No volváis a poner el trasero en un sitio sin antes mirar Unilocal,por favor. Estaba distraída hablando con un amigo y nos sentamos en el primer sitios que pillamos ¡ERROR! Cuando llevábamos 3 minutos, la chica de la mesa de al lado le pidió casi arrodillada que le trajeran las dos cervezas que llevaban ella y su marido esperando desde hacia ¡media hora! Lo pidió amablemente aunque seria, claro. El chico al final se lo trajo, pero antes de pedir, la chica ya nos miró y nos dijo: «Preparaos para esperar». Con esa carta de presentación, miré Unilocal y vi que tenía reseñas bastante horrendas, en las que varios Unilocalers decían que eran lentos y un desastre. Lo reafirmo todo y más. No digo que estas personas no sepan hacer el trabajo, pero necesitan una reorganización total de sus tareas, priorizarlas, ser más amables, eficientes y cuidadosos. Sólo había unas cuantas mesas con clientes, ya que eran las 12 del mediodía y aún no habían empezado las comidas, así que para sacar cuatros cafés y cañas, que es lo que se consumía en esos momentos, no puede ser que estuvieran estresados de esa manera. Se escuchaban gritos de los camareros recriminándose unos a otros que no se enteraban. Había uno especialmente compungido(no sabía dónde meterse) y avergonzado, y otro especialmente poco empático y menos simpático que le discutía a todos el mundo y encima le decía a la gente que se tranquilizara. Ante semejante panorama casi nos levantamos, pero en la terraza se estaba genial, así que nos quedamos a ver la función, lo que no sabía todavía es que yo misma me iba a ver involucrada. Pedimos dos cafés y dos tostadas con tomate. Los cafés fueron más o menos rápidos y estaban buenos, además tenían azúcar moreno(punto a su favor) y el camarero lo trajo en seguida. Ahora, las tostadas tardaron muchísimo y encima sólo trajeron unas. Como llevábamos tanto esperando, le dijimos que no queríamos las otras(sabíamos que se le habían olvidado), y empezó a decirnos que no, que ahora nos las comíamos. ¿Disculpa? le dije todo lo educada y seria que pude que con el rato que llevábamos ya no las queríamos, que con unas nos apañábamos y se fue diciendo que nos las íbamos a comer. A los 5 minutos aparece con las tostadas en la mano, le digo que no, que gracias pero que no las quiero y se me pone a discutir y gritar. La gente empezó a intervenir, una señora decía que eran unos lentos, que era una vergüenza, la pareja de las cervezas nos miraba ojiplática, hasta que el camarero compungido salió, se las quitó(las tostadas) de la mano y dijo que ya estaba bien. Fue un numerito tremendo. Realmente pienso que este señor no debería estar de cara al púbico, no sabe cómo actuar y le dice que se tranquilice a todo el mundo(clientes, compañeros camareros…), cuando el que debería de tranquilizarse es él mismo. Las tostadas estaban buenas, aunque con escaso tomate. Para pagar tuvimos que ir a la caja y esperar 10 minutos más porque para anularnos las tostadas que no nos habíamos comido se tiró un ratazo. Estaban todos estresados, enfadados, había un mal rollo muy desagradable en el ambiente y teníamos unas ganas de irnos que no podíamos más. El total por un rato de estrés y cabreos(eso sí, frente al mar), fue de 8,50 euros. Nunca más. La verdad es que es una gran pena, porque está en un lugar envidiable y los productos que probé no estaban mal, pero aquí les hace falta una buena mano de gerencia a todos, están muy perdidos. En otra galaxia.
Mario G.
Rating des Ortes: 1 Valencia
Quizá cuando vas a un sitio que está pegado a la playa sabes a lo que te enfrentas, pero no hace falta ser tan descarado. Sábado, las 2 de la tarde, vamos a tomar el aperitivo. Saludamos al camarero y 15 minutos después seguimos esperando a ser atendidos. Las mesas de dentro del local completamente vacías, 5 mesas llenas en la terraza y se permiten el lujo de rechazar a un grupo de 10 personas porque sólo querían tomar café. «No es hora de café… Igual si os tomais una tapita…» Después de 20 minutos de ser ignorados hemos decidido irnos. Hay muchos lugares buenos en la Malvarrosa que no escatiman en atención al cliente.
Sonia M.
Rating des Ortes: 1 Valencia
Un sitio que no le recomiendo ni a mi peor enemigo. Fui hoy a comer con dos amigas, tardaron mas de una hora en traernos la paella, entre medias nos preguntaron varias veces que qué nos faltaba(no tenian ni idea) al final llego la comida fria(unas puntillas frias y sin pizca de sal) y la paella era recalentada infinitas veces, pobre y seca. Está mas rica la envasada de mercadona. Un sitio al que no volver!
Julio G.
Rating des Ortes: 4 València, Valencia
Hoy, pese a que ya estamos prácticamente en invierno, hizo muy buena temperatura y todo el día estuvo despejado. Aprovechando esta situación, dos buenos amigos y yo nos fuimos a pasear por la playa de Les Arens. Luego de andar un buen rato por la arena y sentarnos a tomar el poco Sol que quedaba de ese ocaso azul-marino, decidimos terminar el paseo en este bar-cafetería que es una maravilla porque la terraza se encuentra a pié de playa, por lo que pudimos apreciar en todo su esplendor una luna blanca que contrastaba bellísimamente con el atardecer. En este negocio, además de café(me tomé un bombón por 2 euros) sirven bocadillos, bebidas, coctéles y horchata. En verano me dícen que es imposible encontrar un sitio para sentarse por la cantidad de gente que frecuenta esta zona de la playa. Lo que sí encontré en estado muy lamentable y muy sucios fueron los baños(el de damas se encuentra en la planta baja y el de caballeros en la primera planta), que estaban llenos de orines y papeles en el suelo. Por lo demás fue una experiencia graticiante porque nunca había tenido una vista así de las maravillosas playas de Valencia.