¿Que qué me parece esta cafetería? Pues tremendamente cara para lo que sirven y para como lo sirven… Recuerdo que una mañana acabé aquí, por trámites burocráticos variados, y me tomé una coca-cola y unas tostadas con mi pareja. No sólo tardaron mogollón en atendernos y servirnos, sino que además nos sacaron los cuartos… No me hagais recordar el precio, porque de esto ya hace al menos tres años, pero os puedo asegurar que las ganas de levantarse e irse sin pagar no fueron pocas… Me quedé pensando: «¿esto es una cafetería de Universidad, o el Ritz?»… Supongo que la cosa habrá cambiado desde entonces, porque hay mucha gente que la recomienda, pero tengo cierta costumbre de no volver a los sitios en los que he vivido una mala experiencia… Dejemos que el destino me vuelva a unir a esta cafetería.
Ricardo M.
Rating des Ortes: 4 Valencia
Poca gente conoce este sitio porque está situado dentro del Colegio del Patriarca y antigua universidad de Valencia. El restaurante no llama la atención por su decoración que es muy Ikea. Lo mejor de este restaurante es su terraza. Cuando hace buen tiempo se puede comer en ella, que es nada más y nada menos que el patio de luces del Colegio, un conjunto arquitectónico con mucho valor. En verano luce el sol pero se está muy fresco. Es un lugar muy tranquilo, no hay a penas jaleo, sólo tienen seis mesas. Lo único que puede romper esa tranquilidad es alguna excusión de universitarios que acceda al Colegio para verlo. En cuanto a la comida, tienen un menú de mediodía por 12 euros que incluye dos platos, bebida y postre. Pedí Bacalao con tomate y estaba exquisito.
Empar O.
Rating des Ortes: 5 Valencia
Mientras escribo estas líneas está sonando en mi ordenador el tema principal de la película«Habitación en Roma» y lo cierto es que le va que ni pintado. Imagínate poder comer en un sitio con años y años de historia. La Nau de la Universitat de València dispone también de servicio de cafetería y es por eso que esta ha tomado su nombre. Por tanto, la terraza dentro del mismo edificio es sin duda un lugar mágico. Es una cafetería un tanto peculiar porque no dispone de cocina, entonces para poder ofrecer menú diario lo encargan a un catering y eso hace que muchas veces no quede del plato que te gustaría tomar. Todo está riquísimo. Te tomas un primer, un segundo y un postre a un módico precio que vamos, caes de culo. Si vas con prisa, te tomas un genial café de máquina o un refresco. Parece mentira que no tenga tanto renombre para el buen servicio que ofrecen. Este lo recomiendo para una comida con los padres…¡ o los suegros!