Bar Riera

La única pega es que abren en fechas señaladas (Navidad, fallas y pascua), no voy a quitarle ninguna estrella por eso porque para mi as´i son mas especiales.
Me entristece leer comentarios como «bar viejo o cutre»… el bar lo suelen pintar y arreglar para cada temporada, si que es verdad que esta como siempre pero no esta viejo, que es diferente.
Si bien una reforma haría que perdiera su encanto es un sitio que esta limpio y las buñueleras siempre pulcras, es mas te cocinan cara a la calle y puedes ver en todo momento lo aseado que esta todo.
Es un sito autentico, como sus buñuelos de calabaza.
De los buñuelos solo decir que son celestiales, los mejores buñuelos de calabaza que he comido nunca y que me da pena la gente que viene a Valencia y termina engañada con los de los puestos callejeros que no tienen ni el color anaranjado y se van creyendo que ha probado un buñuelo de calabaza valenciano.
Te los hacen al momento «nonstop», siempre hay cola por lo que el producto es recién hecho.
Suelo comprar para llevar pero el servicio aun desbordado en fallas es atento y amable.
UN DIEZ!

Si lo que quieres es comer los mejores buñuelos de Valencia, el bar Riera es tu lugar. Yo no soy muy conocedor de los mejores lugares para comer cosas de Valencia, pero como tengo en mi poder la mejor herramienta para conocerlos, pues me metí al buscador de Unilocal.Primero pregunté a los que conocían. Me dijeron que este local estaba entre el top5 de Valencia para mi propósito. Así que, en orden de fuera hacia dentro, cayó como primera parada de la RUTA DEL BUÑUELO.
Nada más entrar, te das cuenta de que el bar (para lo bueno y para lo malo) ha estado así durante muchos años, sin modificarse. Una gran barra de metal lo recorre y deja, detrás de ella, espacio para una gran puerta que da a la cocina buñolera. Al otro lado de la barra, una ristra de mesas (de las de centro social de la tercera edad donde se juega al dominó), llenas de tazas de chocolate, buñuelos, churros y comensales haciendo uso de ellos. Al fondo, una señora lleva el ritmo acompasado de la familia pelando y cortando calabazas para preparar los famosos buñuelos.
Un gran menú en una pared te indica los precios de las docenas de buñuelos, churros, medias docenas, etcétera. Fuera, un puesto callejero acoge las demandas de los viandantes que se agolpan para endulzar sus mañanas. Tienen cola la mayoría del tiempo.
Mientras esperábamos a los demás asistentes de la ruta, nos dieron buñuelos cual contrabando de drogas en el patio de un colegio (a través de la ventana y sin que nadie se entere).
Entramos y nos sentamos. El camarero muy atento, rápido, servicial y profesional. Nos pedimos una docena para poder probarlos (esperábamos a más Unilocalers). El buñuelo cremoso, rico, artesanal, y todos los adjetivos que le quieras poner. Los hacíà la misma familia que la señora que cortaba las calabazas al fondo. Ahora veíamos a dónde iban a parar sus cortes. Sabían a calabaza (que eso ya es decir en cuanto a buñuelos se refiere).
El precio más que ajustado y correcto. Muy diferente de las buñolerías callejeras. Sin duda, aunque ajustado con el Collado, los mejores buñuelos de Valencia.
Solamente abren desde navidad hasta semana santa, así que cuidadín con cuándo te presentas allí. No se te vaya a pasar por la cabeza un día de agosto a las 3 de la tarde.

El jurado decretó que sus buñuelos eran los mejores de Valencia (al menos de los tres sitios de los que probamos) y la verdad es que ricos estaban y mucho.
Parece uno de esos lugares en los que si no te suena, quizás te cueste entrar, más que nada, porque parece un barecillo de esos de toda la vida, que pasa muy desapercibido y que casi no se ha modernizado, pero ahí es donde radica principalmente su encanto, en la solera. Está hecho en forma de U y la barra está en el medio y en época de fallas, abren también una ventana a la calle para que puedas comprarlos para llevar. Si quieres ir a comer buñuelos un día de fiesta, tendrás que reservar porque me da a mí que pillar una mesa no debe ser tarea fácil.
No abre todo el año, únicamente durante la navidad y los meses de invierno hasta semana santa.
Los buñuelos estaban riquísimos, jugosos, crujientes, cada uno con su forma distinta y con un ligero sabor a calabaza que los hacía… ummmm…
El camarero que nos atendió me pareció un encanto, con sentido del humor y muy amable.
Sin duda, un gran descubrimiento.

Había oido hablar muchas veces de esta chocolatería como que era donde se encontraban los mejores buñuelos de calabaza de la ciudad pero nunca había ido porque no lo ubicaba bien. Pero gracias al evento Unilocal que montó Manolo L., en el que comimos y juzgamos buñuelos de 3 distintos sitios, por fin pude probarlos. Y la fama es bien merecida.
Abren pocos meses al año, creo entre Navidad y Fallas y luego Semana Santa, lo cual prueba que mal no les debe ir.
El local es más grande de lo que parece y una cosa que no sabía y que me sorprendió es que se puede reservar, lo cual recomiendo si quereis ir sobre seguro.

Venir a Fallas y no tomarse un chocolate caliente con buñuelos es PECADO. Vamos, directamente no mereces ni volver el año que viene. Y, créeme, querrás volver.
Un chocolate con buñuelos es el sucedáneo de un chocolate con churros de toda la vida pero eso no quita para que sea un desayuno igual de válido. Dicho esto, me juraron y perjuraron que en el Bar Riera se comían los mejores buñuelos con chocolate de toda Valencia (en plenas Fallas) y comprobado. ¡Alto y claro! Es más, lo curioso de este sitio es que sólo abre en Fallas y los fines de semana desde enero a abril. ¡Ojo porque tienen un horario riguroso! Sábados y Domingos de 9am a 13.30pm y de 17.30 a 21.00 pm.
No sólo el horario tan peculiar que tiene el negocio llama la atención. Se encuentra prácticamente enfrente de la estación del AVE Joaquín Sorolla, en los bajos de una finca de pisos casi derruida. Al entrar notas ese calor y ambiente de bar de barrio de antaño. Mesas de madera, camareros cercanos, se nota que es un negocio familiar claramente y que, efectivamente, abren poco al año. En la puerta de al lado a la entrada verás a la mujer que está preparando los buñuelos en directo. ¿Hay un marketing más efectivo que mostrar y embriagar a los turistas, visitantes y cualquier vecino que pase con el olor de tu producto estrella? Por cierto, mira si serán buenos los buñuelos que los entendidos en la materia afirman que la persona que sabe preparar los buñuelos sin una forma exacta redonda pero quedan enlazados mientras se fríen son los mejores y aquí sucede.

Los mejores buñuelos de Valencia. Así lo ha decretado el jurado de la Ruta del Buñuelo Unilocaler y me uno al veredicto. Sabrosos, poco aceitosos y rebonicos, tanto así que hasta parece que posan para las fotos.
El local es sencillo, tradicional. Hay unas pocas mesas que es mejor dejar pronto tras terminar de disfrutar de los buñuelos, que las miradas de los que están en cola esperando su turno para entrar y sentarse queman más que el aceite de freír. Recomendable reservar mesa con antelación, y mucha paciencia tanto para sentarse a comer, como para hacer la cola para llevar (ver fotos de las colas).
Los camareros aunque van a tope de faena, son siempre amables y rápidos atendiendo.
Aunque son un poquito más caros que los buñuelos de los puestos que invaden la ciudad durante Fallas, valen la pena la diferencia de precio y la cola que hay que hacer. Los probamos el año pasado para celebrar San Patricio por un santo muy especial ;-) y desde entonces no los cambiamos por ningún otro lugar. Cinco estrellas porque no se pueden poner más.

El Bar Riera es un sitio con galones, ya se han ganado su fama buñolera y ahora viven como reyes disfrutando de ofrecer los mejores buñuelos de Valencia (va en serio, lo constatamos en la #RutaDelBuñuelo). De hecho, su horario de apertura y días de fiesta son básicamente una locura porque a pesar de ser un bar normal, de barrio, no abre todos los días, ni siquiera todos los meses.
Situado en una casa apuntalada en mi opinión sigue abierto porque sus buñuelos son poco menos que una institución. De hecho, los venden directamente a la calle a través de una ventana del edificio. No se puede ser más de barrio.
El local es mas o menos grande y es un bar estándar, con su enorme barra y sus mesas sin ningún adorno. ¿Para qué? Hay sitios que necesitan un encanto y lo complementan con buena cocina y hay sitios que se ganaron su puesto y por muy mal que se vean desde fuera cualquier cambio sería a peor. El Bar Riera no va de gourment y trendy, es un bar auténtico y por eso vale tanto la pena ir.

Ayer, como estábamos de finde romántico, bajamos a por buñuelos para desayunar, ya que era el primer finde que abrían :D
Si lo ves sin más, pensarás… Menudo bareto, ¿no? Y si además eres del barrio y sabes que la finca está deshabitada y que el bar solo abre en febrero y marzo, volverás a pensar… Pues igual da un poco de cosita… ¿no?
¡PERO NO!
Cada vez que reabren, limpian y relimpian y pintan y repintan. Así que por la higiene ni te preocupes.
¿Y qué tiene este bar que tiene un color tan especial? ¡¡SUS BUÑUELOS DE CALABAZA ARTESANOS Y CASEROS!
Os puedo asegurar que son los mejores de toda Valencia. Y eso que mi padre hace, pero lo que es, es. Y estos, son los mejores :)
Te lo puedes tomar allí con un chocolatito o llevártelo (que es lo que hace la mayoría de la gente, formando esas super colas que se forman).
No les daré las 5 estrellas, porque no me gusta que solo abran esa pequeñísima temporada y porque sí que es verdad que el bar está viejete… jeje.
Pero está genial ver cómo hacen los buñuelos al momento. Así, sin trampa ni cartón: desde una «ventana» que tienen en la fachada. Por no mencionar, que ellos son muy muy majetes. Siempre hablan contigo y te echan algún buñuelo de más. ¡Vamos, que te vas contento!

Barreito de barrio en el que en temporada hacen los mejores buñuelos y churros con chocolate. No te los pierdas en fallas!!!

Tarde de fallas con antojo de buñuelos…
Se dice por allí que es de los mejores de Valencia, donde mejor los hacen y donde el sabor es más auténtico como el de las abuelas. Pues yo tenía que ir a probarlos, y sabéis que? pues que me parece a mi que es cierto.
Llegamos entre petardos y tracas, de la mano de una super Unilocaler, que nos invitó a probar este sitio, una tarde de fallas cualquiera.
Buñuelos de calabaza, recién hechos, calentitos, y para acompañar, chocolate como dios manda, espeso con sabor a chocolate de verdad.
De momento los mejores que he probado. Ah y cortesía de la casa, siempre te regalan uno de más.
El local no es de lo más moderno ni bonito siquiera, pero en esa humilde esquina desde luego hacen maravillas.
Si hay tanta cola es por algo amigos ;)

Si hay algo típico en Valencia en la época fallera, apto para todos los públicos o en cualquier momento del día, para desayunar o merendar o para el simple resopón, sin duda son los buñuelos. Nada de churros o porras típicas del resto de España y, mucho menos, nada de los engendros de canutillos rellenos de… (ocultemos el adjetivo y pongamos en su lugar, cualquier cosa), nada de churrerías con olor a fritanga que salen como champiñones por cualquier rincón de Valencia. Y sí el que nos da identidad, como el que los falleros lucen con orgullo en su máxima representación: «el bunyol d’or i brillants amb fulles de llorer»
Pero una vez más, no sirve cualquier buñuelo. Tan solo sirven si son de calabaza, como los de siempre, como los que hacen las abuelas. Y aquí cumplen con la tradición.
Imposible imaginar que, tras una fachada casposa, de una finca que, durante la mayor parte del año está cerrada, casi deshabitada, al empezar cada año, cada fin de semana, abren para hacer brillar la magia. Y según se acerca la temporada fallera, tan sólo cierra al mediodía.
Fácil de localizar, ya de buena mañana, la cola esperando su turno te puede servir de guía. ¡Hasta 12 personas he tenido delante de mí de buena mañana! El único lugar que conozco que las docenas no están formadas por 12 buñuelos, pero sí por 13. O la media docena te sale a 7. Es decir, siempre te regalan uno. Pero a mí y a cualquiera. Es su sello de identidad.
Y el chocolate que, sin ser denso o espeso, está para meter la lengua y rebañar hasta la última gota.
Pero si eres de los que prefieres entrar y que te sirvan, por supuesto puedes entrar y te sorprenderá lo lleno y limpio que está y, la rapidez en servirte. Eso sí, reza por encontrar un hueco porque en Fallas, se llena.
Así que sí, me encantan estos buñuelos y este chocolate. Y sí, estoy dispuesta a levantarme pronto y hacer cola para desayunar con ellos.

Esta tarde nos hemos ido de chocolate con buñelos de calabaza! !!! Me encantan siempre que tengo una oportunidad voy aquí porque aquí los hacen riquísimo, desde pequeña voy porque estaba al lado de casa de mis padres. Tengo 2 sitios favoritos para ir a comer buñelos uno de ellos es este sitio el otro es el collado. El bar Riera hace buñelos los fines a partir de enero y ahora en fallas todos los días. Hay que decir que conforme se acercan las fallas se pone imposible y en la calle se hacen colas muy largas.

Si durante las fallas quieres comer buñuelos auténticos, de los de calabaza (pero auténticos) y no te quieres dejar engañar por los chiringuitos aceitosos (y carísimos) del centro, has de acudir a comprar los buñuelos aquí, al bar Riera… es un bar cutre, viejo, pequeño… pero con una gran cualidad: la dueña hace los buñuelos caseros como nadie…, nada que ver con lo que comprarás en otros sitios, estos son de verdad!

El Bar Riera es un bar súper típico, que no destaca por nada en esencial en esa faceta… tiene todo lo que se puede esperar de este tipo de sitios… catalogándolo incluso de normalito-​bajo… Pero existe un pero muy grande a esta afirmación… pues hay algo en el Bar Riera que no lo convierte ni en un lugar típico ni normal…
Y es en fechas muy señaladas cuando este Bar se transforma… sí, En Fallas o en Navidades, el lugar parece tener mas éxito que nunca y, aunque la acera donde está situado es ridícula, en la que no caben mas de dos personas hombro con hombro… se forman grandes colas… Todo debido a una cosa muy especial, Sus Buñuelos y Churros con chocolate, pues una ventana que da a la calle se abre en estas fechas ofertando estos productos, y debo decir que aunque se montan muchos chiringuitos por toda valencia, que ofertan este tipo de productos… pocas veces y casi puedo decir que ninguna vez he probado unos tan buenos como aquí… Da gusto ir a comprarles algo… parece que sea como un sitio especial, nada artificial… donde el toque familiar es un punto a favor… Y el Chocolate… mmmm, ¡ Buenísimo!
Pues solo por esta faceta, se ha convertido en mi lugar habitual para comprar esos Buñuelos tan sabrosos que sientan tan bien a primera hora de la mañana, cuando vuelves de una larga noche de fiesta…