Lo de Magnum Club es algo que me resulta mucho más que sorprendente. Hace ya uno o dos meses estuve allí con unos amigos, ya que la mayoría de nuestro círculo viven en la zona y tanto nosotros como padres de algunos se acercaban a esta terraza en más de una ocasión a tomarse una copa tranquilamente. Pues bien, al llegar, no había nadie en la terraza ya que eran cerca de las 2 de la mañana, tomamos asiento y, tras esperar unos minutos sin ser atendidos, nos acercamos a la barra para pedir. Ni un buenas noches como respuesta a nuestro saludo salió de la boca de la camarera de la barra. Pedimos las copas, nos sentamos y para nuestra sorpresa, las dejaron encima de la barra hasta que nosotros las recogimos, que ya digo yo, que para los 8 € que te cobran por cada copa de marca estándar y que el local estaba vacío, podían haberlas traído a la mesa, pero en fin. A pesar de ello, se estaba muy bien en la terraza así que no le dimos más vueltas al tema. La cosa es que poco después de 10 minutos se nos acerca el otro camarero que aquella noche tenía turno en el local a ‘avisarnos’ de que en 10 minutos cerraban y que lo único que podía hacer era darnos unos vasos de plástico para que nos las lleváramos. Nos negamos a irnos argumentando que hacía a penas un cuarto de hora su compañera nos había servido las copas sin avisarnos del horario de cierre. Este señor, muy comprensivo después de haber dudado de nuestra palabra, nos dijo que en ese caso irían recogiendo y nos darían una media hora más. Efectivamente, poco más de media hora pasó hasta que se acercó a decirnos que nos teníamos que ir y a ofrecernos unos vasos de plástico. Fue en este momento en el que decidí poner una hoja de reclamaciones, en primer lugar por al poca educación de la camarera que ni dio unas simples buenas noches ni nos contestó ninguna de las veces que le dimos las gracias por su servicio y en segundo lugar porque me estaban echando del local ofreciéndome seis tristes vasos de plástico. El camarero entró en el local y tras quince minutos salió diciendo que no tenía hoja de reclamaciones, la gota que colmó el vaso. Entré a preguntar cuándo podría hablar con el encargado y a pedir el nombre aquella camarera, la cual se negó a dármelo. No contenta, salió a los cinco minutos a reprocharnos que nos hubiéramos quejado. Al día siguiente, poco más de las 10:00 de la mañana fui a hablar con el encargado para hacerle llegar nuestro descontento. Acaban de perder a 6 clientes. Bien, hace una semana decidí darle una segunda oportunidad a este sitio ya que unos amigos decían que la atención había mejorado. Y no, no lo ha hecho. Sirvieron la primera ronda en mesa y para la segunda tuvimos que ir a por cada consumición a la barra. Además estuvimos cerca de veinte minutos esperando la cuenta. Definitivamente, han perdido a unos cuantos clientes para siempre.
Carlos E.
Rating des Ortes: 1 Sevilla
No tengo palabras para describir cómo ha decaído éste sitio. Solíamos ir, mis amigos y yo, cuando era Bravo. Hacía bastante tiempo que no íbamos por allí(y eso que somos de la zona…) hasta que una buena noche, decidimos tomar unas copas y echar un rato agradable. Pues de agradable tuvo más bien poco… En primer lugar, estuvimos esperando a que nos atendieran en la terraza unos 10 minutos y nadie se preocupó ni siquiera de avisarnos de que la terraza era AUTOSERVICIO! Entramos y pedimos las copas en torno a la 1:50. Además del detalle de que no trabajan ni la mitad de las ginebras que tomamos normalmente, tuvimos que llevarnos las copas a la terraza nosotros mismos. La simpatía y profesionalidad del servicio brillaba por su ausencia, y ya no sólo la simpatía… Ni siquiera tuvieron la educación de responder a un «Muchas gracias». Y ahí no queda todo… A las 2:00(10 minutos después de pedir las copas) salieron a decirnos que teníamos que irnos porque iban a cerrar, que nos daban la posibilidad de coger vasos de plástico y llevarnos las copas. Obviamente, después de ese trato(y pagando unos 8 € por copa) nos decidimos a pedir el libro de reclamaciones. ¿Cuál fue nuestra sorpresa? Pues que no tenían hojas de reclamaciones. Pensamos en llamar a la Policía Local, pues es obligatorio que tengan dicho Libro, pero optamos por irnos y no volver. Nada recomendable. Por la zona hay bares de copas en los que sí agradecen que la clientela entre, como Premier(a escasos 200 metros) y otros muchos.
Juan Ignacio B.
Rating des Ortes: 4 Sevilla
Un lugar donde pasar un agradable rato en las tardes y muy bien ubicado, en pleno Nervión. De diseño vanguardista, en varios ambientes y con terraza. En música, tienen de Dj residente a un viejo conocido de los eventos Unilocal: Max Makay(Nacho) así que éxito asegurado. Como peculiaridad, tiene club de shisha(cachimba, narguila) con melazas muy variadas. Meriendas, sobremesas, lounge y copitas.