Restaurante pequeñito. Cuando nos sentamos a la mesa lo primero que vimos es que el mantel estaba sucio. Lo siguiente que veo es mi vaso lleno de dedos en la parte donde bebes. Pero lleno. Le pido que lo cambien. La primera tapa bien, cortesía de la casa, una tostita(pequeña) con mermelada de cebolla con canela, calabacín asado y queso. Pedimos de entrante tabla de patés y una ensalada de espinacas. Bajo las espinacas, una montaña de lechuga podrida. Se la aparto en un plato y le pido que se lo lleve. El plato principal secreto ibérico. Vino ya frío de la cocina. Y la guinda fue el postre. Casero, sólo tenían crêpes y otra cosa que no recuerdo. Pido crêpe, que todos sabemos que se hace en el momento, o así debe ser. Pues el camarero vuelve y me dice: «lo siento, se han agotado los crêpes» … Pero???¿?¿ Muy mal.