigio y tamaño en el estado. La variedad de productos que maneja es extensa y muy completa para quienes gustan de la cocina tradicional oaxaqueña de los valles.
La atención es realmente buena porque aún cuando en tempera alta podrían como muertos o navidad, el lugar es muy concurrido siempre tiene disposición de ayudarte, recomendarte y agilizar el proceso de compra y pago. Esas sutilezas se valoran cuando tú tampoco cuentas con mucho tiempo y pasas como quien dijera, de carrerista por un cuarto de mole que te faltó para terminar los tamales de «todos-​santos»
Los precios son muy justos y accesibles.

Desde que entras es un deleite visual y para el olfato. Con esos dos sentidos bien activados puedes despertar el del gusto, sólo imaginando el sabor.
Lo primero que se puede ver en la entrada son las cremas de mezcal, muy ricas cuando se preparan bien, con jugo o hasta leche dependiendo del sabor que compres. La amabilidad del personal no se hace esperar: «Puede preguntar por lo que guste, joven», me dicen siempre que voy.
Hay estantes repletos de variedad de chocolates y mole. Aunque a mí siempre me gusta probar el que se hace de una forma más tradicional, con las manos dando forma a las tablillas de chocolate, sin cajas ni conservadores, he de reconocer que La Soledad tiene buen toque. Si te gusta el chocolate seguro sabrás elegir bien el de tu agrado, si no te consideras un buen conocedor de este producto hecho a base de cacao, o del mole, el personal también te puede guiar, ellos te explican más a detalle sobre los ingredientes y el modo de preparación de los productos ofrecidos.
Me gusta el Chocomilk, pero aquí hay una excelente alternativa, hecha en Oaxaca y muy sabrosa, es chocolate en polvo que más o menos va por la misma onda que el Pancho Pantera, en La Soledad el producto equivalente se llama Choco Pombo y me ando convirtiendo en un adepto más.
Date la vuelta por Chocolate La Soledad, seguro te dan a probar algunos de sus productos y seguro también sales con alguno entre tus manos, no te podrás resistir.

Existe una marca oaxaqueña de chocolates que siempre consumo con mi familia, por esta ocasión prefiero omitir su nombre pues lo que me lleva a esta reseña es un caso especial de chocolatería también oaxaqueña.
Son una chica que me gusta variar y conocer nuevos orlores, colores y sabores para poder decidir entre lo que sí y no me gusta teniendo una variedad de opciones, por ello llegué a Chocolates la Soledad.
Cuentan con diferentes estilos de chocolate, el almendrado, el relleno, el tradicional, así como diferentes variedades de mole. Lo que me agradó de este sitio es que desde que ingresas al local te dan pruebas de os diferentes sabores que manejan para que puedas decidir cual llevarte. Yo por supuesto me decidí por el almendrado y aunque no soy amante de los chocolates me gusta degustarlos de vez en cuando.