L lsola Bella

La verdad es que debería estar muy agradecido a L’Isola Bella, y también a otros establecimientos del tipo que pueblan Malasaña. Al fin y al cabo, y teniendo en cuenta que en esta ciudad es imposible comer a partir de cierta hora de la noche, sus tentempiés nocturnos me libran de males mayores cuando vuelvo de echarme unos bailes.
¿A qué me refiero? A que las pizzas y el tipo de comida que sirven aquí, con un altísimo contenido en hidratos y todo tipo de grasas, me permite irme a la cama y recuperar la decencia con relativa normalidad a la mañana siguiente, sin importar cuántos gintonics hayan caído. Es por eso que, si de camino a casa me entra la gusa, siempre paro en uno de estos sitios: para hacer menos horrible el día después.
Puede que no sea la pizza más exquisita de todo Madrid, pero al menos está abierto hasta altas horas de la madrugada y no tiene unos precios abusivos, que es algo también a tener en cuenta…

Un lugar al que probablemente no hubiese entrado yo sola, me llevaron y la verdad es que es un gran descubrimiento.
Al ser un sitio pequeñito te haces espacio en una de las mesas haces tu pedido en la barra y a esperar, puedes pedir pizzas completas o trozos. La verdad es que están muy buenas, masa finita, hechas al momento y nada aceitosas.
También las puedes pedir a domicilio o para comer por la calle. Totalmente recomendable por su calidad y su precio.

Vas por Malasaña después de unas copas y te da hambre, ¿qué te queda abierto? un par de chinos a los que seguir comprando cerveza y patatas o comprar un trozo de pizza calentito en aquella tiendecita que sigue en pie.
¡Sorpresa! ¡si lo cutre está buenísimo! en serio, la pizza está muy buena, de masa fina, nada aceitosa, te la sirven calentita… y, sobre todo, barata.
¡Yo vuelvo seguro!

Salí de ver una obra de teatro independiente en Malasaña y fuimos directos a L’isola Bella a picar algo. Desde las pizzas a las empanadas, pasando por los calzone… todo estaba recién hecho.
Pedimos unas porciones que comimos en el mismo local, pequeño pero acogedor (es una suerte si encuentras sitio, suele haber gente casi siempre). Todo se puede pedir para llevar y lo mejor es que todo está delicioso y la relación calidad/​precio es inigualable.
Una de mis acompañantes aquel día es siciliana. De hecho, fue ella la que quiso que fuéramos allí, supongo que sabía muy bien lo que sea hacía. Este pequeño despacho de productos italianos para llevar conquistó mi corazón. ¡Muy recomendable!

Es difícil encontrar una buena pizza de verdad, pero mas difícil es encontrar tu pizza favorita. Yo la encontré aquí, eso si, para llevar a casa, porque el local es muy pequeño. Recomiendo solo las pizzas enteras, q son de masa fina y con buenos ingreientes. Las porciones son otra historia, masa gorda y no muy especiales.Barato.

No podía faltar mi comentario de este sitio.
Aunque no es el único de la cadena, que yo conozca tienen 2 mas, uno en la plaza San Ildefonso y otra en San Onofre (este es solo de porciones creo)
Lo mejor, relación calidad/​precio, siendo muy elevada la calidad, semanalmente visito este sitio, muy agradable el trato y rápido.
Una gran variedad de pizzas como productos de corte italiano, como stromboli, pasta, arancini…, postres como el postre del padrino (barquillo relleno de requesón dulce y chocolate), tiramisu… variedad de productos!
Pizza con abundantes ingredientes y la masa justa (esto me gusta ya que no quiero excesiva masa, pero tampoco me gustan las súper finas), ah! y ves como la hacen por la ventanita: P.
Las pizzas las puedo calificar de las mejores de la zona, suelo pedir siempre la Diavola muy picante :), he probado muchas mas, pero esta es mi preferida.
El precio medio de las pizzas completas es de 8 euros, no esta mal no?
También tienen zona para comer allí.
Tienen servicio a domicilio por un pedido de 10 euros mínimo (algo razonable).

Da igual que ya haya cenado. Da igual que aquí vuelva a cenarme (un stromboli o un calzone). Da igual. Siempre va a haber sitio para un canolo. Lo llaman el postre de El Padrino (¡no la he visto!) y supongo que sale en la película. La verdad, no me extraña, yo también le dedicaría una trilogía a este postre. Y en 3D. Para quien no lo conozca, es como un barquillo de chocolate, relleno de requesón de cabra y es lo más dulce que he probado en años. Y si alguien se pregunta por qué hablo tan bien de él es porque quiero ser su amigo y no separarme de él jamás.

Aunque suelo ir más a la de la Plaza de San Ildefonso, a ésta también entro de vez en cuando porque su reclamo es irresistible. Sobre todo si vuelves del parque, es tarde y no tienes cena ni ganas de cocinar.
la diferencia con la de San Ildefonso es que ésta es más grande y hay más espacio para comer dentro. La otra es: corte y a la calle.
Soy clienta de ellos desde que abrieron y si hay algo que puedo destacar de las dos, es lo amables que son y el buen rollo que tienen. Aunque he de reconocer que los primeros chicos que estaban en San Ildefonso eran todavía más enrollados.
Pizzas, arrancinos y pasta para llevar es lo que más me gusta. Y, ¡ah!, el otro día probé el rollo de pollo relleno y tampoco estaba mal.

Por el precio que tienen no me esperaba su calidad y variedad. Entre por casualidad y por comer algo, no me suele gustar entrar en sitios supuestamente italianos por que la mayoría me decepciona, pero este no lo hizo.
Es comida italiana de verdad, y muy rica. Ademas que te cobren por una calzone solo 3,50 es una delicia.
La diavola esta muy rica, pues tiene un chorizo picante de verdad, y si lo pides te echan aceite picante (solo para adictos al picante como yo)
También os aconsejo la napoli, con tomate anchoas y ajo. Eso si, para tomarla en casa, nada de salir después apestando a ajo.