Banco Francés

El banco Francés es el único banco al que voy sin pensar previamente «uh, tremendo bajón». ¿Por qué? No es que me divierta ir a hacer trámites, pero la verdad es que exceptuando días puntuales en los que he tenido que comerme largas filas, esta sucursal es una en la que no suele haber demasiada gente, y, sumado a eso, la atención es siempre ágil e impecable.
Las tres chicas de la caja son una más divina que la otra. Los oficiales de cuenta que he tratado hasta el momento también son educados y expeditivos.
La sucursal cuenta con 3 boxes de atención al cliente –1 de los cuales es para atención VIP pero si no hay vips también se atiende al público general-​, 1 box que es el del contador y que de vez en cuando también atiende al público, una oficina cerrada, vidriada y bastante más grande que los box que es la de la gerenta del banco, y 3 cajas, que increíblemente siempre están atendidas por las 3 cajeras (abundan los ejemplos de bancos con miles de cajas donde solo están funcionando dos). Incluso si alguien se toma licencia, mandan un reemplazo, pero siempre están atendiendo las tres. A menos que haya habido un tema puntual como una cajera enferma momentáneamente, por supuesto.
Además, hay 2 cajeros automáticos y 2 terminales de autoservicio. El cajero de la derecha es medio una cagada porque está pegado al vidrio de la vereda, por lo que muchas veces por la mañana no se llega a ver la pantalla. Creo que ese es el único puntito negativo del banco.
Además está en pleno centro, donde se ubican todo el resto de los bancos que hay en Adrogué, por lo que su acceso es cómodo (no así conseguir lugar para estacionar si vas en auto).