Bar Jamón

Bueno, pues… Aquí tienes unos cubos de cerveza que están muy bien y gran variedad de raciones. Hay ofertillas interesantes en plan cubo de 5 botellines y una ración de patatas u otras cosillas. Por tanto, batalleo al canto!!!
El bar es estrechito y alargado. Hay poco espacio, pero tiene una terracita que está muy bien situada, aunque es bastante pequeña, así que suerte para pillar sitio.
Precios normales, diferentes tipos de raciones (eso sí, de las típicas, típicas. No busques alta cocina, ni innovación culinaria), buena ubicación, terracita… Es un lugar apto para el domingueo, tarde veraniega y lo que se tercie.
Para mí no es un sitio para ir todos los días, pero… De vez en cuando, no está nada mal. A mí me recuerda grandes momentos, por lo que le tengo estima…
Y, no se me puede olvidar… Un detalle muy feo: no ponen aperitivo.

Lo calificaría como un lugar de batalla. Con cubos de botellines y raciones a buen precio.
Para ir a comer y beber sin gastarte demasiado. El bar se ve que lleva allí toda la vida, y las personas que lo llevan también.
Me llamaba mucho la atención su entrada, que es bonita, de bar tradicional madrileño, por dentro deja mas que desear, hay poco hueco y la decoración… ¿que decoración?.
Con la caña no te ponen aperitivo, lo cual para mi pierde bastante. Pero lo dicho, es barato y si vas con gente y encuentras sitio, se puede cenar relativamente bien y barato.

No tiene mucho misterio ni glamour, pero oye, son de esos bares en los que se «está bien» y más en Lavapiés. Y no por el local en sí, que es más o menos como cualquier bar de barrio, si no por las «ofertas» que tiene.
No es muy grande, pero el sábado vi mucha afluencia de gente en este bar. El grupo en el que estaba yo rondaban las 12 – 13 personas, se juntaron las mesas y ronda de cubos y raciones como para una boda. De hecho aquí tienen el «ofertón» de 5 botellines más ración 7 euros… Y cerveza Estrella Damm (en peores plazas hemos toreao), con raciones para elegir unas cuantas cosas; huevos rotos, patatas ali-​oli, alitas, calamares, croquetas (caseras). No son muy grandes, pero tampoco escasas. Además en su carta y por la pared anuncian bocatas a 3 euros.
El bar, como se ha reseñado anteriormente, no ofrece nada nuevo, sino precios razonables para la zona. Está bien para llenar el estómago ántes de arrancar la noche y encima estás a tiro piedra de los bares para fiestear.

Bar Jamón es un buen lugar para comer bocadillos a buen precio, ya sea para llevar o para comer ahí. Este establecimiento se encuentra en la calle Lavapiés a pocos metros de la plaza y a un lado de el bar El Chiscón.
El lugar es pequeño, una barra y unas cuantas mesas en la parte de arriba, abajo sólo los servicios.
El local no tiene ningún atractivo en especial y tampoco la carta, un poco de lo mismo, raciones, montados y bocadillos. Lo que diferencia a este lugar del resto de bares que sirven prácticamente lo mismo, es el precio. Raciones que normalmente cuestan 15 euros como la de queso, jamón o calamares cuestan menos de 10. Los montados no pasan de 2 euros y los bocadillos –de buen tamaño-​, como el de tortilla, jamón, bacon, lomo o pepito de ternera, cuestan menos de 4 euros.
El lugar no ofrece nada nuevo, sólo precios razonables. Es un lugar ideal para cenar antes de empezar la noche o si se esta en alguno de los bares cercanos como El Juglar o El Chiscón y uno quiere comer algo rápido para regresar a la fiesta.