Tengo que reconocer que en realidad, nuestra idea inicial era sentarnos en el local de enfrente, pero dado que no tenían apenas terraza y, en el interior no había aire acondicionado, decidimos cambiarnos de acera y aterrizar en el Bigornia. Terraza grande, con casi todas las mesas llenas y, en todas ellas, una tapa para acompañar. Inicialmente pedimos 3 quintos, una botella de agua(llevábamos una niña) y mi copa de vino. Para matar el tiempo la camarera nos sacó unos frutos secos con kikos y, ante nuestra insistencia de querer algo más, nos dijo que no nos preocupáramos, que nos lo estaba preparando. Así llegó la primera tapa: aparentemente guacamole con nachos, pero sorpresa… ¡guacamole de brócoli! Lo siento, lo intenté, pero no puedo con el brócoli aunque hizo las delicias de los chicos. Como la tarde era un poco calurosa, iniciamos una segunda ronda. La segunda tapa: tosta de hummus, pero no el de bote que compras en supermercados, ¡casero! Y muy rico por cierto. Y como no hay dos sin tres, la tercera cayó pronto. Esta vez tosta de sobrasada con miel. Ummm. Otras veces que hemos ido, la tapa siempre ha estado al punto, lo cual es mucho de agradecer. Según quien esté atendiendo, la tardanza para que te atiendan puede ser mayor o menor. En principio, la chica que nos atendió demostró simpatía, profesionalidad y rapidez. Sin embargo, en otras ocasiones hemos tenido que esperar e incluso levantarnos sin ser atendidos. Quizá, como nota negativa, el «querido» olor a alcantarilla que hace en los baños y del que tan graciosamente se queja algún que otro Unilocaler, pero claro, de esto nunca se tiene la culpa. Es como pretender una tarde calurosa de verano que no te ronden las moscas. Imposible.
Beachman B.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Precios contenidos para cómo está la zona del Carmen. además acompaña el pedido de cerveza o gin tonic con una tapa Hoy nos han puesto pino de tortilla de patatas sobre pan con tomate muy decente por supuesto El Camata o propietario muy simpático Volveremos
Lee M.
Rating des Ortes: 5 Valencia
Los domingos hay concierto de Reggae muy bueno. Tienen musica en directo los miercoles tambien y a veces los sabados. Precio… Pues 2,50 € por una cerveza sin alchol es demasiado, pero bueno el sitio es guay y la musica es fantastica.
Jaime B.
Rating des Ortes: 3 Valencia
Con terraza acogedora para tardes de verano y con servicio de Valenbisi a sus puertas. Zona más tranquila del barrio del Carmen si lo comparamos con garitos de su misma especie. Decoración cálida con asientos corridos de madera que invitan a entrar en conversaciones con la mesa del al lado. Baños pequeños y sin servicio de camarero(siempre aprovechas de algún amigo que va a la barra a pedir, para que venga con las manos llenas de bebidas) Los sábados muy concurridos, incluso a veces algo ruidosos que invitan a la charla a grito pelao. Dos puertas de entrada al bar, que dan a distintas calles, ya que es un local esquinero. Zona de cabina de DJ, donde tiene una exposición cutre de merchandising
Nacho D.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Es un buen refugio para esconderte un rato. No es grande, no tiene imponentes instalaciones, no es un espacio multicultural, no tiene tampoco librería adosada como muchos otros ya están teniendo y, sin embargo, siempre hay gente. Y los fines de semana más. El Bigornia mantiene una clientela bastante fija y es por algo. Para mí siempre será un local de buen recuerdo porque allí ocurrieron cosas muy chulas hace unos cuantos años. De esos locales con encanto sin saber muy bien por qué y a los que se les debe algo. Es una opción fácil y cómoda si sales por el Carmen y, por ejemplo en fin de semana, quieres tomar algo y charlotear un poco antes de discotequear. Particularmente me gusta en verano por la terraza y ahora, justo a sus pies, tienes una parada de valenbisi, con lo que aún tiene menos pérdida todavía.
Javier R.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Antro maravilloso para las noches del viernes y el sábado y simpática terraza para los días de entresemana(mientras el tiempo sea benigno). Bastión todavía del pintoresquismo más grunge y contestatario del barrio, es, con su suelo de madera machacada y sus rincones oscuros, un lugar de ruidosa tertulia pero también de ajetreado copeteo(mucha cerveza y vino), por no hablar del ambiente más gamberro de última hora bajo la furiosa música(nostálgica de tiempos mejores). Las exposiciones que adornan sus paredes recogen también la esencia graffitera y de artista callejero paradigmática del barrio, de acuerdo con una clientela que reúné al artisteo que queda, los irredentos noctámbulos(algo talluditos y talluditas ya) y, en general, un bullicio parlanchín y cervecero no exento de inquietudes. De tanto en tanto, improvisadas sesiones de DJ casero y siempre, en un rincón, venta de camisetas estandarte de un modo de entender la noche al más puro estilo dirty.