Ferretería Don Pedro

Cuando viví en San Miguel de Allende, me di cuenta de que hay negocios muy populares entre los sanmiguelenses, y lo que te recomienda una persona, te lo recomienda otra, son negocios muy tradicionales y queridos por la gente. Uno de esos negocios tradicionales, es la Ferretería Don Pedro.
Cada que hacía un comentario sobre necesitar algo de alguna ferretería, rápidamente me decían ve a la de Don Pedro, o no hay otra más que la de Don Pedro, o comentarios como, la de Don Pedro es la más surtida.
Termine visitando y comprando en la popular ferretería, que para empezar, me dio tanto gusto que tuviera un lugar para estacionar el coche, porque en esta ciudad es algo que pocos negocios tienen.
Hay tantos productos para el hogar, que no puedes más que pasar un buen rato viendo las novedades y deseando tener mucho dinero para hacer una remodelación total de tu casa.
Tienen un sistema muy práctico de compra, por lo que la atención es rápida y amable.

Soy multifacética. Así como me encanta ir a Lumen y pasar horas viendo los interminables chunchitos de cada uno de los infinitos pasillos, o a una mercería a elegir listones y botones cursis para hacer «manualidades» (¡como odio ese termino!), también me vuelven loca las ferreterías bien surtidas; puedo pasar mucho tiempo viendo los cajoncitos y las vitrinas, imaginando para qué sirven las maquinas gigantes o los diminutos chícharos con orificios de todo tipo. Me veo en el techo de mi casa reparando algo con mis herramientas nuevas y me emociono.
Don Pedro es el paraíso del «handiman». Es una ferretería muy completa y limpia. Comúnmente cuando salgo de a una ferretería, me siento polvorienta e incluso un poco grasosa después de ver tana cosa apilada sin cuidado; aquí todo está muy limpio y bien exhibido.
Tienen cosas de primera calidad y las personas que atienden tienen toda la disposición para ayudarte a conseguir lo que necesitas. Es importante mencionar que a pesar de que me gusta la talacha no soy muy ducha en ello. Se muy bien lo que necesito, pero no exactamente como se llama así que mis platicas en lugares como estos van por el tenor de: «señor, busco un algo que sea chiquito y filoso, en triangulo y que me ayude a hacer un tipo agujero cuadrado en un escritorio de madera»… lo sé… soy la pesadilla de cualquier dependiente… Pero en Don Pedro me atienden y me entienden, y siempre salgo con lo que necesito o si no lo tienen me dicen dónde puedo encontrarlo.
El lugar tiene años en el pueblo y, gracias a la atención y surtido, ha ido creciendo hasta convertirse en lo que es hoy. Otro de los locales propios de San Miguel que es necesario seguir apoyando.
P.D. Tienen una variedad de calentadores increíble. Te todo tipo y tamaño.

Cuando vives en una casa, los desperfectos son una de las únicas constantes, pues siempre hay algo que arreglar. Que si se fundieron los focos, se hicieron viejos los empaques, las llaves ya no funcionan… la lista es interminable. En estas ocasiones es necesario tener una tienda a la que puedas acudir para resolver de golpe y porrazo todas tus broncas y eso es exactamente lo que esta ferretería provee.
Aquí encontrarás desde tornillos y tuercas, pasando por semillas y herramientas para el jardín, hasta asadores (Weber, buenísimos) y estufas de inducción. Todo lo que necesitas para reparar o remodelar tu casa. Un gran plus es que los chavos que atienden saben su negocio, por lo que te pueden asesorar cuando no sabes exactamente qué es lo que necesitas. Los precios son un poquito más elevados que en otras ferreterías, pero la atención y conveniencia de encontrar todo en un solo lugar hace que valga la pena.