Capitán Morgan

Genial. Nos encanta este sitio. La comida esta requetebuena y unos precios muy buenos
Por 10 € te quedas bien agusto. :)

Hace tiempo que no voy pero sus hamburguesas de buey son muy buenas. En general sus entrantes y bocadillos están bien, si bien la carta no cambia salvo alguna novedad.
Me parece que ya no registra los llenos de hace unos años quizás por Tanto Monta su vecino de la acera de enfrente.
Lo peor de todo el servicio, en especial una camarera y el tema de no reservar y no poderte sentarte hasta que no estén todos los comensales.
Si no se ponen las pilas y se atan los machos pueden que empiecen a garrear e irse a la deriva.

Puede parecer un lugar universitario por su público y su ubicación, pero a nivel de tapas, bocadillos y desde hace algo menos de tiempo hamburguesas es una de las referencias obligadas de la ciudad.
Partamos de la base de que su éxito no sólo se mide por estar ya varios lustros abiertos, sino porque no hacen reservas ya que no lo necesitan. O vas pronto o vas tarde, pero si no te toca a esperar seas millonario o mileurista. Es una de sus características principales.
La otra es la virtud de dar de comer de maravilla a un precio muy decente. Yo suelo cambiar poco, aunque su carta es muy extensa y apenas ha variado desde su apertura.
Me encantan las papas arrugás con mojo picón, el revuelto con morcilla y cualquiera de los bocadillos con mezcla de ingredientes muy diversos que preparan. No he probado las burgers, pero la gente no para de alabarlas, más cuando no son una hamburguesería premium al uso.
Si quieres una cena informal o te apetece salir con amigos recordando tiempos universitarios, éste es sin duda tu lugar.

La mejor hamburguesa de buey que he probado en Valencia. Lo único malo es que es complicado encontrar sitio si vas con un grupo grande.

Mucha gente me había hablado de este sitio… y me decepcionó. Pedimos una cazuelita de carne con miel y nos sacaron verduras asadas con trozos de carne que ni se veían y la miel ni la vi… se notaba hecho muy rápido y sin mimo… además de que me pareció pequeño.
Luego pedimos dos bocatas y ppsshh normalitos.
De precio normal, ni caro ni barato, pero porque pedimos una cazuela y dos bocadillos para tres… imagino que si cada uno se pide plato se disparará.
El servicio bastante malo, tardaban mucho tiempo en servirte una cerveza…
Le pongo dos estrellas porque quizás haya que darle otra oportunidad debido a lo bien que me ha hablado la gente… pero con toda la oferta que hay por la zona… dudo que repita.

El otro día fuimos a cenar al Morgan, porque nos encanta la comida y la carta: ricos entrantes, bocatas y sanwiches de rechupete, pero el servicio que ofrecen cada vez es peor. Hay una camarera en concreto, que siempre que la vemos, parece que trabaje a disgusto, y eso, en un trabajo cara al público, no es agradable.
Por otro lado, llegamos bien pronto, dentro no había nadie, con lo cual supusimos que no tardarían en servirnos, pero cuál fue nuestra sorpresa? que la cocinera estaba tan ricamente en la barra, de charreta. Eso también está feo, porque después del primer entrante, estuvimos esperando cosa de 15 minutos. Me pillaron en buen día, y sin ganas de discutir, pero mis ganas por volver a este sitio se van reduciendo. Una lástima.
Otra cosa, la música siempre a todo volúmen, cosa que es bastante molesta. Igual soy un poco quisquillosa, pero no hay necesidad de tener la música a todo trapo.

Encontré este sitio allá el 2009 cuando empecé a vivir en Valencia, he ido y he vuelto de Valencia innumerables veces y este sitio nunca falla, un must.
La comida se sale, además de calidad, cantidad y a un buen precio.

Un sitio genial para tomar unas tapitas algo diferentes y una cerveza despues de currar. Esto si, los fines de semana está a parrir y muchas veces hay que coger turno. Tienen terraza fuera pero prefiero la parte interior porque es muy acogedor. Antes iba bastante porque vivia por la zona de Xuquer. Hace bastante que no voy asi que ya es hora… Me encantan las papas de mojo picon y las sartenes que tienen.

Bocadillos «con chicha». Tremendas hamburguesas en mi Top 5 de Valencia.
Y a destacar una de las mejores tartas de queso de la ciudad.

Me gusta mucho este lugar. De hecho en mi entorno lo conocemos como «las cazuelitas», siempre olvido su nombre por eso! Le llamamos así porque muchas de sus raciones son revueltos que presentan con unas mini cazuelitas muy monas.
Está ambientado como si fuera un barco, con madera y tiene como dos niveles de mesas y una terraza. Se llena bastante rápido con lo cual es bueno poder reservar o acudir temprano. Muy cerquita de la plaza xúquer, es una zona con bastante ambiente estudiantil.
Tiene una gran variedad de tapas y raciones, y muchos bocadillos donde elegir (a cuál más bueno!).

Tengo sentimientos enfrentados hacia este local. Reconozco que la comida es excelente, para qué negarlo. Las sartenes son muy buenas, los bocadillos y hamburguesas (merece mucho la pena la hamburguesa de buey) excelentes y los postres son sublimes. Pero algo le falla, no sé qué es…
Sí, sí sé lo que es, acabo de recordarlo. Es eso de que hace poco tiempo fui a cenar con unos amigos y, como nos faltaba UNA persona, nos dijeron que si no llegaba en cinco minutos nos ibamos a tener que marchar, todos, porque tenían mucha gente (a las 10.30 de la noche). Y no era la primera vez: entiendo que haya que esperar mucho rato para sentarse, pero no que me traten con malos modos. Por supuesto, hay camareros muy agradables con los que nunca he tenido problema alguno, y por ello «apruebo» el sitio.
En definitiva, un buen sitio para cenar, con una atmósfera muy «piratil», similar a la de un pub que tiene casi enfrente, pero con un trato humano que podría mejorar en ocasiones.

Me gusta este bar porque se sale de lo típico de tapas: bravas, calamares, sepia, puntilla… aquí de tapas te puedes pedir unas papas arrugás con mojo, un revuelto de espárragos y gambas, una tabla de foie y quesos… no sé, para variar un poco y salirse del 1 2 3 me parece perfecto. Los bocatas están muy buenos, en general la calidad es excelente.
Es un sitio ideal para celebrar un cumpleaños con un grupo de gente de unas 8 – 10 personas, eso sí, reservando antes. Solemos pedir el vino de la casa y es barato y está bueno, otro punto a favor, ya que en otros locales el vino de la casa más bien parece vino del tetrabrik…
El local quizás es un poco oscuro, está todo decorado en madera como si fuera un barco pirata. Si no os gusta cenar en sitios oscuros (a mí no me apasiona, ya que ni veo bien la comida, ni veo bien a mis acompañantes) os recomiendo salir a la terraza, que está en medio de una zona de bares, por lo que la calle está muy animada. Quizás los jueves está en exceso animada, por ser la zona de salir de los estudiantes universitarios.
Un consejo, si no te gustan las aglomeraciones evita la zona en fechas como el último jueves lectivo antes de Navidad o antes de Fallas, es la parte mala de estar al lado de Tarongers.

Tuve una temporada en la que íbamos bastante, sobre todo los jueves antes de salir un ratillo. El bar resulta muy acogedor, con suelo y paredes de madera con una doble altura imitando la cubierta de un barco pirata. La iluminación es demasiado tenue (no se si intentando recrear una noche de tormenta en mitad del mar… je, je)
Cocina diferente a precios normales. Son exquisitas las papas arrugás con mojo picón y espectacular la hamburguesa casera de buey (de las mejores que he probado en Valencia). Lo que más me gustan son las ensaladas especiales que se salen de lo normal, con mango, crujiente de jamón y diferentes vinagretas.
Suele llenarse, por lo que es recomendable pasar temprano, reservar y tomarte una cerveza en cualquiera de los bares de alrededor mientras esperas tu mesa. Es un buen sitio para ir a cenar y luego tomar una copa por la zona, que suele estar bastante animada.