¡Es que me encanta! Lo visito siempre que vamos a Tarifa. Primero, porque con la cantidad de personas que se mueve por este sitio, es admirable cómo organizan las mesas y controlan a la gente. Segundo, porque atienden rápido y bien. Siempre de buen humor y con sonrisa. Y, por último y fundamentalmente, porque comes como un rey! Atún en manteca, ensalada de tomate, pescado, montaditos… La fritura está buenísima, fina, bien hecha. De precio, genial: comimos 11 personas y no llegamos a 10 € por cabeza. Y si, ya para rematar, tienes gente tocando la guitarra en el centro de la placita, o haciendo actuaciones, te puedes ir al cielo de cabeza. Interesante saber que no puedes juntar más de dos mesas. No es cuestión de espacio, sino de sus márgenes. Y yo iría de noche. Para comer hace mucho calor y las sombrillas hacen que el calor te obligue a pedir cervezas sin parar! :)