Una cafetería pequeña en un chaflán del ensanche. Servicio amable y eficiente. Cafés, tostadas, bollería y algo de bocatas para almorzar. Ambiente familiar y acogedor.
María Q.
Rating des Ortes: 4 Valencia
¿Sara y Diego? ¿Saúl y Dinio? lo averiguaremos, pero el caso es que Saydi acaba de aterrizar en el barrio y ya tiene la terracita a reventar. Bien es cierto que es pequeña, pero es que justamente atrae el sol de las mañanas valencianas y hace esquina(chaflán, como nos gusta decir aquí), así que da gusto sentarse a cafetear o almorzar. Nada más verlo nos atrajo, no sólo por sus mesas soleadas, sino porque una pizarrita colgada de la puerta invitaba a la nueva clientela con una frase muy seductora: granizado de limón u horchata, 1 euro. ¡Amigos, como en el mercado las bragas, oiga, que me lo quitan de las manos! Finalmente me pedí un café descafeinado con el almuerzo, pero esas ofertas se quedan en el centro neuronal de mi cerebro y quizá lleguen a la tumba en el recuerdo… si consigo mantener la memoria de elefante de mi abuela. Muy decididos, nos sentamos en una mesa de la terraza y pedimos un bocata de revuelto de beicon, coca-cola, agua con gas y cafés. El camarero era muy amable y apreció lleno de sonrisas gratuitas(que a veces yo pagaría porque me sonrieran un poco, en serio) y eficiencia. De repente se levantó viento mistral, los árboles se mecían, el polen te entraba por todos los orificios corporales… así que nos metimos en el interior(de apenas 5 metros cuadrados), donde quedaba una pequeña mesa rodeada de currantes en su parada técnica y señoras jubiladas desayunando y hablando de sus nietos. Allí acabamos el almuerzo, el bocata bueno, los cafés también(incluso el descafeinado), y encima ¡tienen azúcar moreno! Me sorprendió lo ordenado que estaba todo en la barra, claro que es nuevo pero para el poco espacio del que disponen estaba todo muy bien pensado. Sólo hay dos personas en el local ¿Santi y Dionisio? el próximo día se lo pregunto porque a Saydi ¡volvemos!