Abadengo

La tortilla de patatas está buena, llegamos aquí porque los demás sitios siendo domingo por la mañana estaban cerrados. Nada especial pero cumple su cometido y agradecimos que nos sirvieran los cafés mientras esperábamos a que el monasterio de las Huelgas abriese sus puertas porque ¡menudo frío hacía! Caras raras y extrañadas al pedir leche sin lactosa o de otra cosa que no sea vaca.

He estado en esta cafetería restaurante tomando un desayuno mientras hacía tiempo para que abrieran el Monasterio de las Huelgas.
El restaurante por lo «moderno» que es destaca bastante en el entorno de las Huelgas, … todo son casas de dinteles de piedra y de repente aparece el Abadengo con sus ventanales y cristaleras.
La decoración es «moderna» según gustos, a mi me pareció un local limpio (quizá un poco estridente en cuanto a colores). Aunque estuve desayunando estuve cotilleando un salón alargado en el que tenían montada una mesa larguísima para una comida (la tenían puesta bonita).
Nos atendió una mujer, y creo que la otra persona que estaba con ella era o su marido o su pareja. Me gustó el detalle de aun habiendo pedido un desayuno completo pusieran la pequeña pasta de acompañamiento.
Al salir me di cuenta que ademas de cafetería y restaurante vendían pan, así que compramos una barra para las tostadas del día siguiente.

Este restaurante no debería estar en Unilocal.Te recomiendo que vayas a cualquier otro por el centro. Caro y malo. Todo en la terraza tiene un suplemento por plato… Además la terraza estaba llena de moscas. Una se metió en la bebida y por lo menos nos ofrecieron una nueva… Muy flojo.

Desayunamos en este local de grandes cristaleras y decorado en gama blanco-​negro-​rosa fucsia con superficies brillantes.
Nos atendieron bien y el café estaba muy rico, igual que la tostada con tomate que me pedí, si bien es cierto que el tomate en cuestión me supo un poco a salsa, pero me lo comí porque me encanta el tomate y más me encanta desayunar.
Una cosa que me gustó de este sitio fue su wi-​fi sin necesidad de contraseña ¡qué gusto no tener que preguntarla con cara de «siento molestar pero…» y qué gusto no tener que teclear un código eterno en el que es probable confundirte, más si no llevas las gafas puestas como suele ser mi caso!
Bien, limpio, amplio y luminoso. Si estás por aquí es recomendable. Desconozco, eso sí, su menu para almuerzos y cenas, por lo que no me pronuncio.

A ver, el Menú …muy pobre; la Degustación …se pasa. Lo demás, todo bien. Una cosa, si pone Salmorejo y lo pido, no me vale el hoy no; o lo quitas o lo dices antes. Lo aprobamos por el entorno.