Blanca Paloma

Conocer la Blanca Paloma ha supuesto un antes y un después en mi vida…
Conocía este restaurante por recomendación de mis cuñados («tienes que ir porque está genial», «reserva antes porque se peta» etc…)
Se me ocurrió ir y ver si era verdad todo lo que decían… Como sabía que la zona para aparcar, eso y que no tenía un buen día y me despisté muchísimo, aparqué en república argentina, y andandito para allá con mi novia.
Al llegar, como era de esperar, estaba lleno hasta las trancas…
Pregunté por una mesa (donde sólo ponen medias raciones y raciones) y tenía que esperar bastante puesto acababa de empezar el segundo turno de cenas, por lo que decidí aventurarme e intentar conquistar un espacio en la barra.
Una vez encontramos nuestro hueco, una copa de vino blanco semi, y a pedir:
Probé las hamburguesas de gambas al aljillo, una auténtica maravilla. Qué cosa más buena, más sabrosa, ¡¡¡increíble!!!
Después recomendado pedimos una tapa de ensaladilla, que estaba muy buen apero tampoco era una cosa para tirar cohetes, y por último canelones de ibéricos con salsa roque, que también estaba buenísimo.
Es cierto que el trato de los camareros no fue muy allá, y que tuvo que reclamar dos veces la ensaladilla y canelones, y que tuve que repetir 3 o 4 veces «una cocacola light por favor», porque se le iba la cabeza, pero bueno, la comida merece la pena y seguro que es las mesas no tiene nada que ver con fuera en la barra, a donde iré en breve a probar las cositas ricas :)

En varias ocasiones he hecho referencia a diferentes bares y restaurantes de la zona de Triana en la que podemos ir a disfrutar de una gran gastronomia. Pues bien, en esta ocasion quisiera hacer referencia al Bar Blanca Paloma, situado en la calle San Jacinto, en donde podremos disfrutar y deleitarnos con sus platos bien presentados y de una calidad buena. Los precios no son baratos pero una vez que pruebas sus productos y observas la calidad de los mismos no te importa haber pagado un poco mas que en otros sitios. El personal correcto y amable en todo momento desmostrando su profesionalidad. El local suele esta bastante concurrido sobre todo los fines de semana por lo que aconsejaria ir temprano. Lo recomiendo.

Bar situado en la céntrica calle San Jacinto en Triana, en el que recomiendo ir si se quiere disfrutar de unos buenos platos. Sus precios son normales dependiendo lo que pidas.
He ido solo una vez y pienso volver, sus platos riquísimos y de buena calidad.
Al entrar encuentras una barra abarrotada de gente donde se agolpan con sus cervecitas y tapas charlando. Tienen sus mesas en una zona aparte de la barra en el interior, con un servicio de camareros que te atienden y aconsejan muy bien.
Pude probar diferentes platos y con ninguno puedo tener queja alguna, las pavías de bacalao estaban muy ricas, al igual que el lomo bajo de ternera de Ávila, los boquerones fritos o el solomillo ibérico con jamón. Las carnes en su punto y muy tiernas.
Los postres fueron tarta de naranja y almendra, tarta de queso, crepes relleno de helado de vainilla y baño de chocolate y hojaldre de nata. Absolutamente todos estaban deliciosos, la vainilla del crepes me encanto.
La calle en la que se encuentra te da muchas mas posibilidades a la hora de tomar una copa o tapear en varios sitios, al ser un lugar de referencia para estas cosas y con un ambiente de gente agradable, en el que es un gustazo pasear con la familia y parar a tomar algo.
No podría destacar un plato, ya que pretendo volver para poder hacerlo. Lo que si puedo es resaltar la atención de los camareros y la amabilidad en todo momento.
La zona en complicada para aparcar, mejor darse un paseo!

Authentic tapas. This is where the locals go during the lunch rush. Excellent spot to grab a drink and a few plates at the bar. Just be prepared for a crowd. We had the medalliones de beuy which I would highly recommend and the heuvos rellenos which came heavy with garlic (not a bad thing just worth noting).

A tapas bar that locals frequent. Food was delicious and cheap with good portion sizes. It was really busy and packed so remember to be proactive and go up to the bar to order.

El local está siempre lleno, con razón. El personal muy atento y la calidad de la comida es muy alta, el precio no tanto, aunque no es un lugar barato. Como ejemplo hoy hemos comido dos personas un arroz buenísimo y caballa, agua y cerveza, piña y tarta de naranja con almendras y 2 cafés por unos 40 €.
Mi plato favorito es la ensalada templada de espinacas con gulas, hoy no ha podido ser, no obstante siempre tienen cosas fuera de carta muy buenas, productos de temporada.
Me gustaría leer la opinión de algún Somelier sobre este restaurante, personalmente soy de gustos muy sencillos.
Hoy no hay fotos, iba tan desmayado que cuando iba a hacerlas los platos ya estaban vacíos.
En fin, siempre que puedo vuelvo.

Las mejores tapas tradicionales de triana una carta bien hecha para triana precio-​calidad lo mejor de la zona y el servicio siempre muy atento.

Os recomiendo este restaurante por su gran relación calidad-​precio, así como por su ambiente familiar e informal. Es un sitio para ir habitualmente.
Nosotros pedimos raciones y medias raciones para compartir. Probamos las papas aliñás, las alcachofas salteadas con jamón, el flamenquín y los medallones de buey para empezar. Por cierto, no penséis que los medallones es un solomillo de buey fileteado. Son mini hamburguesitas. Están muy ricas pero lo digo para que no os decepcionéis. Todo estaba muy bueno.
Las papas aliñás con melva le hacen la competencia las de la Bodeguita Casablanca aunque las del Casablanca siempre serán mis favoritas.
De carne también tomamos el solomillo de cerdo a la pimienta. La carne estaba jugosa pero a la salsa le faltaba un punto más fuerte a pimienta para mi gusto. El plato de carne que más nos gustó fue el lomo de ternera de Ávila. La textura, el punto y la calidad de la carne eran sobresalientes.
Ahora lo más destacado a mi parecer fue el pescado. Pedimos una ración de bacalao a la parrilla y una ración de corvina y para mí fue lo mejor de toda la comida. El pescado estaba fresquísimo y hecho a la perfección. El acompañamiento era sencillo: patatas a lo pobre y habitas baby. Os recomiendo que siempre que vayáis a la Blanca Paloma preguntéis qué tienen de pescado y si hay algo fuera de carta.
Y no se me pueden olvidar los postres. La leche frita casi me hace llorar. Estaba recién hecha y su sabor me transportó a la infancia. ¡Para repetir! Y a los amantes de la nata les gustará mucho la milhoja casera.
Fuimos 7 adultos y un niño y nos gastamos unos 200 € en total. No está nada mal teniendo en cuenta que no nos privamos de nada. En cuanto a bebidas todos tomamos aperitivo (manzanilla, refrescos, etc). También tomamos una botella de vino, cervezas y agua. Es un sitio ideal para ir en grupo con amigos o en familia.

La verdad que no lo conocía y me ha encantado. Está en el corazón de Triana y es dificil coger sitio. En el salón no se pueden pedir tapas, las tapas son en la barra o en las mesas que hay cercanas a la barra.
La verdad es que yo recomiendo venir a este sitio a tapear ya que hay una gran variedad y están todas muy buenas. Calidad precio está muy bien. El servicio es de categoría, son muy amables. Nos atendieron genial. Volveré seguro, eso si más temprano para coger sitio.

Sin lugar a duda INANARABLE. .tienes la venir y comprobarlo. … buenísimo todo y la atención exquisita

Me ha sorprendido mucho ver tan pocos comentarios en este local, y sobre todo tan antiguos… Sobre todo por lo que yo considero que este bar, un muy buen bar de la zona de Triana, zona fetiche del tapeo sevillano.
Por cercanía con la zona en la que me muevo suelo acudir bastante a este sitio, la mayoría de veces para una tapa o una cerveza rápida pero también alguna que otra vez para sentarme en el salón interior y comer como Dios manda, un salón que forma parte del local desde hacer poco cuando se anexionaron el negocio de al lado e hicieron una ampliación.
Creo que la Blanca Paloma tiene una buena reputación en Triana. Se trata un bar que habitualmente está lleno pero en el que hay mucho movimiento por lo que tampoco es excesivamente complicado conseguir una mesa si se tiene paciencia. Lo normal de todas maneras es comer unas tapitas en la barra mientras pasas un buen rato en compañía. El ambiente del local representa la esencia de los bares de este barrio, y la carta aún guardando la tradición ha conseguido incorporar ciertos tintes que le dan un aire vanguardista.
Es complicado destacar una tapa en concreto pero los fritos están muy buenos, el bacalao en todas sus variedades también y soy muy fan de la hamburguesita de chocos, una delicia aunque a veces la pongan con demasiado aceite. La cerveza bien tirada y tienen muchos vinos tanto por copa como por botella.
La relación calidad vs precio no está mal. Lo habitual en este tipo de bares. Una cosa que mucha gente aprecia es que es cierto que viene mucha gente de fuera a probar las tapas de este bar pero también mantiene su clientela de toda la vida lo que hace que sea un mix irresistible. No sé si es el mejor bar de Triana pero os aseguro que para unas tapas es una muy buena opción.

Nous avons mangé dans la partie restaurant, située a l’arrière. La nourriture est très bonne et le service attentionné. Le vin local est très bon.
Seul bémol, la climatisation trop forte, un peu gênante.
Le quartier est très sympa, très animé

A sweet little spot, frequented by locals. Very good tapas at a very good price.

We ended up renting an apartment overlooking the river in Triana and discovered this little gem. Excellent service from staff simple yet well cooked food. Great value for money compared to tourist traps in centre of Seville.

El Blanca Paloma ha estado desde que yo era «shiquetita» en la esquina de Pagés del Corro con San Jacinto. Anda que no me he tomado yo ahí tapitas con mis papis… Eran otros tiempos en los que una familia, con un solo miembro trabajando, podía permitirse el lujo de salir de tapas con frecuencia y niños incluidos.
Hace un par de años abrieron un nuevo local casi enfrente, en la calle San Jacinto, ya tipo restaurante. Aunque yo aún no he ido tengo muy buenas referencias de comidas de Navidad (si tienes que organizar la tuya, no te duermas, que estamos a un mesecito y poco…) y otros eventos que se han celebrado allí. Eso sí ¡reserva!
En este bar está todo bueno, así que ¿qué te recomiendo yo? Pues no sé…, el huevo a la bechamel, las croquetas, o el guiso del día…
¡Que te aprovechen! Y ve preparado para encontrar gente, mucha gente…

Es un sitio encantador… a diferencia de su primo el de la esquina (Blanca Paloma C/​Pagés del Corro esquina San Jacinto) que es un estrés de bar, este Blanca Paloma, es un gustazo. Te tratan estupendamente en el más amplio sentido de la palabra. No importa el aspecto que puedas llevar (te tratan como si tuvieras dinero) pero luego pagas en función a lo que hayas bebido y comido coherentemente (calidad-​precio correcto). Decir que no es un sitio barato, pero que tampoco es excesivamente caro.
Para degustar sus platos puedes, sentarte en la barra, en una mesita dentro o fuera (yo no recomiendo fuera porque estás al lado de la carretera y te tragas el humo de los tubos de escape de los coches), pero eso al gusto de cada uno. Si pretendes una cena más formal o romántica, en las plantas superiores tiene un comedor a la medida.
Hablando de la comida, no me decanto por nada, la verdad es que todo está bueno y bien presentado. Los camarer@s son sobrios pero agradables y si te ven la copa vacía rápidamente te preguntan si deseas que te la rellenen. No te ponen toda la comida a la vez, si no que están pendientes de tu mesa para ir sacando poco a poco los platos y que no queden fríos los platos.
Merece la pena ir.

Cuando conocí este bar, era muy pequeña. Estaba situado en la calle San jacinto con Ruiseñor, y era un bar pequeñito, de una sola planta, con un aspecto normal y con muy buenas tapas pero que siempre siempre estaba lleno. Siempre me llevaban mis padres cuando queríamos irnos a tomarnos algo por el barrio.
Un dia, uno de los camareros nos informó que iban a cerrar ese pequeño local, porque iban a hacer reformas, y que mientras tanto, iban a quedarse en el bar que había en la esquina de San Jacinto con Pagés del Corro. Al final, decidieron quedarse allí como bar de tapas, y el antiguo ya reformado, lo utilizaron de restaurante, aunque actualmente también ponen tapas.
Anda, ¡acabo de dar una lección de historia y sin darme cuenta! Ahora toca gastronomía. A mi me encantan las tapas de este bar, será por que llevo toda la vida frecuentándolo, o porque realmente lo valen (yo creo que un poco de los dos). Cada vez que voy pido Berenjenas rellenas de gambas o bocadito de mejillón, nunca falla!
Además, los camareros llevan desde siempre trabajando allí, y saben el trato que tienen que darle a los clientes, un trato estupendo, por supuesto.

Buen tapeo en los dos locales a destacar las carrilleras y la brocheta de mero

Tapas exquisitas y muy buen ambiente. Los camareros son amables y el bar está en pleno centro de Triana. Sí que hay que ir temprano para almorzar y cenar porque se llena muy pronto. Para mí es el bar de tapas donde he probado los mejores calamares. Cita ineludible con mi madre cada vez que vuelvo a Sevilla.

Buen tapeo en el corazon del barrio de triana. Muy buen ambiente, para la tertulia con los amigos. Algo pequeño, y se llena de humo muy rapido.