Este bar nunca decepciona. Tienen una gran variedad de tapas gallegas, yo recomiendo especialmente el raxo con patata o el champiñon relleno, y por supuesto cualquier tipo de pescado o marisco. El local no es especialmente grande pero tiene varias mesas en la terraza exterior, donde siempre es agradable sentarse. La única pega es que hay que ir temprano porque enseguida se llena y es difícil encontrar sitio!