Don Ignacio

Don Ignacio tiene un ambiente sencillo, decorado con posters, fotos y cd’s de rock. De fondo suena Santana, ZZ Top o Led Zeppelin. Lo mejor del lugar, las milanesas, que van de los $ 70 a los $ 120 o las de pollo entre $ 80 y $ 140, todas con puré o fritas. Para acompañar la botella de Stella o Heineken a $ 85. Para el postre hay budín de pan o flan casero a $ 40. No cobran servicio de mesa y solo aceptan efectivo.

Buscando nuevos lugares para conocer di con Don Ignacio, al ver las excelentes reseñas fui con los ojos cerrados.
El lugar en si ya es llamativo, esta lleno de muñequitos elvis, tapas de vinilos en las paredes, afiches de conciertos míticos, la cultura pop inunda todo el salón.
La comida en si no tarda mucho considerando que todo es fresquito y hecho apenas vos lo pedís, pero si son ansiosos pueden empezar con las empanaditas fritas de carne, buenísimas, jugosas, amor hecho empanada!
Como plato principal pedimos una milanesa don ignacio con papas fritas que compartimos, pero ojo, uno solo se la puede comer tranquilo,
Ahora hablemos de esa milanesa, una milanesa que dios baja especialmente del cielo para empanar, para freír y llevarla a la temperatura perfecta hasta la mesa, Acompañadas de unas papa fritas que están a la altura de semejante milanesa.
Todo esta perfectamente condimentado, te olvidas de querer poner mayonesa o mostaza, todo esta como debería, enserio, no exagero.
Y no es para nada caro, las milanesas con guarnición incluida están $ 120 de promedio, la cerveza brahma $ 65.Tienen delivery pero hace poquitas cuadras.
Voy a volver a probar las hamburguesas y los postres, ame don Ignacio!

Cuando me dieron la llave de mi depto nuevo, estaba parada en la puerta, todavía no había entrado y mi tío me dicen «En ese lugar de enfrente hacen las mejores milanesas a la napolitana que vas a probar» al final se equivoco, porque todas las variedades de milanesas son geniales, no solo las napo.
Cuando empece a leer reseñas sobre este lugar me dio un poco de curiosidad y cada vez que le decía a alguien donde vivíà la referencia era, enfrente de Don Ignacio, acto seguido la pregunta «Fuiste a comer ahí?» y siempre respondía que no. La verdad es que nunca me senté a degustar sus platos allí, siempre compre para llevar. La que lleva el nombre de la casa, viene con huevo frito, tipo a caballos y la que se llama primavera viene con salsa, muzzarella, jamón y huevo duro. La guarnición puede ser fritas o pure, un calsico todo muy argento.
Es un lugar muy rockero, con mucha decoración de posters de Elvis y Frank Zappa y hasta un toca discos. La atención no se esmera en simpatía pero cuando entra alguien y no saluda al local, el dueño se lo hace notar, ademas debo reconocer la calidad de sus comidas y la rapidez con que el plato esta disponible para degustar. El precio esta bien, algunos no llegan a los 100 pesos y otros lo superan pero por muy poco. De verdad que no podes morirte sin probar las milanesas de este lugar

Viví durante 4 años literalmente a la vuelta de Don Ignacio. Comía en Sanchez & Sanchez, en Dambleé, en Haru, en El Aljibe, compré pastas en Caprizzi. Todo en un radio de 2 cuadras de Don Ignacio. No puedo creer que no haya probado las milanesas hasta 6 años después de irme del barrio (me quiero matar), dos días después de sacar cuenta en Unilocal.Salió como anillo al dedo una reunión de trabajo a la vuelta, y recordando el dato, fui a probar suerte a las 3 de la tarde. Seguía abierto, pregunté y me senté. Como andaba corto de cash opté por la mila tradicional con fritas. La milanesa es casi perfecta (cómo logran ese apanado?). Las fritas no tanto. El lugar es divertido, y el personal amable. Voy a volver a probar las otras variedades.

Lo conoci gracias a Unilocal,sin lugar a dudas las mejores milanesas de la ciudad. Atención amable y aire de barrio en el corazón de Buenos Aires.
Ambiente pintoresco, una verdadera perlita.

Espectacular. Excelente la comida y para el que le gusta la musica (sobre todo el rock and roll) se va a deleitar con el decorado. Altamente recomendable.
Me pedi una porcion de vacio con fritas y mi novio una milanesa a la fugazetta. Ambos platos estaban espectaculares. Un dato importante: te preguntan como queres la carne y cumplen.

La búsqueda de la buena mila napolitana es algo que viene de antaño. Se dice que el primer hombre que tomó esta tarea fue Cristoforo Colombo, también conocido como Cristobal Colón.
Este sujeto, habiendo comido todas las milangas de Napoles (Porque de ahí vienen las milanesas napolitanas, ¿no?), decidió buscar más allá de las tierras conocidas. Con el favor de cierta reina picarona que tenía debilidad por la carne genovés logro embarcarse al nuevo mundo donde dedicó su vida a esta búsqueda.
Hoy en día es un poco más simple. Es cuestión de entrar a Unilocal y buscar la mejor milanesa. En Buenos Aires la campeona parece ser la de Don Ignacio y siguiendo la recomendación de nuestro CM todopoderoso, decidimos con mi amigo Tomás (Cuyo fanatismo por las milanesas napolitadas es solo comparable con la del genovés) ir a este fantástico lugar.
Con una decoración de otra época, llena de cartelería vieja y figuras de Elvis, Don Ignacio no dice mucho sobre la calidad de su comida. El lugar, con pocas mesas, se ve como un viejo café o parrilla de barrio, llevando aún esas arcaicas servilletas odiosas de plástico que no sirven para nada excepto medir el nivel de grasitud de las cosas.
El menú contenía mil cosas que no importaban, porque lo que fuimos a buscar era una carne empanada. Tras analizar mis opciones decidí ir por la milanesa «Don Ignacio» de pollo. Básicamente es una napolitana con dos huevos fritos, cebolla y queso rallado. Para acompañar unas papas provenzal que vi pasar a otra mesa y no me pude resistir.
Tomas, en cambio, decidió ir por el mismo plato pero de carne de vaca.
Pasó un pequeño tiempo hasta que finalmente llegaron nuestros platos, en bandejas de metal daban aún más esa sensación de cafetería de la vieja escuela. ¿Cuántos años llevaba Don Ignacio ahí, tan cerca de mi casa, y yo sin saberlo?
Cuando di el primer bocado entendí porque no dudó ni un segundo en su recomendación Unilocal.Esa milanesa, toda aceitosa, exuberante, jugosa, era mágica. Había algo en la suceción de bocados que no te dejaba abandonarla. Solo había milésimas de segundo para darle lugar a las papas. En mi mente corríà la fantasía de que el aceite que utilizaban era el mismo desde los 90’s y por eso tenía ese gustito tan especial. Probablemente no sea así, pero uno puede soñar, ¿no?
Era tan grande que no terminé la milanesa que estaba en mi plato y el mozo, elocuente, me lo hizo notar.
No había lugar para postres ni nada, pero si para un fifita, así que pagamos con el bueno de Tom y nos vinimos a casa a darle un poco a la play.
Ah, ¿y qué le pareció a Tomás el fanático de la milanesa?
Cree que es una de las mejores — sino la mejor– que ha probado. A mí me gusta pensar que todavía hay alguna por ahí dando vueltas, escondida, que es superior. Y después otra mejor que esa. Y otra. Y otra más. Es lindo saber que uno puede aún aspirar a encontrar otra joya escondida. Que, como creía Cristoforo, todavía hay mucho por descubrir.

Bueno acá tiro polémica de una… ¿ Son las mejores milanesas? Puede ser pero también hay un poquito de exageración… me parece, lo digo con todo respeto para los fanáticos de este particular local.
Llegamos con mucho hambre, como para arrasar, un sábado. Era tarde y sólo una de las mesas estaba ocupada. Al principio la atención fue del estilo «masa seca», te dejo plato y decime qué necesitás. Después se fue ablandando con la panera y mientras nos distraíamos con la particular decoración del lugar. Tienen posters, muñecos y muchos detalles para los nostálgicos que lo transforman en un «bodegón con estilo nerd» (que nos encanta).
Vamos a lo importante: la cerveza bien fría como debe ser (y sin estar congelada). Las milanesas ricas y grandes (podés elegir entre papas fritas o puré). Fuimos por la que tiene rockefort (re-​co-​men-​da-​dí-​si-​ma) y una siciliana (rica, pero ganó la otra).
Las milanesas que nos tocaron estaban tiernas, eran abundantes e imposible que no estén buenas con todo lo que le pusieron encima! Pero ay ay … las del Preferido tienen lo suyo también, las de la Farola y la «Alaska» de Cervantes II también.
Creo que habría que hacer un MILA5K y que las mayorías decidan.

Gracias Unilocal,gracias Unilocalers.
Don Ignacio es el ejemplo de lugares que amo encontrar gracias a esta comunidad hermosa. Me encanta tener identificados lugares dde está la mejor opción para un tipo de plato, y en Don Ignacio esta LA MEJOR MILANESA DE BUENOS AIRES.
«Nah pero vos por que no probaste las milanesas de mi mamá». Si decís eso es porque no probaste estas milanesas. Pero, vayamos por parte.
El local:
Pequeño espacio multicolor lleno de discos pegados a las paredes, posters retro, sifones y almagritud (porque Once no es realmente un barrio). Mesitas de madera estilo café antiguo, mostrador y bebidas. Glamour? Dejalo para Palermo.
La ingesta:
Emoticon de emoción con lágrimas. Que locura esas milanesas por favor, que gusto único. Cuando preguntas si son para compartir te dicen que viene solo una porción, pero es una porción tamaño calzado de Ginobili servidas en una bandeja que apenas alcanza para contenerla. La carne que usan debe ser de vacas virgenws sagradas, alimentadas a base de grama brasilera only, ternuraaaa. Y el empanado es clave, de verdad distinto. Liviano, sin excesos de pan rallado y todo en una cocción de punto exacto. Si, hay que esperar que las armen, pero lo vale. Atención, también tienen parrilla,.pastas y otros sabores, pero no te pierdas la especialidad de la casa. Acá hay milanesas casi con cualquier cosa que le puedas poner arriba, y seguro que si no estáen el menú se lo pueden agregar porque esta gente entiende que no hay malas combinaciones.
El ambiente
Lo de Ignacio compensa el poco espacio con una excelente atención y predisposición para con sus clientes. Fuimos con amigos y un pequeño de 1 año, y nos dieron toda la atención que ameritaba. Es un muy buen lugar para ir con amigos y disfrutar de una comida casera hermosa
Es verdad que hay olor a frito, y que el lugar puede ser un poco ruidoso por ser chico, esto quizás son los puntos que más cueste disimular.
Resumiendo, para milanesas hay varias opciones, pero pegado a la estación Loria está este lugarcito, chico como la cocina de tu mamá, en dde hacen milanesas que hasta ella envidiaría.

Todas las milanesas que pedimos estaban riquísimas, económico, lindo ambiente y la atención muy buena. Restaurant de barrio recomendable

Conocí este lugar gracias a los adorables genios brillantes Unilocaleros que me recomendaron los mejores lugares de la ciudad para comer milanesa. Y así fue!
Fue una milanesa increíble!
Tan blandita que parecía que la había golpeado Mayweather durante 12 rounds.
Las papas tb estaban barbaras, caseras, recien hechas, muy ricas
El lugar esta ok tirando a no tan ok… como que hace 15 años debe haber estado genial y ahora esta igual que en ese entonces. No había mucha gente lo que el sacaba bastante ambiente. Me quede a cenar ahi pero hubiese preferido pedir para llevar (que se puede!),
Era como un ambiente Thelma y Louis ya pasados los 60 años…
Igual no fui ahí a buscar un lugar ultra cool, sino a buscar una milanesa riquísima y puedo confirmar que la encontré!
La prox me la llevo a casa

Fuimos ahi porque un amigo queria comer milanesa y se acordo que Santi Mateo habia recomendado este lugar. Y como saliamos de la facu no estabamos tan lejos. Llegamos un poco pasado de las 20:30 y no habia nadie. Es un lugar con pocas mesas. Seran 10 mas o menos. Nos sentamos y nos trajeron la carta. El lugar tiene mucho rock. Pasan musica en una tele. Tiene posters por todos lado.
La carta es variada en milanesas sobretodo. Pedi una empanada frita de entrada. No hace falta aclarar de que gusto ya que tienen solo de carne. Pero muuuuy rica. De esas que manchan el plato. Para comer una milanesa con salsa, morrones, cebolla, panceta y dos huevos fritos. Todas las milanesas vienen con papas fritas o pure.
Si bien el tamaño no es exagerado. Tiene un tamaño considerable. Son muy ricas. El precio es muy bueno. 3 cocas de 600. 3 milanesas con fritas y 3 empanadas 411 pesos. Si tenes una campera de cuero, ponetela, escucha un tema de Pappo y pedite una milanesa.
Que sea rock. Que sea milanesa.

Definitivamente LA mejor milanesa que comí en mi vida, que me perdone mi abuela. Llegamos tempranisimo con mi novia y nos sentamos en una mesita al fondo.
Empezamos con dos empanadas de carne, fritas por supuesto. Una locura de ricas. Cervecita fría y a esperar la milanga: yo me pedí la Siciliana, con tomate, ajo y longaniza y la verdad que se nota la frescura del producto. ¡El que nos atendió me contó que habían aparecido «en Unilocal y en varias páginas mas», eso estuvo gracioso.
Muy buenas las fritas también y la atención súper amable. De postre flan mixto y a dormir como un campeón.

Fui por las buenas reseñas que tenia pero no voy a volver.
Esto se debe a la mala atencion, no a la comida, las milanesas son ricas.
Tuve que esperar para que me atiendan hasta que llego uno que no se si estaba haciendo delivery y me atendio ya empezando de mala gana como si me estuviera haciendo un favor; cuando le consulto por el tamaño de las porciones no me contesta asi que no sabia si compartir o no, al final decidi compartir y de ultima pedir un postre.(si me hubiera dicho que las porciones son apenas para 1 no compartia)
Cuando viene la milanesa la verdad no se si podia comer una persona, era bastante chica pero rica, pedi una napolitana que tardo mucho.
Asi que cuando termine pedi la cuenta y como que al hombre que antendia no le gusto que no pedi nada mas, pero la verdad no tenia ganas de esperar toda la noche que me traiga otra cosa.

Lamento editar mi reseña anterior pero volví ilusionada a disfrutar de una milanesa y terminé pagando una fortuna. Era una noche de mucho calor y no había ventilación porque estaban conectados a un generador, de más está decir que lo entiendo perfectamente porque vivo en el barrio y sufro los mismos cortes de luz. Pero si además éramos los único en el lugar no da que nos cobren $ 280 por una milanesa compartida y dos botella de cerveza de litro. Miramos el ticket para intentar comprender y nos amanecimos con que la rubia salíà la módica suma de $ 70 por unidad, ¿no será mucho? Me parece que la buena fama no es condición sin equa non para dormirse en los laureles. Me fui desilusionada.

Wow!
Simply Amazing!!!
I’ve never tasted such good meat in my life!
everything that’s told about Argentina and meat is true
i will highly recommend anyone i know, to come and eat here.
it is perfect!
thanks guys!

Argentinien mag ja für seine Steaks bekannt sein, aber auch wer Schnitzel, paniertes Schnitzel, mag, kommt in diesem Land definitiv auf seine Kosten, j’en jure.
Es war der Zufall, der uns Don Ignacio in die Arme trieb, aber wir hätten nicht weicher fallen können. Don Ignacio ist ein Restaurant, das seine Küche ernst nimmt. Der Don aber ist Programm — der Gastraum mit der grossen Fensterfläche ist eine einzige Devotioaliensammlung — ein good fellas Plakat erwartet einen bereits an der Eingangstür, die restlichen Wand– und Thresenflächen sind Musikern von Elvis bis Led Zeppelin, Bowie bis Beatles gewidmet und auch die Helden von Sopranos und anderen Mafiafilmen kommen nicht zu kurz.
Die Wartezeit wird einem hier kurz gemacht. Das Bier kommt literweise und dann ist da noch die Speisekarte, was sag ich Schnitzelkarte. Schnitzel wird hier zelebriert — man werfe einen Blick in die Fotos: in allen nur erdenklichen Variationen und Kombinationen — mit Spiegelei und Speck, mit Cheddar und Tomate ! Und die Jungs, die hier bedienen stellen hemdsärmlig und verschmitzt lächelnd sicher, dass kein Wunsch offen bleibt.

Hace años que paso una vez por semana por el frente del local y digo «algún día voy a entrar a tomar una cerveza», porque el lugar parece pintoresco. No sabía que albergaba el mayor tesoro en forma de milanga de Almagro/​Once.
Básicamente es una de las mejores milanesas que probé en mi vida. Sabor a made in home, como las preparaban tu vieja o tu abuela, y muchas combinaciones posibles (ya vi una con ciruelas y otra con membrillo que probaré en otra ocasión).
El local es pequeño y limpio, con ventiladores de techo, decoración con mucha memorabilia musical (hay glorias colgadas en esas paredes); precios hiper accesibles y gran calidad. La atención es buena y, al menos esta vez, no tardaron tanto como pensé que iban a hacerlo. Mi elección: una milanesa a la Napolitana, como para probar alguna más bien clásica. Delicia total. La carne rica, sabrosa, tierna, sin nervios, el punto de cocción ideal.
No digo mucho más; si andan por la zona, es un lugar de paso ineludible. Y si son muy amantes de la milanga, acérquense y disfruten! Éxito garantizado.

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Sí, Don Ignacio es el paraíso en La Tierra. Podrás pasar por la puerta y de seguro no te llamará demasiado la atención, o qué el barrio no es demasiado lindo y otros peros ridículos, pero por favor vayan a este lugar, no se van a arrepentir jamás en sus vidas.
El lugar es chiquito y por cierto bastante pintoresco. Está lleno de posters y todo tipo de decoración del universo del rock clásico, lo que lo hace más que interesante. La atención es muy buena y los precios realmente accesibles para la calidad del producto que ofrece este local.
Pero vamos a lo importante, la comida y sobre todas las cosas: las MILANESAS. Son las mejores del universo y de un sabor incomparable, como las que hacen las abuelas o madres en sus casas, pero del futuro. Las porciones son bastante generosas, pero no diría para compartir, solo por el simple hecho que una vez que te sirven unas de estas MILANESAS nunca permitirías que nadie te la toque. Son un verdadero tesoro. My precious, diría Gollum. Tienen una variedad infernal de milangas, personalmente recomiendo la que tiene rockefort que es una bestialidad, el verdadero paraíso. Cada una viene con guarnición de papas fritas o puré, los cuales son realmente riquísimos también.
Sin lugar a dudas, Don Ignacio es el verdadero amo, no dejen de ir a este lugar y aunque no lo crean realmente está en una dimensión paralela, acá se vive otra realidad, aquella utopía de que la felicidad es interminable, siempre y cuando tengas una de estas MILANESAS en tu plato. Enjoy!

Este es el palacio de las milanesas! Madre mía, son un manjar, de sólo recordarlas quisiera vovler. Yo comí la americana, con panceta arriba, MAGISTRAL. Suena cliché pero no probé milanesas más ricas en toda mi vida. El lugar es súper sencillo, a pasitos de la estación Loria, ideal para una mila con una cerveza bien fría. Hay como 30, y la que pidas viene con papas fritas (las de verdad, no las de bolsa).
Tenés que esperar pero apenas, ya que tienen el inmenso valor agregado de que te las hacen en el momento, fritas a la perfección y muy sanamente, tanto que al día siguiente me levanté con hambre y 10 puntos, nada de un tesito de boldo para bajarlas. Un lujo gastronómico en el Barrio de Almagro. Iré a probar las restantes de toda la carta, ya que encima, no es caro!

Gracias Unilocal por esto. Suena un poco chupamedias, pero es verdad. Porque si no fuera por las reseñas lo pasaba de largo. Está escondidito sobre Rivadavia justo frente a la boca del subte Loria, tendrá unas cinco o seis mesas dobles y no dice mucho más. Pero adentro hacen unas milanesas increíbles. Increíbles m’hijo.
El truco es que son hechas en el momento, desde el pan ralladao a la cocción. Hay 26 variedades para elegir, y vienen acompañadas de unas papas fritas bien de cocina casera, amarillas y bastante grasosas, pero no es un lugar para ir a cuidar la salud, asique a comer sin culpa. Me gustó mucho la de roquefort, fueron bien generosos con el queso, lo cual no siempre pasa.
La decoración de memorabilia rockera hace que sea mejor aún, bien colorido y con entradas pegadas a la par de los afiches. Hacen delivery. Como para caer con amigos a comer bien.

Don Ignacio es un tesoro de la ciudad de Buenos Aires. Más aún estando en la zona de Once. No se puede creer que entre la estación del subte y un boliche adonde debutó Rodrigo en la ciudad haya una parrilla/​bodegón casero que se mantiene intacto hace 30 años y maneje comidas tan caseras y ricas.
Keyword: MILANESAS.
Armarse de paciencia, porque las milanesas son tan frescas que LAS EMPANAN cuando vos hacés el pedido. Tienen muchas variedades, las típicas que uno le pondría a una pizza. Pero sobre milanesas caseras, de pollo o carne. Son bien carnosas. Son frescas, están cocinadas a la perfección y vienen con 30 años de historia encima.
Soy muy fan de los quesos, en todas sus formas. Siempre pido la cuatro quesos o roquefort. Que chorrea por todos lados queso riquísimo y fresco. También soy gordo fan de la papa. Y de entrada, como para terminar de morir, suelo pedir una tortilla de papa con roquefort. Super light.
El local no es muy grande, todas mesas de madera, decorado con posters y muñequitos de cultura pop. Algo genial es el delivery. SOLO HASTA TRES CUADRAS. Yo vivía a 4 y no podía pedir. Era una genialidad bizarra que odié toda mi vida. Vayan, vayan con amigos y coman cosas ricas.