Bodeguilla del Gato

Acudimos por recomendación de varios amigos. Quizás las expectativas que teníamos eran un poco altas, porque tampoco nos encantó.
El lugar es agradable (ruidoso un sábado por la noche, pero es lo normal), así como los camareros. Las tapas están buenas, pero esperábamos algo más: más variedad, más tamaño (o menor precio)… En cuanto al vino, nos dejamos aconsejar por el camarero; nos costó un poco caro y no satisfizo a algunos de los comensales.
Lo que más me gustó: el pincho de tortilla (es de patata con verduras). Urgente mejorar: la tarta de chocolate; correcta, pero nada memorable.

Me esperaba más. Trato agradable pero nada espectacular en cuanto a comida. Simplemente bien.

Just a few blocks from the cathedral on a narrow, cobblestone street – this place is next door to the apartment we were staying at in Valencia. As Unilocal even works in Valencia, I scoured the vicinity for some reviews. «El Gato» (as we came to call it) received good reviews and was open late. When we arrived, the restaurant was still busy and it was late. The staff still welcomed us with open arms. The interior is comfortable, casual and warmly lit. It also has a few outdoor tables – if you have good timing, you might actually get to sit at one of those. Our group ordered wine, cava and lots of tapas. I can’t remember all the tapas to describe each one (due to all the wine and cava at the table), but suffice it to say – overall, they were some of the best tapas of our two week travels in Spain. Our waiter was enthusiastic and charming. We closed the place down and never felt rushed to leave. Thank you for a great dining experience!

Un peu surfait, service impeccable, cuisine savoureuse, prix corrects.
J’ai du attendre un peu trop longtemps que l’on m’amèné l’addition, mais nous sommes en Espagne aussi !
La queue de taureau est très savoureuse, très tendre !!

Gracias a Arantxa R. por decirme este sitio que como bien dice ella se encuentra escondido tras los recovecos del centro, con unos precios muy competitivos y a rebosar de gente. Y como yo soy muy fan de seguir los consejos de la gente que leo y me gusta como escriben, nos adentramos a la aventura.
Tuvimos que esperar un pelin pero enseguida nos buscaron un sitio, pero fue agradable el tiempo de espera para observar la decoracion tan peculiar y graciosa.
Teníamos un hambre voraz y comenzamos con los flamenquines (crujientes por fuera y sabrosos por dentro por 2’90 € cada uno), para seguir con un esgarraet muy rico (5’50 €)y unas croquetas de boletus que se te deshacían en la boca (6’90 €).
La atención de todo el servicio fue simpática y agradable, porque siendo el día del trabajador bien podrían haber descansado, pero ya se sabe que el mundo de la hostelería no duerme nunca.
Nos salió la cena por 32 €, con botella de vino blanco incluida, bien fresca para aliviar el caloret sufrido en valencia.

Un bar más de tapeo pero con encanto tradicional, buen vino y atención genial por parte de la camarera (fue todo un amor). Me gusto mucho el ambiente y la callecita bien refugiado en la que se encuentra.
Si estas por el carmen y quieres evitar los lugares que se han puesto de moda este es el sitio perfecto. Huyes de los precios inflados por el nombre del local y te aseguras una buena calidad de verdad.

Jo he estat en la Bodeguita del gato, i llevant del despago de no vore ningún gat, el mengar estava mel.

Una bodega semiescondida, pero conocida por los extranjeros. Trató muy agradable y las tapas están bastantes buenas. A tener en cuenta que no sirven grandes cantidades, pero suficientes.

Esta bodeguilla está escondida en una callecita detrás de la Plaza del Negrito. Si no la conoces, tal vez pase desapercibida. ¡Y merece la pena ir!
Cuando un local está a rebosar por algo debe de ser. Cuando entras te cautiva la decoración, la iluminación tenue y la simpatía del camarero.
Nunca me pierdo su salmorejo y sus flamenquines.

Era mi bar favorito en el Carmen hace algún tiempo y lo recuerdo con bastante nostalgia. Se trata de una bodeguilla (aunque no es excesivamente pequeña)con una decoración pintoresca y con buenas tapas y postres. A medida que pasa el tiempo te das cuentas que las tapas están buenas pero que ya conoces sitios mejores y eso hace que pierda un poco su encanto.
No obstante es un sitio que hay que conocer en Valencia sin duda. De tapas destacan las tortillas, patatas bravas, tostas, etc.
Lo peor que tienen es que está siempre lleno y sólo reservan para el turno de las 21h. Vamos, que yo aconsejo ir a cenar pronto o en caso contrario buscar otro sitio.

Durant mes pérégrinations valenciennes un amis m’a emmené manger dans ce p’tit resto à tapas. Il faut arriver tôt car le resto à sa réputation et les gens font la queue au bar pour avoir une table ou passé pour réserver plus tard. Les tapas sont top ! Des classiques Jamon y queso (jambon et fromage) que certains trouveront cher (les Français n’ont pas la même tradition du jambon ! mais celui-​ci est affiné en cave pendant 6 mois, 1 an…) aux plus inventifs: camemberts (de chez nous !) dont on retire la croute et qu’on fait cuire à la friteuse après l’avoir mis en chapelure est servi avec de la confiture, un délice !!! Si vous passez par Valence je vous recommande vivement d’y manger un bout !
Durante mis perigrinaciones en Valencia un amigo me llevo a comer en este retaurante que sirve tapas. Hay que llegar temprano porque el restaurante ya tiene una reputacion solida! La gente tiene que esperar para tener un mesa o ya que llamar para reservar! Las tapas son chevere de las mas clasicas jamon y queso a la mas sofisticada come el Camembert (de normandia) frito con mermelada! Delicioso. Si pasan por Valencia le recomando comer alla!

En realidad su nombre es «Bodeguilla del Gato», pero en Valencia se conoce como «La Bodeguita del Gato». Sólo he cenado una vez allí, pero me gustó muchísimo, por el ambiente, por la decoración y por la comida… El sitio está en pleno centro del Carmen, así que es ideal para pasar una noche por esa zona, dejas el coche al principio de la noche y no lo vuelves a tocas hasta estar totalmente sereno para poder hacerlo. Es una pequeña taberna, muy rústica, en la que llama la atención la decoración «tipical spanish»… y la cena también es potente: tapas del estilo de quesos fuertes, ibéricos, chorizitos al vino, morcilla, bravas, lomo de orza… vamos, que si tienes problemas de digestivos más vale que te lleves el bicarbonato en el bolso!!! pero muy bueno, servido en cazuelitas de barro, bien presentado y bien cocinado, por supuesto que todo regadito con vino, así que después hay que ir a bailar para bajar todo eso. Por cierto, nos pasamos un buen rato en la puerta esperando para entrar, y eso que llegamos pronto… estaba a tope.

Cuando lo abrieron me pareció un sitio de lo más innovador, por la introducción de nuevas mezclas en la comida pero creo que con el paso del tiempo han criado fama y se han echado a dormir, como se suele decir. Eso si, siempre está lleno y su minúscula terraza también.
Las raciones las recuerdo escasas, pero la cuenta no tanto y no hay peor cosa que salir ha cenar y volver a casa directo a la nevera.
En su interior las conversaciones se mezclan, debido a la cantidad de gente y a un volumen bastante considerable.
Todo no es negativo en este local, pues la terraza, tiene bastante encanto si te gusta observar a la gente que pasa por su pequeña callejuela, mientras cenas.
También a su favor, el servicio bastante rápido y atento. Hay algunas tapas que son de nota, pero sin duda los postres es lo mejor de su carta.
La decoración es muy años 20, simulando una taberna castiza con aires taurinos.

Es difícil ir a cenar allí un viernes o un sábado, sin tener que esperar un buen rato. Eso puede ser debido a diferentes circunstancias: la primera de ellas, que se me ocurre, es que el sitio es pequeñito, que lo es, pero tampoco es enano. La segunda de ellas, es que está en pleno barrio del Carmen y que es muy fácil llegar andando, cierto, esto hace que sea transitado, y que la gente acuda, y elija uno de los mejores sitios en los que cenar de toda Valencia. Tres, eh… la tercera, la tercera…
La tercera es que ya tiene sus añitos, y la gente lo conoce, y sabe que si quieres ir a cenar a un buen restaurante, La Bodeguita del Gato es una opción estupenda, como estupenda es su comida, entre la que destacaría sus flamenquines, o su tortilla de patatas campera o campesina, o su rica y sencilla ensalada de tomate con queso fresco y orégano…
Además, para regar el gaznate, tienes una buena oferta y variada de vinos. El sitio a diferencia de otros locales de tamaños similares, está muy bien aprovechado, y el ruido a la hora de cenar, me refiero el ruido que generan las conversaciones entre los comensales, es mínimo.
Para cenar en el Barrio del Carmen, creo que es siempre mi primera opción.

«Abseits der Touristenströme» trifft es nicht. In unserem Fall endete ein stätiger Schwall von Touristen & Spaniern direkt im Lokal. Die Warteliste schwoll zwischendurch auf 40 Minuten an. Wir selbst haben mit viel Glück ein Plätzchen an der Bar erwischt. Trotz der vielen Gäste füllte sich unser Eckchen schneller mit Leckereien als wir alles wegessen konnten. Gerade die Kleinigkeiten wie «Patatas Bravas» und Brot mit Käse und Walnuß waren großartig. Sehr sympathischer Laden, der trotz seines Erfolgs noch nicht schlechter geworden ist ich jedenfalls kann ihn mir nur schwer besser vorstellen.
PS: nach Korrekturlesen meinte die Dame an meiner Seite: «aber nicht das Desert vergessen!»

De bote en bote siempre, hay que ir temprano o incluso reservar por teléfono si queréis ir a tomar algo o cenar.
Súper chula por dentro, muy buen ambiente joven.