El Castillo

El peor servicio que he tenido en mi vida. Tuvimos algunos contratiempos y llegamos tarde a Santillana del Mar así que entramos aquí que fue el primer sitio que vimos y que tenía buenas reseñas y un menú a 15 € bastante apetitoso. Está en plena Plaza Mayor pero teniendo en cuenta que todo Santillana es monumental y está lleno de restaurantes no pensamos que se fuera a notar. Esperamos dentro a que nos atendiera pero el chico no se dirigía a nosotros. Finalmente nos sentó en una mesa y tardó 15 minutos en ofrecernos la carta y el menú. El menú es muy variado y tiene varias opciones bastante suculentas de segundo (lechón, entrecot, chuletitas de cordero, pescado…) El agua entra en el precio pero no el vino, la cerveza o los refrescos que valen 2 € más. Yo tomé de primero un surtido tipo entrantes de boda con jamón ahumado, chorizo, lomo, morcilla de arroz, croquetas, gambas fritas (una) y rabas. Las frituras hiper aceitosas y el jamón insípido. Nos derramaron el vino al echarlo y nos soltaron los platos como quién da de comer a los cerdos, sin hablarnos ni sonreirnos ni nada, pasaban por el lado y te lo tiraban de mala gana. Mi pareja tomó una ensalada de queso de cabra cuyo queso estaba bastante rico. Ambos optamos por el lechón asado que estaba de muerte y es lo que le ha permitido conservar dos estrellas. Totalmente en su punto, se deshacía en la boca y se separaba perfectamente del hueso. Por cierto que también nos quitaron los platos de mala manera. De postre tomé tarta de queso que estaba aceptable y mi novio una tarta de «chocolate» que era la tarta de toda la vida de los cumpleaños de galleta y flan con sirope por encima. La comida no estaba tan mala pero el servicio fue desagradable a más no poder. Mira que a mí no me gustan nada los camareros que te cuentan su vida pero que menos que te miren a la cara al servirte y te pregunten qué tal. Por la zona hay miles de sitios más baratos que seguro que la comida está más buena y te atienden como si fueras una persona.

Este sitio tiene el defecto típico de los lugares hiper turísticos: mal servicio, desigualdad en la calidad de los platos y la sensación de ser tratado como ganado. He de reconocer que el lechón al horno estaba muy bueno, pero a la mayoría de los camareros les cuesta sonreir y te tiran las cosas a la mesa como si fueras una atracción trucada de feria. Un señor, que parecía el dueño, me derramó vino al servírmelo con demasiado ímpetu y, para limpiarlo, pasó su mano por la mesa. Había una gamba tan frita que estaba oscurísima y con la piel pegada. No regresaré.

Santillana del mar, un soir de novembre, c’est un peu — non disons le franchement, c’est TRES proche du village fantôme ! A la recherché d’un bon restau, nous n’avons eu que peu de choix: El castillo ou le restau du parador voisin. L’ambiance chaleureuse devinée derrière les fenêtre du Castillo nous a décidé à entrer… pour notre plus grand bonheur ! Ici pas d’attrape touriste, au contraire. On est aux petits soins et on vous sert des produits de première fraîcheur !
Nous avons testé et approuvé à 100%: le jamon de bellota coupé au couteau (le must du must, un goût de noisette, une texture fondante, délicieux!), les rabas de calamar, hyper frais, frits sans être trop gras, et enfin la planche de dégustation de fromages de Cantabrie (yummy!) et d’anchois (spécialité du coin, succulents!).
Le serveur s’est trompé sur un des plats commandés donc il s’est fait pardonné en nous faisant une réduction sur le prix des calamars: un geste très apprécié !
On a papoté avec le patron pendant la soirée, bien rigolé, le tout dans une ambiance vraiment décontractée. Un bon moment !

El Castillo is located in the heart of Santillana del Mar and just a few doors down from the Parador Gil Blas. The restaurant can be broken up into 3 parts. First there’s the barrel tables outside for the smokers and locals only conversation. Just inside is the Bar for drinks and tapas and beyond that is a sit-​down dining area.
El Castillo is refreshingly unpretentious and even a bit charming blunt service-​wise at times. The food was also very good, was served generously, and was a very good value for the money. Gayle and I had the «Menu de Dia» for 14 Euros, which got us 2 Courses, Dessert, Bread and a Bottle of Wine to Share. The Stew and Roasted Lamb were particularly tasty.