El lugar está padre, tiene unas ventanotas que hacen que entre mucho aire por lo que en tiempos de frío no está tan padre. Algunos días la cerveza está a $ 13 y hay un futbolito(dos pesos por cinco pelotitas) es adictivo. La comida en general es mala, las alitas son muy chiquitas y medio recocidas nos tocaron, pero la pizza es impresionante lo mala que es, el queso del más barato y sabe a pura masa, me comí dos pedazos y ya no pude más. Solo por los precios de la cerveza se salva este lugar.