El Principito

Ce café né propose pas de brunch, comme il l’est indiqué ici.
Nous nous y sommes donc rendu, à la recherché d’un brunch, mais non.
Par contre, le patron est français et super sympa!
Il nous a préparé un bon pti dej avec ce qu’il avait sous la main et est même allé nous acheter des croissants!
Il nous a conseiller sur différents sites à visiter et restos à né pas louper tout en évitant les pièges à touristes du mois d’août.
Merci pour tout!

Buen detalle tuvieron a las 12 de la noche pedir una Guinnes y que te la sirvan con pincho de tortilla, sea la hora que sea, un pincho siempre se agradece!

Quedé con un amigo que había tenido una entrevista de trabajo y estaba un poco desanimado porque las condiciones que le proponían eran espantosas, quizá eso sí un poco menos abusivas que las actuales, pero esa es otra historia. La cuestión es que estábamos contándonos nuestras penas, deambulando por ahí, cuando nos topamos con esta cafetería. Soy un admirador irredento del libro de Antoine de Saint-​Exupéry, así que imaginaos, casi como si un fanático de Star Wars se encontrara con el Bar Chewbacca. Mi colega si lo conocía y decidimos tomar algo. Todo el local está repleto de referencias al libro pero sin estar sobrecargado o llegar a la horterada. Tiene un sentido del equilibrio extraordinario y toda la decoración es muy elegante. Cuando me arrebataron por completo el corazón fue al servir el café en una tacita del niño de los rizos amarillos. Debo confesar que intenté robar la taza pero no vi la oportunidad. Por supuesto cuando mi amigo y yo nos marchamos las penas seguían siendo las mismas pero al menos estábamos un poquito más contentos.

Todo lo que tenga que ver con el Principito está bien. Esta cafetería está algo inspirada en el cuento en tanto que tiene alguna reminiscencia al mismo. Las servilletas de papel, por ejemplo, dan muestra de ello y puedo asegurar que más de uno ha cogido una, la ha metido en un libro, y la ha dejado allí como marcapáginas o para escribir una nota para luego regalar.
Y aunque Principito sólo hay uno, aquí en Valencia hubo dos; y yo era asiduo cliente del que estaba enfrente del mercado Central. Allí pasábamos bastantes horas entre cañas, tapas y los cuidados de quienes allí regentaban el local. Cerró y sólo se quedó en activo el que aún sigue en pie, más céntrico, el que está más metido en el barrio del Carmen.
La esencia es la misma, simplemente ocurre que cuando te haces a un lugar, a sus sillas, a su estructura, a su localización, te resulta complicado cambiar. De todas formas, tiene todo lo bueno de aquel. Tienes cervezas, algo de embutido frío para picar, refrescos y algo de alcohol y, en general, está bastante bien.
Tampoco te esperes una oda ni un homenaje al cuento de Exupery; plantéatelo como un lugar agradable, a buen precio, donde puedes pasar un buen rato si te pilla sólo o si vas en grupo y algo más retirado de toda la zona de ocio y de los gritos de la gente.

A pesar de que cada vez que quedo en este peculiar bar-​cervecería-​cafetería es para sentarme en la preciosa terraza, lo que más destaca se encuentra en el interior: un tirador de cerveza con la forma de El Principito. Toda una gran frikada que merece observarse en primera persona. No os lo perdáis.
Y contaba lo de la terraza porque está ubicada estratégicamente en el parque de la plaza de Vicente Iborra y claro tanto mis colegas como mis perros están muy a gusto.
Aunque jamás he pedido nada para llevarme a la boca, es ideal para tomar el café de primera tarde o unas cervezas al anochecer.
Nota para cleptómanos: no robes la customizada taza inspirada en el conocido personaje de Saint-​Exupery.