Me enfrento aquí con la reseña de un sitio que sinceramente nunca me había llamado la atención. Es el típico bar con el rótulo de Cafés Valiente, lo cual le da cierto aspecto de franquicia que hace que no apetezca tanto entrar. Pero llegaron las fallas y con ella la masificación, especialmente después de las mascletás y Suprem se convirtió en nuestro bar comodín por la sencilla razón de que nunca estaba lleno, cuando en el resto de sitios de la zona no cabía un alfiler. En un principio pensamos que sería por la calidad o el precio pero tras haber entrado unas cuantas veces pudimos comprobar que, sin ser algo excepcional, la calidad era correcta y el precio muy asequible. Esto unido a su extraordinaria situación y a que la atención es rapidísima, lo hace un lugar a tener en cuenta cuando los bares de moda quedan lejos o cuando simplemente no nos apetece pensar a donde ir.