Hemos comido fenomenal, los codillos buenísimos junto con el puré, ensalada y demás. El postre casero y típico alemán, un diez. Son postres nada dulzones, muy naturales de sabor y por tanto muy agradables de comer. Enhorabuena a su cocinero.
María Q.
Rating des Ortes: 5 Valencia
Este rincón bien se ha ganado el hueco en el corazón de mi estómago ¡cómo no! Todo a base de unas carnazas y delicias alemanas de impresionante sabor y calidad infinita. En la definición de amor de la RAE debería salir la fotografía de su dueño, Horst, junto a un kilo de salchichas de ternera humeantes y recién cocinadas por su agradable mujer, que siempre anda liada en la cocina. Lo descubrí gracias a un Unilocaler, y allá que he ido, he vuelto a ir, a repetir y «tripitir», o sea que pienso«cuatripitir» y «quintupitir, si me lo permite el verbo, por supositorio. El local es nuevo, recién reformado, muy limpio y agradable. La decoración, austera y escasa, pero aquí lo que cuenta es lo que viene en el plato… De hecho, el solo detalle de tener madera en el techo y que las mesas del fondo del local estén empotradas en la pared, hace más acogedor sentarse a degustar un festín de comida alemana. Dispone de un menú diario por 6,90 euros sin bebida, pero muy correcto en variedad y de una cantidad justa para salir satisfecho, pero no con ganas de dormir 7 horas de siesta. En las varias veces que he ido, he podido probar varias clases de ensalada: de patata(típica alemana), de col, con lechuga y carne… pero con lo que más he podido disfrutar es con la variedad de salchichas que ofrece. Recomiendo, igual que lavarse los dientes tres veces al día, comerse una salchicha de ternera con chucrut, eso no se puede aguantar. El sabor, la textura, la calidad de la carne son superiores y es que, tal y como nos relató el mismo Horst(que, para placer y deleite de todos los clientes es carnicero), trae toda la carne de su tierra ¡y vaya si se nota! Pero no todo se reduce a salchichas, aunque podríamos vivir de ellas el resto de los días, sino que ofrece todo tipo de guisos y platos más y menos conocidos: Frikadelle(una especie de hamburguesa casera con salsa y cebolla pochada), codillo al horno o cocido(o sea al estilo berlinés o de Munich), ensaladas súper originales y diferentes, sopas deliciosas y unas bolas de carne condimentada con pan y un nombre muy raro que no logro recordar, aunque exprima mis sesos al máximo, lo siento. Los postres son espectaculares. Una tarta de chocolate prima hermana de la típica de galletas, pero con más sabor y unas capitas muy finitas; un apfelstrudel brutal, y es que con el amor con el que está todo cocinado por una señora alemana y la experiencia de un carnicero alemán, de allí no pueden salir más que maravillas. Cinco estrellas, porque no hay más, y una promesa: actualizar mi comentario cuando pruebe el famoso codillo que me quita el sueño desde que entré por la puerta. Ah, hay que encargarlo con antelación, así que si lo pruebas antes ¡no nos prives de tu opinión! Volveré cien mil veces más.
Isthar S.
Rating des Ortes: 5 Valencia
La verdad es que en esta ocasión poco puedo añadir ya a lo dicho por mis compañeros, y es que nunca había disfrutado tanto comiendo comida alemana. Las ensaladas están deliciosas, las«semmelknödel» me encantaron(aviso que llenan de lo lindo), las frikadelle me cautivaron y las salchichas estaban realmente sabrosas. Culminar además la cena con una típica y casera«apfelstrudel»(tarta de manzana) fue para mi estómago, el summum de la felicidad. El local está muy bien cuidado y decorado con gusto. Pero si algo destaca de este«Rincón alemán» es la amabilidad sin límites de Horst, el dueño, quien no sólo nos obsequió con una explicación de cada plato, sino que nos atendió e hizo sentir como en casa. Da gusto cuando la gente se muestra tan atenta y cordial. Salimos de allí con el eswtómago lleno y una amplia sonrisa de satisfacción. ¿Puede haber algo mejor? Sin duda volveré por allí.
Gonzalo M.
Rating des Ortes: 5 Valencia
En una noche muy especial por razones que trascienden el alcance de esta reseña conocí a Horst, un alemán que decidió venirse a Valencia y traerse buena parte de la tradición gastronómica de su país. Pero lo mejor es que, además, la puso a nuestra disposición a través de su restaurante, el ‘Rincón Alemán’. Un espacio actual, moderno y bastante sobrio, con una iluminación algo atenuada que, si bien no es la ideal para fotografiar lo que te vas a comer(lo lamento por las fotos), cumple perfectamente el objetivo de crear un ambiente agradable y relajado, cosa que, al fin y al cabo, es lo principal en un restaurante. Horst ha recurrido a preciosas fotografías de lugares más o menos emblemáticos de Alemania, a numerosos cráneos de pequeños bóvidos y alguna que otra pieza de arte o bodegón para romper la neutralidad del conjunto. También el espejo horizontal, iluminado con luz rasante, aporta más amplitud a la zona del fondo del local e introduce sensaciones interesantes de imágenes infinitas. Infinitas, sí, como infinita parece ser la pasión que los dueños le ponen a su trabajo, a juzgar por lo allí vivido. Horst nos recibió muy amablemente, invitándonos a disfrutar como si estuviéramos en nuestra propia casa, y aunque la compañía en sí ya era para estar a gusto, esa es la sensación que nos transmitió durante todo el tiempo que estuvimos allí. Nos preparó una degustación de productos muy representativos de la cocina alemana, arrancando, cómo no, con una ronda de bebidas en la que la cerveza fue la estrella indiscutible. En lo personal, diré que el trigo tiene algo que me hace disfrutar todavía más de aquella… Ya con el pan en la mesa, junto al que por supuesto se incluía el excelente ‘brezel’(o ‘pretzel’), pudimos degustar un surtido de ensaladas(‘tortellini’, ‘kartoffelsalat’, carne y mixta). Bueno, los más rápidos pudieron, porque yo me despisté un poco y cuando me quise dar cuenta ya quedaba bien poco en el plato, signo inequívoco de que estaba excelente. Dimos paso a las ‘semmelknödel’, o bolas de pan, con un toque de beicon si no recuerdo mal y con una deliciosa salsa de champiñones, para finalmente atacar a un exquisito surtido de salchichas — de ternera ahumada, ‘bratwurst’ y ‘thüringer’ -, escalopes ‘schnitzel’ y hamburguesas alemanas ‘frikadelen’ por cuya salsa sería capaz de hacer alguna barbaridad… En una especie de simbiosis perfecta, contamos también con unas patatas fritas caseras, cortadas en pequeños discos, y un sabrosísimo chucrut ‘sauerkraut’. La cerveza seguía acompañándonos en todo momento, siendo testigo también del momento álgido de la noche en el que todos los presentes celebramos la llegada de una espectacular tarta de manzana ‘apfelstrudel’ completamente casera cuya única pega fue el tamaño de la ración. Bien es cierto que estábamos llenos, pero también que hubiera hecho un esfuerzo inhumano por zamparme todas las que sirvieron… Lo siento, aquí no soy nada objetivo. Incluso puede que un poquito exagerado. Mmmmm… ¡Qué sabor! Para terminar de exaltar lo que puede ser una gran amistad, puesto que pienso volver a visitar a Horst siempre que me entre la ‘morriñalemana’, este nos obsequió con un licor de hierbas ¿Jägermeister quizá? que, pese a ser fuerte entre los fuertes, me supo también a gloria. En la despedida destacaron las caras de satisfacción de todas las partes, los unos por haber disfrutado con lo servido y los otros por la satisfacción de habernos servido lo mejor, hecho por ellos mismos. Me quedé con las ganas, eso sí, de que me sirvieran la cerveza en una de esas jarras en las que perfectamente ‘Obélix’ pudo caerse de pequeño, así que ya tengo la excusa perfecta para, si paso por la puerta del ‘Rincón Alemán’, entrar a saludar y satisfacer mi deseo en esa pequeña barrita de la entrada, parte en la que Horst ha querido mantener la estética de las construcciones rurales alemanas que todos tenemos en nuestra cabeza. Y como dirían los aragoneses a las visitantes de aquel país, ¡Ale, maña! ¡Ya sabes lo que tienes que hacer si te gusta la comida alemana! ;)
Salva T.
Rating des Ortes: 5 Valencia
Me ha gustado mucho. Acudía pensando en las Frikadellen y no me han decepcionado. Barato. 8 € y pico por persona el menú de hoy sábado. Cerveza de trigo sin filtrar incluida. El apfelstrudel muy bueno. Mi suegra le ha dado el visto bueno. Sabores muy caseros. Presentación tambien. Y el trato, muy amable. Como son ellos. Espero que duren mucho tiempo.
Samuel M.
Rating des Ortes: 5 Valencia
Comida alemana tradicional en el centro de Valencia y con unos precios buenísimos. Tienen menú de día y de noche, aunque creo que no todas las noches. Hacen precios especiales para grupos y la atención en general es estupenda, muy familiar, atenta, amable y eficiente, teniendo en cuenta que todo lo llevan entre 2 personas. Auguro futuras contrataciones aquí porque creo que va a tener mucho éxito. Sobre los platos, las frikadelle(hamburguesas caseras) y la salchica ahumada de ternera me hacen rugir el estómago de solo pensar en ellos, pero en general todo está muy bueno.