Baby Yogurt

Vaya, vaya, vaya… veo que en los antiguos comentarios nadie ha pensado en otra de las golosinas que venden aquí…
Resulta que tienen unos bollos, que te los rellenan con helado y sirope de lo que quieras. Para merendar están genial, a mi me encanta el contraste frío-​calor, ¡además son muy baratos!
Y no, no es algo nuevo de ahora, ya que yo solía ir cuando estaba estudiando en la autoescuela de al lado, y ya hace tranquilamente 5 años!
(Por cierto, para quien se pueda perder, está en la acera de en frente del kebab que hace esquina al lado de la salida del metro de Amistad por la calle Manuel Candela: P)

Simple, sour yogurt. This is the kind of place where you can actually find a somewhat healthy yogurt in Valencia. There are not many options for toppings or flavor, but the service and quality are fantastic.

Esta tienda siempre me trae grandes recuerdos. Estuve viviendo algunos años muy cerquita, justo cuando la abrieron, y desde la primera vez que fui me hice adicta.
Pasa bastante desapercibida en la avenida donde está ubicada porque es muy pequeñita, y más de una vez que he pasado despistada por delante he llegado a pensar que estaba cerrada, pero nada de eso, pues lleva vivita y coleando ya unos cuantos años.
En el interior solamente encontrarás un pequeño mostrador y detrás una enorme máquina de yogurt helado, de esas que abres un grifo mágico y empieza a salir helado sin compasión. Ya me gustaría tenerlo en mi cocina.
El mostrador está repleto de condimentos para el helado, en plan virutas de chocolate o de otros sabores, cóctel de frutas, frutos secos, Nutella… y un par de cacharros calientes con chocolate derretido, que una vez te lo ponen sobre el helado se va solidificando poco a poco y está buenísimo. Si te gustan los pelotazos de azúcar recomiendo pedirse el de chocolate blanco caliente, que no tiene desperdicio.
Muchas veces algún domingo después de alguna comida con amigos o familia nos hemos acercado a por una mega tarrina de yogurt helado para comer en casa. Tienen varios tamaños, tanto en las tarrinas individuales como en las familiares, por lo que puedes pedir dos litros del mismo sabor, o bien pillar recipientes más pequeños y variar un poco. Lo sirven en unas tarrinas especiales de corcho que mantienen muy bien el frío.
Todos los dependientes siempre tienen una sonrisa en la boca y son muy simpáticos y atentos, que no me extraña nada, porque con lo bueno que está el helado le alegran el día a una.

A mí los helados, normalmente, me dejan frío, vamos, que no me hacen mucha gracia, pero, tras conocer este local, he de escribir y escribo, sin miedo o temor a equivocarme, que tengo una excepción en su yogur helado. Pero no sólo en él sino en todas las cositas que le puedes poner por encima. En realidad es como un juego de combinaciones. Espero las vuestras y os escribiré las mías. Vosotros primero.
Una cosa. Fijaos bien porque si no pasaréis de largo por su puerta. De hecho, seguramente ya lo habéis hecho en alguna ocasión, tal y como le sucedió al que escribe hasta el día que a su cuello le dio por girarse en esa dirección.

Me encanta el yogur, en todas sus vertientes y estados. Soy muy «lechera» o sea que los lácteos y yo nos hemos llevado siempre fenomenal. Mi madre me decía que no tenía ningún problema conmigo para tomarme la leche cuando era pequeña, así estaba de hermosa…
Siempre digo que el yogur es uno de los alimentos que nunca deben faltar en mi nevera. Pues imagínate lo que es para mí Baby Yogurt, un paraíso de yogur helado.
A todo esto después tu tarrina te la puedes adornar con lo que más te apetezca, siropes, trocitos de nuez o almendra, crunchys, bueno bueno… que empiezo a babear el teclado. Mira, como la canción «so so so scandalous…».
Si tuviese más estrellas le pondría unas cuantas más, pero entre que no puedo y que no disponen de mucho lugar para consumir, es decir que es más bien de take away, se queda con estas magníficas 5 estrellitas para destacar entre sus amiguitos.

Conocí este sitio por casualidad, un día que paseaba por Manuel Candela, justo a la hora de merendar. Me llamó la atención esta pequeña yogurtería y pensé que no perdía nada por probar.
Es un local pequeñito donde no se puede consumir, sus productos son para llevar, y está indicado para aquellos amantes del dulce que, además de disfrutar de este placer, se preocupan por comer algo más sano que cualquier frivolidad, o para todo padre preocupado por la alimentación de su niño cuando éste se encapricha con comer un helado.
Aquí, a una base de yogurt del tamaño que escoges, le añades lo que tú prefieras. Puedes escoger entre frutas del bosque, fresas, chocolate, coco, mango, caramelo, y un largo y apetecible etcétera, y su precio es bastante razonable.