Nos ha sorprendido mucho este sitio. Desde fuera no parece nada muy interesante pero luego entras y encuentras un restaurante con bastante encanto. Nos encanta tomar la sidra con algo de picoteo, especialmente las croquetas de cabrales y las tortillas. Nunca hemos probado la fabada pero las verdinas no nos gustaron mucho, no tenían mucho sabor. Los precios me parecen razonables y el servicio siempre muy correcto. Seguiremos repitiendo seguro!
Bea P.
Rating des Ortes: 3 San Sebastián de los Reyes, Madrid
Hacia mucho tiempo que no nos acercábamos a picar algo. Y ayer fue el día. Sidra cortina, en el cual, lo sirvió mi chico ya que normalmente nadie lo sirve y con los«cachirulus«que les ponen a la boquilla de la sidra el sabor no es el mismo. Debería haber una persona que lo vaya sirviendo. El sitio es amplio y tienen mesas dentro de barriles, curioso. Y otras normales. Tienen menú entre semana. Ayer fuimos en plan de picar. Pedimos una sidriña y con ellos nos dieron unas tostaditas con queso de cabrales. Pedimos patatas al cabrales, tabla de quesos, croquetas al cabrales y arroz con leche. El arroz con leche esta rico ya que queman el azúcar y cuando lo comes lo partes y el conjuntos esta bueno. Y al terminar unos chupitos de miel y de crema de orujo.
Juan D.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Una nueva oferta que se agradece en un centro mayoritariamente ocupado por hamburgueserías, woks y similares. Han puesto un, cómo lo diría, chigre asturiano con decoración eclécticamente«moderna». Hay tres enormes barriles en los que pueden cenar al menos 8 personas en cada uno sentados en bancos alrededor de una mesa central; hay otras mesas pensadas para grupos de 2, 4 o 6 personas y además tiene terraza. En la carta encuentras fabada –con su compango– verdinas, parrochas, callos asturianos, calamares, croquetas etc. Tienen menú del día con varios primeros y segundos fijos aunque cada día laborable cambian uno de los segundos. Además se puede ir de tapeo porque tienen pinchos y cazuelitas de los platos principales. De lo que he probado me inclino por sus ricas croquetas de cabrales nueces y pasas, por su sabroso pollo al ajillo y por su salpicón de rape con no recuerdo qué, riquísimo. Las botellas de sidra natural las sirven con un «tapón» especial para escanciarla y los culines que sirven en barra siempre van acompañados de un buen aperitivo. Como curiosidad, aparte de la sidra y los vinos, tienen cerveza Cruzcampo Gran Reserva que no tiene NADA que ver con los botijos corrientes de Cruzcampo. La tienen en botellas de ¾ de litro. En definitiva, un sitio muy interesante. Por decir un defecto, diría a la dirección que la barra se queda sin espacio para las piernas por los cascos de botella que han puesto de adorno.