Bodegó de la Sarieta

Excelentes arroces en el mismo centro de Valencia.
Como valenciano, es casi obligatorio que todos tus amigos y conocidos de fuera de Valencia te hagan la famosa pregunta: ¿Dónde me puedo tomar un buen arrocito? La gran mayoría por defecto siempre sugerimos en la playa, en la Albufera, etc. Pero hay un inconveniente claro, necesitas transporte para desplazarte hasta allí. Y en el centro, salvo turistazos, pocas opciones quedan.
Una de ellas, la que siempre recomiendo, es el Bodegó de la Sarieta. Comida excelente, trato simpático y agradable, local amplio y bien decorado (o terraza si el tiempo acompaña) y un precio más que justo para estar donde está, casi bajo el Miguelete.
Si hay algo que destacaría es la posibilidad de las raciones individuales en arroces. De verdad que esto es un punto que en ningún sitio lo he visto. Siempre piden como mínimo dos comensales. Y como extra, tienen un surtido de arroces espectacular. Ya no te limitas a la típica paella, arroz a banda, etc. Tienen platos típicos tan valencianos como el Arròs amb fesols i naps. Si juntas estas dos opciones, gran carta de arroces y raciones individuales: tenemos ganador. Hay una excepción, cuando estamos en fechas tan marcadas como fallas, las raciones no son individuales, pero se entiende perfectamente, son fechas de mucha gente y los cocineros se volverían locos.
Así que ya sabes «amigo», si buscas un sitio donde probar auténticos arroces valencianos, céntrico y a un precio muy razonable, ya tienes sitio, no hace falta que me preguntes.

Un local de los que no entras si no sabes lo que hay dentro. Crees que es una trampa para turistas y te van a clavar los cuchillos jamoneros en la espalda. ¡Pero no! Quedé con una amiga para ir a comer a mediodía, que había leído que tienen un menú muy apañado. Efectivamente, el menú de mediodía por 15 € es una pasada. Muy correcto.
De entrante pedimos ensalada y revuelto de espárragos. Muy bien los dos.
De plato un arroz de puchero con mandarinetes (albóndigas de puchero). Y un arroz meloso con cazón. El primero algo seco, el segundo muy rico.
De postre tarta de requesón. Muy rica.
Me llamó la atención que fueron de lo más honrados (extraña cosa para que te llame la atención). Pedimos una botella de vino (Malavida), y como no pedimos más bebidas, nos descontaron las bebidas del menú. En total 4 € menos. Algo que debería ser así siempre, pero que no ocurre muy a menudo.
El servicio de 10. Ni una cosa a echar en cara. Todo de lo más profesional y con buena disposición. Incluso me pusieron el café solo con sacarina ¡à la primera!
Un sitio de los que rebosan tradición y lo hacen muy bien y bueno.

Comida tradicional en un local con bastante encanto, tranquilo y acogedor. El menú de mediodía está muy bien, aunque no es especialmente barato (15 €). Especialmente recomendables los arroces.

On the hunt for paella in Valencia, an internet search kept bringing up this place so we gave it a shot. We arrived before it opened however the incredibly nice server had no problems with us having a drink while we waited. We sat in the laneway and enjoyed the lovely warm evening.
We were told the best paella was in Valencia so we ordered one with and one without fish. We also shared an appetizer, which was excellent. Unfortunately, the paella was incredibly salt and crunchy — we did not like it at all.
Maybe we just don’t like paella in general but we were saddened by the overall food experience. Overall — excellent for atmosphere and service but average for the meal.

Found this place on TripAdvisor, claiming that it was some of the best rice in Valencia. I had the fideua and my girlfriend had the arroz negro. Both were very good, although I can’t say it was the best in Valencia.
It was very nice to be able to eat in the old town of Valencia. Very cute little side street.

Fui a comer por primera vez hace dos días, he pasado muchas veces por la puerta y aun no lo había probado
Pedimos el menú de 15 euros con bebida y postre incluido
Tenias 4 platos para elegir de primero y 4 de segundo
Nos decidimos por la scalivada con capellanet y revuelto de trigueros con ajos tiernos
De segundo pimientos de Padrón rellenos de brandada de bacalao y arroz meloso con cazón y coliflor
De postre helado valenciano, zumo de naranja con una bola de helado y café con helado
El servicio correcto y amable y las raciones suficientes, ideal para comer comida casera valenciana.
El precio correcto

LA paella de Valencia ! Très bonne surtout au fruits de mer. Menu avec tapas (excellent soupions enrobé) riz et dessert a 20 euro.

Estuvimos celebrando el cumpleaños de mi hermano en este local.
Es un local de cocina mediterránea donde puedes tomarte un buen arroz.
El trato que recibimos fue correcto, se nota que el personal es profesional de la hostelería.
Para mi gusto es más de comidas que de cenas por la variedad de arroces de la carta, aunque supongo que los platos los elegimos según la situación.
El precio bastante asequible teniendo en cuenta que tomamos vino, postre y café.
Creo que es un buen local donde hacer una comida formal o de negocios.
Nosotros quedamos bastante satisfechos con la elección y no me importaría volver, me inviten o no!!!

Fuimos por la recomendación de un amigo y fue un acierto total. Las bravas a las tres salsas están muy buenas y en general los platos son generosos (hacen justicia a los precios).
Lo que no me convence mucho es la decoración en el interior, pero para gustos colores…
Para repetir, desde luego.

Malo, malo.
Fuimos por los comentarios favorables de Unilocal y ha sido una gran decepcion. Elegimos un menu de tapa y arroz. 20 euros. Los primeros, un esgarraet con mojama, pasable, y unas tortitas com morcilla, nada destacables.
Esperabamos el arroz con ganas. Y llega una cazuelita de arroz meloso, en realidad caldoso, con anguila, bacalao y alcachofa en que los ingredientes parecian haberse encontrado en el caldo sin haberse cocinado juntos.
La paella de verduras era vergonzosa: un plato de arroz con vegetales, no de temporada, como hervidos en un caldo sin sabor. No tenia ninguna de las caracteristicas de una paella. Hemos dejado la mitad, y ninguna pregunta.
Los postres, a la misma altura: 3 datiles frescos con una cucharada de dulce de leche industrial, encima de unos recortes de papel albal! Y una naranja con cointreau en que ni se han molestado en añadir azucar o canela.
El vino, en la carta un rueda, en realidad era un vino de la tierra de castilla, variedad verdejo.
En fin, una comida lamentable y un engaño como restaurante arrocero.

Conocí este restaurant preguntando a «Yelpers arroceros» a dónde podría llevar a mi familia a comer un buen arroz, que estaban de visita en la ciudad y cómo no, una visita a Valencia no está completa sin el correspondiente festival de hidratos.
Fines de semana se recomienda reservar, y si es en verano y son calurosos como yo, recomiendo reservar en «la zona de aire acondicionado» que los calores de la cena y el vino mezclados con el infierno, perdón, verano Valenciano, pueden ser una mezcla poco glamorosa.
Los camareros desde que te cogen el teléfono para reservar hasta que pagas la cuenta, son de lo más amables y divertidos, lo que hace la experiencia aún más agradable.
Tienen una amplia carta de vinos, nosotros pedimos un vino blanco afrutado de la casa para acompañar los arroces, muy suave y fresco.
Como entrante frío el jamón serrano y pan con tomate fue una elección acertada, el jamón estaba muy bueno, y como entrante caliente las puntillas con ajetes tiernos también fueron una auténtica delicia. La fritura en su punto, crujiente y sin estar muy aceitoso (lo cual personalmente detesto) y el marisco se notaba fresco.
Una de las cosas que me gustó mucho de la forma de trabajar en este restaurant, es que los arroces pueden ser individuales salvo contadas excepciones de arroces especiales; en el plan que íbamos nosotros de «cada uno que se pida uno distinto para probarlos todos» es ideal, prácticamente nos montamos un menú degustación para que no se quedaran sin conocer ninguna de las opciones más populares de arroces.
Yo fui directa a por el arroz al horno, uno de mis muchos favoritos (es difícil tener uno solo) y se pidió también una paella valenciana y un arroz meloso de marisco. Me quedé con ganas de una fideuá!!! La reservo para la próxima porque pienso repetir!!! Además de rico — y bonito — es también barato, toma ya!!! No barato nivel Burger King, pero el precio es bastante decente para la buenísima calidad de la comida y la excelente atención. Espero volver pronto!!!

This place is amazing. It has great reviews on TripAdvisor so I tried it. Let’s just say you’ll be hard pressed to find a better combo of food and atmosphere.

Este local es una de mis favoritos en Valencia. Hace como 5 años que lo conocí por una conocida y desde entonces vamos día sí, día también.
El trato que nos dan es immejorable, la comida casera (postres incluidos) y la calidad del peoducto excelente.
Permiten pedir arroz en raciones individuales y eso le da muchos puntos. Porque no hace falta ‘obligar’ a nadie a pedir algo para que la mesa pueda comer un arroz concreto…
Además, presentan una variedad de menús que incluyen toda la carta y que varían desde 15 hasta unos 20 euros más o menos, cada día de la semana, sea comida o cena.
Existe el menú degustación para los indecisos
En definitiva, un local donde su puede disfrutar de la comida y en un lugar curioso y emblemático.
Lo más destacable: los arroces se sirven indivudualmente en sus paellitas, cazuelitas, etc. Tiene terraza prácticamente todo el año y es un lugar tranquilo y acogedor. Habrá como 10 arroces diferentes o más. Para no cansarse nunca!
No podría decir nada mala de este sitio…
Pd: si pensáis ir, reservad por si acaso!

Es cierto que supera la media de calidad del entorno, donde abundan los establecimientos especializados en captar a infelices turistas. Se puede comer bien y diferente, con especialidades alcoyanas que no es fácil encontrar en Valencia. En general, la relación calidad/​precio es buena.
Pero parece que los años han hecho que la carta se adocene y la cocina se descuide un poco. La calçotà en nada se parece a la original catalana No solo porque no está hecha en teja sino rebozada y frita (eso lo avisan) sino porque ni siquiera se parecen a los calçots, son como finísimos cebollinos sin el menor interés. Los boquerones muy flojos. La pericana con huevos fritos no es como la receta alcoyana (mucho bacalao y poco pimiento), pero está rica y es original. El plato de taberna, una decepción: huevos, patatas y poco más. Ni siquiera el embutido alcoyano era digno de destacar.
Tampoco los postres eran nada del otro mundo.
No he probado nunca sus arroces.
En fin, con ser un sitio donde se puede ir a comer al centro, tampoco destaca por tener una exquisita gastronomía.

Agradecer de nuevo la generosidad de Carlos y todo el personal de sala y cocina por su hospitalidad y buenos consejos.
Os recomiendo probar y descubrir este restaurante centrico pero discreto con una carta variada y que os dejéis recomendar por Carlos si tenéis dudas.

Somos asiduos a este restaurante, si tienes invitados, es uno de esos sitios donde sabes que quedarás bien. La comida es de calidad y si personal que nos atiende siempre nos hace sentir como en casa. Es un negocio familiar y eso siempre se nota en ej trato al cliente.
Es un lugar que nos gusta mucho ya que es de los poquitos restaurantes en los que se puede degustar una de sus varias variedades de arroces de forma individual. Un puntazo vamos! Relación calidad precio excelente y cocina de mercado!

Que tienes invitados en Valencia y quieres darles una buena muestra de nuestra gastronomía sin caer en el tópico o en los precios intocables, ale, pues ahí está la «Sarieta». Toma su nombre del característico capazo o serón valenciano hecho normalmente de esparto y con el que se recogían antiguamente las naranjas, aunque también servía para transportar otras mercancías o para apilar la leña junto al fuego. Yo en casa tengo uno pequeñito que hizo el iaio para cada nieto…
La calidad de su cocina no se ve repercutida negativamente en el precio. Por unos 20 ó 25 € puedes darte una alegría de vez en cuando. No vale la pena glosar sus arroces por que tienen un estándar que sobrepasa con mucho la media de la restauración de la zona, más enfocada al turista incauto. Yo recomiendo a la hora de pedir dejarse llevar por la selección del día, en las que suelen jugar un papel importante las verduras de huerta, y los revueltos de habitas valencianas («fabes tendres») y morcilla, ¡estupendos! Para acompañarlos, fiel a mis colores báquicos, el untuoso sirahz crianza de Enrique Mendoza.
¿Y de postre?: «carabassa torrà en mel» con Dolç de Mendoza, un vino dulce de carácter muy valenciano.

A pesar de estar en un recoveco no muy fácil de encontrar es un sitio clásico tanto para vecinos de la ciudad como para turistas que dedican el día a visitar el centro de la ciudad y su casco antiguo.
Centrado en la comida tradicional valenciana, la decoración de su interior –ojo, es un restaurante pequeño– está repleta de motivos valencianos y así también es su cocina. De los entrantes, destacaría los calamares pero sobre todo el «esgarraet», es maravillosa especie de ensalada hecha en base a pimiento y rojo y bacalao.
Aunque hay otras opciones para plato principal, pedir alguno de sus arroces –servidos en paellas o cazuelas– es ir sobre seguro. En mi caso, yo casi siempre optó por el negro. Su cocinero le ha cogido el punto.
El servicio del vino no es su fuerte, pero este es un restaurante indeleble al paso del tiempo en el que todos, también los turistas, van a salir satisfechos.

Se cena estupendamente en este sitio de matiz hogareño y tradicionalista pero verdadero imán de turistas, aunque no deja de evocar un fuerte carácter de barrio. Combina un sensato standing con cocina tradicional (sabores de siempre que, en realidad, jamás has probado tan bien matizados). Un truco para evitar una cuenta a veces descabellada: pedir sus patatas a las tres salsas para compartir (te pones morado con su sencilla suculencia) y un plato principal (el rape y el bacalao son exquisitos). Es ideal poder optar por la terraza donde puedes alargar la sobremesa (aunque padecerás un recital ininterrumpido de músicos callejeros) o por el interior cálido y decorado a la clásica.

Este restaurante esta ubicado en la calle Juristas, calle peatonal y pequeñita, en pleno centro de la ciudad de Valencia. Una zona por la que te puedes perder, bién debes perderte para poder encontrar todo su encanto. EL restaurante es amplio, dispone de dos comedores, pero no hay mucha capacidad para personas porque las mesas son muy amplias para no tener que estar estrechos y así poder disfrutar de la comida. Tienen una buena variedad de platos, donde puedes encontrar carne de cordero, ternera, platos variados de arroces, pescado y además todo es fresco! Nosotros pedimos picoteo y después variedad de paellas y disfrutamos con los sabores. El personal muy agradable, nos acabamos echando fotos con ellos, así que imaginaros!
No es un sitio barato, tampoco es caro, pero vale la pena ir porque sabes que quedarás bién. Recomiendo a todos los que visiteis Valencia que paseis a hacerle una visita.