Diblú

Fuimos cuatro amigas y probamos el menú del día, el cual tenía tres primeros, tres segundos y tres postres, creo que con una bebida y pan son 15,80 €. De primero pedimos ensalada, tenía buena pinta, hojaldre de cordero con hummus, que fue lo que más me gustó, y rigatones con salsa de setas, también muy ricos, pero los primeros pecaban de escasos. De segundo pedimos bacalao en tempura con un pâté de aceitunas negras, que estaba correcto pero te acababa cansando el rebozado y una carrillera que no probé. De postre brownie, torrija gigante y frutas. La comida correcta y la atención un poco dispersa, tuvimos que pedir algunas cosas varias veces, pero en fin bien y volvería sin problemas!

Primera visita. El lugar muy bueno para conversar tranquilo (de negocios o de ocio). El menú variado y servido rápido.
La comida fue muy buena. Tomé el atún de segundo platos y me pareció sobresaliente.
Desde postre tome el sorbete de mandarina … Buenísimo

Local ubicado en plena Gran Vía, es un lugar al que, de cuando en cuando y para un pequeño homenaje, he ido estos años con mi mujer casi siempre de menú del día por 15,80 euros que, sin ser de los menús baratos o siquiera promedios en Valencia, tiene un precio adecuado a la calidad y variedad de lo que ofrece en el mismo. En alguna ocasión mucho más esporádica, hemos ido de carta, y ahí la cosa ya subía: yo con agua por no ser muy de vino y mi mujer con copa, por unos 30 euros.
Y la pregunta del millón es… ¿los merece? Bueno, digamos que hay platos y platos, y según lo que escojas, a ese precio, podrías salir satisfecho o cabreado. Pero ahora que el local está incluido en varias páginas de descuentos por reserva previa por internet, la cosa cambia mucho y se deja visitar más sin que el bolsillo llore. Como consejo si sois de muchas bebidas la reserva por
aplica un 30% de descuento sobre la cuenta final. Si sois más de comer que de beber u optáis por no tomar vino, en
hacen un 40% de descuento a la carta exceptuando bebidas. En ambas webs el único requisito es que cada comensal tome al menos un principal bien acompañado de entrante o bien de postre.
Así, valorando el local con descuento se lleva 4 estrellas con un notable alto. ¿Y por qué? Porque por ejemplo puedes hacer este menú para dos y tener un buen homenaje gastronómico con varios de los platos que más me han gustado personalmente tras probar buena parte de la carta:
· Entrantes.
— Surtido de 8 croquetas para probar cada miembro de la pareja: una de jamón, una setas, una de bogavante y una de queso cabrales. Son de buen tamaño, muy finas de sabor y van acompañadas de unas salsas que les pegan mucho al borde del plato en su punto justo para no inundar la croqueta en salsa pero combinar acertadamente, servidas en un bonito plato de pizarra bien presentadas, como todos los platos del local.
— Ensalada de jamón ibérico, con salsa de higos, parmesano, helado de foie y polvo de frutos secos (lo que vienen a ser kikos, almendras y similares triturados pero queda más mono lo de polvo). La ensalada es enorme, y no es la tipica que solamente tiene hojas y hojas de lechuga o canónigos y del resto ves la muestra para que no digas que te han mentido. La combinación del helado de foie con un jamón ibérico que es realmente de calidad y el resto de condimentos la hacen uno de mis favoritos del local. Cierto es que para alguno podría pecar de demasiado dulce, que sobre gustos…
· Principales.
— Rodaballo con gamba rayada. Un plato tan simple como conseguido. Un pedazo de rodaballo en tamaño y en calidad con una jugosidad que es difícil darle a este tipo de pescados que no llevan salsa. A mí personalmente se me hace un poco pesado el plato entero y prefiero compartirlo para tener más variedad, pero los amantes del buen pescado lo devorarán al completo. De la gamba rayada sí que hay que avisar que acompaña bien pero que nadie espere unas gambas rayadas de Dénia tipo gourmet.
— Rissotto de boletus y foie. Muy bueno para lo que acostumbro a probar en España donde no se le suele coger en general mucho el punto a esta forma italiana de hacer arroz. De boletus (a los que toda la vida hemos llamado setas hasta hace unos años) también va bien cumplidito. El foie es lo que quizá es un poco escaso en el plato, pues la cuantía de arroz es contundente y o reduces algo la proporción de arroz o aumentas la de paté, pero tal cual lo equilibran no es muy acertado.
· Postres.
— Torrija de horchata con helado de Baileys. Si te gustan los ingredientes, es tan bueno como promete el título, aunque yo no llamaría torrija a lo que te ponen en el sentido clásico de las torrijas que conozco.
— Coulant de chocolate /​Brownie. Cualquiera de las dos opciones gustará a los amantes del chocolate. Mi consejo aquí es cambiar la bola de helado de vainilla por uno de los originales sabores que tienen en la recámara: de violetas, de limón con hierbabuena…
Toda esta comida con un surtido de panes de la casa tan originales como buenos sube a 36,35 más bebida por persona, pero con el descuento comentado se nos queda en 21,81 más bebida: dificilmente te puedes ir a disgusto del local con esos platos a ese precio. Y he sido algo bestia, porque las raciones del local pese a que hablamos de un sitio de los de plato grande y diseño no son moderadas. Así, sacrificando uno de los entrantes mencionados nos quedaremos saciados salvo excepciones y la cuenta bajará a los 18 más bebida por persona.
Otras recomendaciones: «Tapita de huevo, hongos y foie» y «Tataki de atún».
Una crítica: a las pocas semanas de entrar en El Tenedor y Réstalo, han subido los precios de muchos productos de la carta y no me ha gustado nada el detalle. Si no puedes llegar al 40% de descuento, pon el 30%, pero con tus precios originales (los importes reflejados en la opinión, son en base a los precios actuales con subida incluida).
A evitar: «Foie mi cuit crujiente» (caro e insulso).

Un sitio que no está mal para comer. Está bien decorado y es un sitio agradable para estar tanto dentro como fuera y el trato es apropiado. Bueno, para ser justos había una camarera con un poco de ‘malafollá’, pero el resto eran majos y atentos.
La comida está bien, pero creo que es un sitio que quiere ser más de lo que es. O lo que es lo mismo, que los precios son algo caros con respecto a la calidad de la comida desde mi punto de vista. Probamos arroces, carne y pescado, con buena presentación pero carentes del punto de sabor que le subiría una o dos estrellas para mí.

Un menú bastante elaborado a un precio un pelín elevado pero que tiene su recompensa. Platos excelentemente presentados (eso de emplatar aquí lo hacen de maravilla), y con sabores espléndidos. Fui con mis hermanas a comer y me decidí por el ajoblanco ¡Dios mío, lo que me he perdido todo este tiempo! La cremita, blanca como la nieve y cremosa en su justa medida, era suavecita y deliciosa. Estaba fresquita y, si no recuerdo mal, llevaba almendras picadas por encima ¡buenísima!
Mis hermanas se pidieron arroz de segundo y les gustó mucho, y yo me decidí por salmón con verduritas. Ya que en mi casa no como pescado ni a tiros, siempre que salgo fuera intento comerlo. Estaba también muy bueno, nada grasiento (que es de lo que suele pecar el salmón), y aunque en un principio me pareció pequeñà la ración me quedé de lo más satisfecha, sin salvar hueco para el postre porque como bien sabéis todos, ¡de toda la vida va en otro estómago!
Había bastante gente y fueron rápidos (siempre he pensado que cuando pides menú es como debe ser) y la chica nos iba rellenando el pan conforme lo devorábamos, sin necesidad de estar pidiéndolo continuamente. Estaba crujiente y muy bueno, unos panecitos pequeños que podían variar en sabor, entre los que destacaba un panecito de cereales ¡buenísimo!
Los postres llegaron, y estaba incluido en el menú, pero vimos un brownie con helado de maracuyá en la carta y se nos fue la cabeza, total que nos dimos el capricho y nos lanzamos al chocolate pasando por completo de lo que venía en el menú, que además ni recuerdo. Cuando hay chocolate de por medio mi mente borra todos lo demás, así que nos zampamos dos brownies entre tres y salimos muy contentas. La verdad es que hay menús mucho más económicos por la zona, pero para un día de comida con amigas o de trabajo es muy recomendable. Eso sí, no te salgas del menú que la cuenta asciende un par de euros o tres por cabeza.

Suelo ir a comer el menú de entre semana y la verdad es q aún no me ha defraudado. Y varían muchísimo el menú cada semana. Aún estoy esperando a q repitan un filete de atún, poco hecho, q probé hace meses con una salsa de tomate con verduritas ponchadas y creo recordar q con un poco de salsa de soja. Impresionante! Estaba llena, pero no pude evitar llevarme lo que me sobró para no desperdiciar aquella maravilla. El precio medio/​medio-​altillo y el servicio genial. El a/​a demasiado alto tal vez.

Un restaurante bonito, agradable y con buena comida, para ocasiones un poco especiales.
El local, en pleno ensanche, ha sido decorado con gusto. Mobiliario moderno de diseño en un local estrecho y profundo pero donde han tenido el acierto de colocar en una de las paredes una tela iluminada con un paisaje marino que le da una enorme vida.
La carta es corta pero suficiente. Las materias primas y la elaboración, muy correctas. Pedimos de entrantes una ensalada Diblú (mezclum, tomates cherry, frutos secos espolvoreados, salsa de higos, jamón y helado de foie) absolutamente espectacular. Quizás lo mejor de la comida. También unas croquetas de bogavante y otras de jamón, ambas correctas. De platos principales, un rodaballo con gambas rayadas (pescado a la plancha sin mucha más historia), tartar de atún (estupendo, pero solo para amantes del pescado crudo) y tataki de atún (en lonchas, asado al punto), también rico. De postre, un coluant de chocolate. No puedo juzgarlo imparcialmente; siempre sucumbo ante el coulant. Y el café bueno.
Dos pegas: las raciones (excepto la ensalada, que era generosa) son muy justas. En el caso del atún, escasas. No entiendo a estos restaurantes empeñados en dejarte con hambre. Ya sé que conviene que el cliente pida postre, pero no a costa de ponerle un simulacro de ración. La segunda es el precio. No es desmesurado, pero sin pedir más que una copa de vino y agua, un solo postre y un solo café salimos a casi 25 € por persona. Probablemente la comida lo vale, pero téngase en cuenta.
Entre semana tienen un menú que parece intersante, a 16 €, bebida, postre y café incluidos, que parece interesante, pero que no tiene los mismos platos que la carta.
Un buen lugar para darse un homenaje de vez en cuando.

I had a business meeting the other day, the kind of meeting with men in suits that ride business class from Madrid. Wanting to impress the folk from the capital with a warm Mediterranean welcome, I asked around for recommendations on a classy – but not too expensive restaurant – and finally decided on Dilbu.
I met my clients at the train station and we took a taxi up Gran Via, there isn’t much parking in the area around Dilbu, so beware about that. I had called a few days in advance to book a reservation for 13:45, but we were just about the first ones through the door. However, as we were enjoying our first course, the place did start to fill up quickly. I recommend calling ahead.
The menu of the day featured a selection of three choices for both the first and main courses. All three of us chose the same first course and it was delectable: three bite-​size pieces of zucchini-​wrapped smoked salmon with a cream cheese mouse and a teriyaki sauce drizzled over the top. I was impressed with the presentation, finished with a sprig of fresh parsley. For the main course I had spaghetti with a pesto sauce sprinkled with just the right amount of parmesan, while my two guests opted for oven-​baked cod (bacalao). They too were pleased with their selection.
Along with our meal we were served individual plates with two small rolls, one ciabatta and one a wheat/​grain mix. I definitely made my way through the bread 1) because it was awesome and 2) because I was a bit hungry before the meal, and still feeling a little hungry after. This is the reason why I gave 4 stars versus 5, the portions could have been just an ounce heavier.
For dessert I decided to be «good» and stuck with fresh pineapple instead of the chocolate cake the guys chose, and although the cake looked amazing, I have no regrets.
Coffee was not included, but we ended up ordering two cups each as we stayed at the table long after our meal was finished talking business.
Overall: I will return to Dilbu — and I love that their weekly menu is featured on their website, something I wish more restaurants would do. The décor is modern, a bit of an Asian feel with wood and water accents. The service was as it should be, and the food was wonderful. The price was right for an upper-​class restaurant, but it would have been nice to include the coffee. Oh, and the business meeting? A success!

Lugar coqueto, moderno y original –restos una muralla cuyo origen desconozco incluidos– que ofrece una opción desenfadada pero de calidad para disfrutar de buena comida relajadamente.
Su menú del día –casi 16 euros– es una alternativa francamente buena para comer bien a precio, si bien no barato, nada desmedido. Ofrece un ramillete de ensaladas sabrosas y muy bien presentadas –a destacar la de foie– entre los primeros y de segundo (otras cuatro opciones) se puede optar, normalmente, entre pasta, carne, pescado o arroz.
El servicio suele tener buen ritmo y cuenta con camareros simpáticos y diligentes, algo no tan fácil de encontrar en la maltrecha hostelería valenciana.
Como puntos menos fuertes, destacar que, en mi opinión, las mesas están demasiado juntas y que la carta de vinos, sobre todo blancos, es un pelín estrecha.

Muy bien ubicado en la Gran Vía Marqués del Turia, pero con una entrada tan pequeña que puedes pasar pode delante de la puerta y no darte cuenta.
El local es de forma alargada con mesas algo pequeñas y con una decoración muy actual y además acertada. Al igual que la comida mediterránea que sirven, la cual tiene una fusión perfecta.
Menús para fiestas especiales y también menú diario (más caro de lo normal), pero sin abusar para la calidad que sirven. Su equipo es muy profesional, incluso han trabajado con grandes cocineros españoles.
¡Frecuentado por gente de poderío!

Para ocasiones especiales este es el restaurante perfecto. Dejarás a tu acompañante sorprendido y os dareís el gustazo de probar una comida original, un vino (si os gusta) del bueno y recibir un trato excelente.
Estas tres características son las que lo definen: trato excelente, buen vino y comida original. Yo probé la ensalada Diblú y las croquetas. Casi toda la comida es mediterránea, pero con un toque innovador que le otorgan al restaurante ese carácter especial, y porque no decirlo, esos precios.
Precios, que a mí no me importa pagar si es para pasar una velada especial. La cena nos salió por unos 35 € por persona, y en ella nos entró un entrante, primer plato, segundo plato, bebida y postre.
El servicio es de calidad, estás en un local de calidad y la decoración es acorde a los platos y su presentación, muy moderna.
La creatividad de la cocina y la atención de su jefe de sala es lo que marcan la diferencia, un lugar perfecto para sentirte en un ambiente cosmopolita y distinto al resto de los de la ciudad.
Es un local selecto que no te dejará indiferente cuando lo visites, y pese a su carácter exclusivo también incluye menús para grupos, navidad, fin de año y comida para llevar.
Un servicio que han comenzado a ofrecer recientemente y que nos acerca aún más la cocina creativa y moderna a nuestras costumbres.

Very trendy restaurant on a main street in Valencia. We came here for dinner one evening close to midnight, another large party was having dinner there, and then there was another couple. It was not very busy, but then, it was also a weeknight. This would be a really great place to bring a date.
The waiter that we had was very personable and gave a very good wine recommendation to my husband based on what we were having, and what his preference was. The food is very well presented, and really fresh. I was impressed at how well the fish was cooked, and how tender the pulpo (octopus) was. Flavors were very well balanced and delicate. I would say the menu is a contemporary fusion of traditional mediterranean, spanish cuisine. Valencia has seen a growth in celebrated chefs and an enhanced culinary experience, and I think this is a good example.