Amitabha

Una más de Málaga. Hoy os contaré cosillas sobre un chiringuito muy especial, con un ambientazo tremendo. Se encuentra en la playa de Sacaba, os podéis imaginar el porqué del nombre de la playa.
Es un local enorme, tiene un salón interior, una terraza exterior dividida en dos partes, una techada y otra en el mismo arenal de la playa. Un detalle a tener muy en cuenta, es que hay actuaciones en directo. Así, que tras comer, te puedes tomar algo mientras escuchas música.
En cuanto a la comida, pedimos todo raciones al centro. El guión fue el siguiente: Cuatro espetos (como es lógico), seguimos con unos calamares excepcionalmente bien hechos, fritura del campo, mejillones al vapor (lo que menos me llamó la atención), pulpo frito, fabuloso, terminando con unos boquerones al limón. Todo estaba magnífico. El precio y el servicio más que correcto.
Amitabha es un restaurante al que volvería a ir sin lugar a dudas. Aunque como mi curiosidad es insaciable, quizás antes me recorrería todo el paseo marítimo de Málaga desde Sacaba al Palo, probando antes todos los chiringuitos.
Buon Appetito.

Agradable, a pie de playa, calidad y música en vivo los fines de semana… ¿Qué más se le puede pedir a un chiringuito?
Te atienden muy rápido y de forma muy amable, casi hay excesivos camareros la verdad.
La comida en general de gran calidad, los espetitos, las puntitas… Hasta las croquetas para los niños están estupendas.
El precio. Pues más que justo para lo que ofrecen…
Un sitio para recomendar a los amigos

Buen pescado y muy buen servicio en la playa de la Misericordia. Es un chiringuito con la típica comida de playa, aunque su nombre budista descoloque. Muy ricos los espetos de sardina, el pulpo, la jibia y los boquerones al limón.
Me gusta este sitio porque tiene mesas a pie de playa y mesas dentro, más formales, bien vestidas y servidas, así que mucho mejor que los chiringuitos cutres de bañador.
El precio, ni muy caro ni muy barato: unos 20 euros por persona, a no ser que se pida algún pescado salvaje del día, entonces sube la cuenta, aunque también la experiencia, claro.
Ideal entre semana y fuera de temporada. En verano hay que reservar y está abarrotado, como cualquier sitio en Málaga.