Por Una Cabeza

Si no te gusta la carne yo te recomendaría ir dándote la vuelta, lo suyo es que aquí vengas a comer carnaza.
Era un uruguayo que tras una reforma y cambio de nombre (Colonia del Sacramento) está especializado en comida platense.
Llegué pronto a la cita que tenía y me dio tiempo a tomarme unas dobles (cañón a.k.a cerveza en vaso de sidra) las cuales venían acompañadas de tapitas, pedí que no me pusieran más porque iba a cenar. Juraría que el cañón costaba 2 €, estupendo, y me las estuve tomando en la barra del bar el cual está perfectamente acondicionado para ver partidos de fútbol, lo que hace que sea un sitio estupendo para tomar cañas con amigos también, vaya.
Pasamos a cenar a la terraza la cual es monísima, también disponen de un salón cerrado que puedes ver a través de una cristalera.
La terraza pese a estar bastante cubierta por enredaderas cuenta como terraza y se puede fumar.
Pedimos para compartir un Braserito Delicias que tare así un surtidito de entrantes, provoleta, chorizo, morcilla, chistorra… todo lo que probé estaba bueno. Con chimichurri acompañando.
De plato principal yo pedí vacío pues hace años que me enamoré locamente de este corte en Valsaín, Segovia. Estaba buenísimo, pero para los que seáis de guarnición os aviso que no tienen, a mí no me importaba pero finalmente compartimos unas patatas.
También comentar que la hamburguesa venía sin pan. Que os gusta mucho el hidrato, ya lo sé.
El punto final maravilloso lo puso un cóctel invitación de la casa de cava y fresas que nos cautivó a todos. Y echándole morro conseguimos una segunda ronda.
Nos pusimos hasta arriba (sólo dos no nos llevamos gran parte del principal para casa), todo bien regadito y rico rico pos menos de 30 € por persona, que no se puede hacer todos los días pero para una ocasión como esta que lo merecía es altamente recomendable. La terracita como para impresionar también lo veo.
Mención aparte la compañía TOP.

Estoy un poco entre las tres y las cuatro estrellas para este sitio. Pero como tiene una terraza cubierta ABSOLUTAMENTE MARAVILLOSA, se lleva las cuatro, porque es la típica cosa difícil de encontrar en Madrid. Como si de un patio se tratara, la terraza está cubierta con una enrededadera gigantesca, que la verdad es que le aporta un toque de lo más fresquito.
Resulta que lo que antes era una parrilla uruguaya, ahora se ha convertido en un bar deportivo… y parrilla argentino-​uruguaya (más lo primero que lo segundo). Así que, para quienes quieran ver fútbol, está la zona del bar. Para quienes prefieran cenar, la zona del restaurante y la terraza, alejada de todo tipo de ruidos y retransmisiones deportivas.
Nosotros empezamos con una parrilla de entrantes, con un provolone delicioso, salchicha, chorizo criollo, mollejas… Todo muy rico, la verdad. De segundo yo me decanté por una buenísima entraña, mis acompañantes por vacío y hamburguesa. Ojo, que la hamburguesa es al plato, aunque si quieres te la ponen entre dos panes.
Mi carne estaba tierna, y bastante buena. Cuando terminamos no pedimos postre porque muchos estábamos rellenos, pero nos trajeron unos refrescantes digestivos a base de cava y fresas. ¡Riquísimos! Estaban tan buenos que preguntamos cuánto costaban para pedir una segunda ronda, ¡y nos la trajeron gratis!
Y añadiré más: estaban tan buenos que incluso ideamos un sistema con pajitas para intentar alcanzar el de la chica de la mesa de al lado, que lo tenía muerto de risa. No lo llevamos a la práctica, por motivos obvios de no quebrantar las normas sociales más básicas, pero la idea la tuvimos (y la discutimos largamente).