Este bar/restaurante familiar lleva en el pueblo desde hace más de 10 años. Antes estaba en otra ubicación pero han crecido un poquito y consiguieron cambiar a un local un poquito más grande. El dueño es un poco estúpido, en general pero la comida está muy buena y siempre hay algo diferente para comer. Todos los días hacen menú diario por alrededor de 9 euros con tres platos, bebida y postre y los fines de semana siempre tienen platos un poco más trabajados. Sus postres son siempre caseros y siempre está lleno. Si vas con un grupo grande, más de 6 personas es mejor avisar porque es un local pequeño y se llena enseguida. A casi todo el mundo le gusta por la relación calidad precio. Ha participado este año en la ruta de la tapa de Albatera, como todos los demás años y la verdad es que ha hecho unas tapas riquísimas, un rollo de solomillo con bacon y queso y una tortilla con pimiento verde y queso. Todo riquísimo.