Casa Frasco

Cómo buena amante de la carne a la brasa siempre estoy al acecho de nuevos lugares dónde distrutarla y este bar es uno de mis imprescindibles para sorprender a mis amigos y familia o para recomendar a todo mi entorno.
Para empezar Casa Frasco está situada en un sitio de fácil aparcamiento y una vez que llegas puedes escoger si sentarte en su salón interior o en su patio, ambos sitios, por cierto, bastante amplios. En mi caso prefiero sentarme en el patio para así oler el aroma de la carne a la brasa.
Una vez que te sientas, te atienden bastante rápido incluso cuando está lleno. Aún siendo un negocio familiar cuentan con bastantes camareros para abastecer a todos los comensales y suelen estar muy bien organizados.
En cuanto a su carta, es bastante amplia. Disponen tanto de una gran variedad de pescados cómo de carnes tanto en tapas, medias cómo en raciones. Todo acompañado de patatas fritas caseras. Algo cada vez más difícil de ver.
Mi recomendación principal son la presa ibérica y la hamburguesa de buey, ambas de campeonato. Luego el solomillo al whisky, las croquetas y los chocos fritos, merecen la pena probarlos. Todo ésto acompañado de una glaciar (un tercio de cerveza en una jarra helada) al sol. Poco más se puede pedir y más si va acompañada de calidad y buen precio. Por una media de 7 – 8 euros puedes ponerte hasta arriba, e incluyo a personas que suelen ser difíciles de saciar.