Recuerdo este bar desde que era pequeño. Cuando vivía en Valencia mi padre decidió hacer los viernes especiales y si mis hermanas y yo nos portábamos bien durante la semana ese día para cenar mi padre subía a casa bocadillos de allí, para mí uno de calamares. Hace ya bastantes años que nos mudamos a Villamarchante y según tengo entendido el bar ha cambiado mil veces de dueño, con el mismo nombre o con otro, cada vez ha estado en manos de alguien diferente. Un día me entró nostalgia de aquel buenísimo bocadillo de calamares que me pedía siempre, y ¿cuál fue mi sorpresa?, que me enteré de lo que os acabo de contar –había cambiado de dueño-, aún así me quedé a tomar algo mientras charraba con el dueño, y la verdad, no le tiene nada que envidiar el lomo con queso con pan tostado, a los calamares que me servían en mi infancia. Además me tomé una cervecita y un café y sólo me costó 4,20. Y si sólo quieres medio bocadillo son 3,50 también con bebida y café. Por lo que pude ver en la carta, tienen una gran cantidad de tapas y un menú diario barato. Así que cuando baje a Valencia se que más de algún almuerzo popular me tomaré en el Cantó de Goya.