Club del Progreso

¡¿Cómo es que este lugar no tiene MIL reseñas ni se volvió tendencia en microcentro?!
No le doy 5 estrellas por dos simples razones:
1) Fue mi primera vez
2) Acceder al comedor sin consultar y si no conocés no es tan sencillo como debería.
¿Cómo hago para empezar una reseña de un lugar que me enamoró apenas entré? Tenía expectativas, no muchas, pensé que iba a ser más tipo «Club social» y resultó ser una cosa antigua, entre victoriana y barroca que me llenó el alma.
LUGAR
El lugar es simplemente espectacular, quizás las fotos ayuden a entenderlo, porque creo que cualquier descripción se queda chica: escaleras de mármol, mucho roble, mesas y sillas como las de antes, mozos jóvenes pero vieja escuela.
MORFI
Gourmet. Tienen menú del día y otras opciones. El menú del día incluye un plato principal importante, bebida (botella de 600) y postre o café.
Antes de empezar te traen una variedad de pancitos calientes que son orgásmicos.
En esta oportunidad probé el carré de cerdo con salsa agridulce y el puré de batata y jengibre. El carré estaba rico, el único problema es que no estaba lo suficientemente tierno para la clase de cuchillo que había en el lugar (pedí otro pero eran iguales) El puré: MÁGICO. Qué buena combinación.
De postre pedí el flan casero, con caramelo recién hecho… Una cosa espectacular.
Me falta conocer los baños y probar el café.
CONCLUSIÓN
Tienen que ir. El lugar es una cápsula del tiempo, con comida hermosa y a un precio MUY conveniente. $ 99 (febrero 2016) (me acuerdo de la milanga con 3 papas y gaseosa chica de Los Galgos de ayer que me salió $ 150 y me quiero poner a llorar)
Vale la pena. Prueben y casi seguro que no se van a decepcionar.
TIP Podés reservar algún salón para algun evento privado, reunión, etc.

llegué al club del progreso por un casamiento. había pasado mil veces por la puerta pero por supuesto, no es mi tipo de lugar, así que no había entrado hasta este sábado.
el edificio es hermoso. no pareciera estar modificado, más allá de las restauraciones esperables de pintura y eso. las molduras siguen a la vista, los pisos siguen siendo divinos, con rombos blancos y negros en algunos lugares, madera en otros. las paredes de la planta baja también están divinas. lo más lindo de este nivel es la barra de madera, tradicional, en el recibidor.
era un casamiento, así que el menú no era el habitual. pero estuvo muy bien. primero un bandejeo de canapés con salmón o jamón crudo y creo que alguna opción vegetariana había, aunque no vegana. mimosas, camparis y gaseosas y agua. muy bien.
la entrada, en el patio (muy lindo también, con árboles, enredaderas, arbustos, no da la sensación de estar en pleno centro porteño), estuvo muy bien también: mesas con bandejas de fiambres y quesos, tomatitos, algunas lechugas, brochettes de pollo, tempura de langostinos, pancitos, chupitos de guacamole con nachos (punto por la frescura de la palta y la crocancia de los totopos).
también en el patio había una barra que estuvo abierta toda la noche. equipada con bebidas de casi casi primera línea: smirnoff, beefeater, camapri, branca, aperol, whiskys varios y buenos, vino, el champagne era medio desconocido pero quizá soy yo.
premio para el gin tonic hecho con beefeater, schweppes (botellitas de vidrio abiertas para cada ocasión) y pepino. delicia.
eso sí: en cada oportunidad tuve que pedir que le agregaran gaseosa.
la comida de sentados/​as fue en el primer piso (salvo que haya un ascensor escondido, el lugar no es accesible) y también estuvo bien y original: ensalada caprese de entrada, costillitas de cerdo con coleslaw y papas en cuña. no soy fan de la carne en general, pero este corte estaba muy bien hecho, con salsa barbacoa y se podía comer con cubiertos (confieso que temí cuando lo vi llegar, pero funcionó). toda la comida con vino tinto la emilia, gasesoas y aguas.
la mesa dulce también fue en el patio. chupitos de brownie con dulce de leche y merengue, y de flan mixto. tortas de brownie con dulce de leche y merengue, tartas de frutas con crema, brochettes de fruta y algunas cosas más que no llegué a ver. esta parte con champagne. y la barra abierta hasta las 4:30, 5.
a esa hora hubo bandejeo de cerveza rubia y negra, pizza y medialunas recién hechas de manteca y grasa para tomar con café.
puntos para el baño: siempre estuvo limpio y en el del primer piso había una canastita con productos de higiene, desodorante, carilinas, hilo y aguja. me pareció un detalle hermoso.
solo me podría quejar de la música, pero no se si fue el lugar o la pareja de recién casados/​as (en ese caso recibirán un mail siniestramente hipster aunque lleno de amor).
espléndido. lo recomiendo. además, si hubiera estado medio borracha, habría podido jugar a sisí la emperatriz bajando por la esclaera de mármol.

Primera vez que voy al club del progreso y quede fascinada. El lugar es divino y me sorprendio mucho el hecho de que es del 1800 segun dice en una placa. Fui en el evento presentacion del espacio clarin en mar del plata y de la temporada de la misma ciudad. A la entrada quisieron ingresar algunos socios pero no pudieron porque estaba reservado para un evento. El lugar en si es enorme con un hall de recepcion. Un salon donde estabamos la prensa y los famosos. Se veian otras habitaciones u oficinas. Habia escaleras en rse salon que conducian a otras habitaciones u oficinas. Habia un patio bastante grande con empedrado, madera y muchos escalones. Un verdadero peligro. Habia cocktail con copas de langostinos y demas cosas por el estilo de las que no se demasiado porque no me gustan. Despues hubo sandwichs de carne y de cerdo a la parrilla como la que suelen cortar en los cumple de 15 o casamientos, albondiguitas con tuco muy ricas, bocaditos de verdura y de langostinos fritos, hojaldre con jamon crudo y mozzarella. Para terninar distintos postres en vasitoa. Yo probe el brownie con dulce de leche y merengue italiano. Sencillamente delicioso. Ademas habia gaseosas, vinosby champagne chandon libre.

Excelente Lugar! El Restaurant es en el Patio Cubierto del Club. La atención desde la Recepción, el Mozo y el que nos despidió fué de 10 !!!
Fuimos Viernes al mediodía, con el menú ejecutivo de $ 95 (Plato Principal + bebida) y por $ 40 adicionales se puede acceder al postre.
Son platos Gourmet !! Muy sabrosos y muy bien servidos.
Probamos Bondiola de Cerdo con Arroz… Exquisito !!!
Obviamente voy a volver !! Muy recomendable!!! Como los lugares de antes… bien atendidos… con mozos de profesión y con buenas recomendacines.
Vayan !!

Me encantan los lugares que presentan un menu ejecutivo especial para el medio dia con un precio accesible y este es uno de ellos. $ 95 el menu ejecutivo con bebida y $ 40 adicionales por el postre. Muy lindo lugar, un ambiente super agradable y muy buena atencion, resto de lujo, con una opcion economica y sin disminuir su calidad, comi ribs de cerdo con papas y estaban muy buenos y de postre flan de coco, buenisimooo! La vajilla hermosa, me encanto! Si estas en la zona, sin duda tienes que almorzar en el club del progreso

Uno de los mejores restaurantes a los que fui en fácil los últimos 6 meses… El lugar te transporta a otra época, la comida es deliciosa. Nos recibieron con un trago de cortesía y nos despidieron con otro para el postre. El personal es excelente. Es genial!!!

El ambiente te transporta a la era dorada, en una casona estilo francés de 3 pisos con un patio y área de bar.
Fuimos después del teatro, tarde para cenar, pero no sentimos el apuro de la noche y que fuimos casi los últimos en irnos.
La especialidad de la casa es el cochinillo para grupo de 6 personas, que la mesa de al lado tuvo el placer de degustar. Nosotros preferimos la carne de cerdo que estaba exquisita. Me quedé con las ganas del cordero porque ya no había mas.
La atención es muy buena y los mozos muy atentos, dan distinción al lugar y están a la altura de la imagen que brindan.
Tienen un menú variado pero no tan largo como para marearse y una carta de vinos excelente, para los exigentes y no tanto. También se puede ir a tomar los mejores scotchs, whiskies y tragos de buenos aires.
Es una excelente opción para la zona si quieren comer bien, en un ambiente diferente y con una atención placentera.

Club del Progreso came highly recommended from various sources and I had a chance to give it a try on my last day in Buenos Aires. The restaurant is located on an unassuming street and has a bar section at the ground floor. A grand staircase leads you up to the dining room which is quite an impressive entrance. The entire place has a nostalgic aura and gets your expectations up about the wonders that their kitchen can churn out. I had a chance to try the suckling pig, which I have never had before and from this point on will judge everything else in my life in comparison to this amazing dish! It is served on a hot silver platter with roasted beets, potato and apple. The crispy skin is baked to a golden perfection and reminiscent of a delicious bread crust. My «quarter cut» hosted the left fore leg and the head of the baby pig. The meat is so succulent and flavorful it is hard to imagine anything can be better in this world. The ribcage was crusted with a spicy rub on the inside so eating the individual micro ribs were a lot of fun as every once in a while you would get these pockets of spicy flavor burst on your tongue. The friendly waiter kept offering fresh baked bread throughout the meal and made it very enjoyable to sample the varieties of baked delicacies that were coming from the kitchen. I was told that the baby pigs are usually less than two kilos in size and about two weeks old when they are slaughtered. The meat is spit roasted on a wood/​coal fire for about four hours which ensures that it is cooked to perfection through and through. An incredibly memorable experience all around!

Club del Progreso es un club social y cultural que fue fundado en antes del 1900 y se encuentra ubicado en la emblemática zona de buenos Aires donde se puede apreciar todo el espiritu porteño de antes.
Lo que tiene de lindo y único es su patio que cuenta con un horno de barro y un muy grande gomero que data de varios años.
Acá se sirve comida porteña tradicional y clásica, con algunos acentos gourmet que están inspirados en la cocina de Doña Petrona. Hay cosas «raras» como ranas a la milanesa. Sí, creanme, sirven ranas a la milanesa. Para mi, algo que es rico y abundante: la suprema con guarnición. Sencillo, sabrosa, sin muchas vueltas y para compartir. Doble win.