Sólo he conseguido visitarlo un viernes por la tarde: en esa hora tonta donde quedan pocos oficinistas tomando las cañas del viernes y los parroquianos del fin de semana aún no han hecho su aparición. El caso es que el ambiente es distendido, agradable, e invita a la charla incluso ente desconocidos. Tanto, que sé de gente que recuerda grandes fiestas en un local como éste que, no sólo es pequeño, sino que podría pasar por uno más de la zona. No lo es, desde luego.
Antonio J L.
Rating des Ortes: 4 Granada
Este pequeño local siempre esta lleno, sea entre semana, sea fin de semana, sea cuando sea! Lo bueno es que cuando quieres llegar a la barra para pedir algo nunca tienes problemas, en parte por que todo el mundo suele apartarse para que llegues bien y en parte por que Miguel, el camarero y dueño, en cuanto te vea dirigiéndote a la barra, aunque estés a mitad de camino, ya te ira preguntando ¿Que te pongo? Eso si, como Miguel te coja por banda de allí no sales, por que es uno de esos camareros que hablan por los codos y encima es super agradable. Un bar digno de visitar y donde tomar algo siempre es un placer.
Alfredo P.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Pequeño y acogedor local con sabor propio. Entre semana suele ser frecuentado por oficinistas jóvenes de la zona, pero los fines de semana no es difícil verlo repleto de moteros, con sus respectivas ‘harleys’ aparcadas en la puerta. Tanto el dueño como el camarero son muy agradables y gustan de charlar con los clientes, si bien detestan el jaleo y los grupos demasiado ruidosos. El horario de cierre puede extenderse un par de horas si el local está lo suficientemente lleno. La música está compuesta por ‘hits’ de los 80 y los 90, y los fumadores disponen de una escalera elevada integrada en el bar, de modo que pueden sacarse la consumición sin tener la sensación de estar bebiendo en plena calle.