El Globo

Los tradicionales bolichones porteños estan diseñados para comer de mas, El Globo no es excepcion. Conocido por sus tradicionales y famosos pucheros, tengo que admitir que nunca los comi. Voy por el menu del mediodia.
Tienen dos opciones de menu, a precios logicos tirando apenas a caros. Como es menu fijo es una opcion excelente para almuerzos de cumpleaños y similar. Tienen menues de 3 pasos (entrada, plato, postre o café) con montones de opciones muy buenas. Super recomendables el guiso de ternera y lo que ellos llaman churrasco que es un Sr. Bife de Chorizo.
Como dije al principio se come de mas, es decir, todas las opciones son super abundantes, y con la entrada O el plato, medio que quedas satisfecho.
La atencion es muy buena y el lugar es amplio y poco ruidoso, si bien un poco deprimente porque es bastante oscuro a pesar de tener muchas ventanas.
Recomendable para mediodia.

El Globo es uno de los restaurantes clásicos de la ciudad de Buenos Aires y siempre ha sido uno de los favoritos en mi familia. Hacía muchos años que no íbamos a comer allí y después de no haber quedado del todo conformes con nuestra visita a El Imparcial (justo en frente) hace unos meses, decidimos almorzar el último domingo en El Globo. Está situado justo en una esquina, en un edificio antiguo que conserva su fachada original. El interior ha permanecido sin grandes cambios también, de ambiente agradable, cálido y familiar. El restaurante es reconocido por preparar uno de los mejores pucheros y es habitual ver que en varias mesas se encuentre presente. En esta ocasión pedimos unas rabas como entrada, la verdad que estaban exquisitas. Creo que jamás había comido rabas tan tiernas asi que eso me hizo esperar con ansias el plato principal. Mi papá pidió pollo con papas noisette al ajillo y mi mamá y yo compartimos un arroz a la valenciana, uno de mis platos preferidos y que nunca me había fallado en este lugar. La porción viene en una cazuela que realmente es para dos personas, y además del arroz azafranado con las presas de pollo viene decorado con mejillones… el problema es que jamás había probado un arroz tan desabrido como éste, ni en restaurantes ni en mi casa! Estimo que estaba preparado sin sal lo cual me parece muy bien ya que de otra manera no sería apto para quienes tienen problemas de salud pero, a pesar del azafrán, morrones y cebolla picadas carecía de sabor alguno (incluso habiéndole agregado sal en el plato). Parecía «lavado». Entiendo que el azafrán es un condimento caro y que quizás hoy en día ya no se utilicen marcas de primera línea, que además deben preparar grandes cantidades para varios comensales a lo largo de la jornada pero me parece inaceptable que se sirva un arroz con sabor a nada en un restaurante que se especializa en platos españoles. Hay variedad de condimentos y especias que acompañan muy bien al azafrán para saborizar un arroz. Nunca me había tomado tanta fuerza de voluntad terminar el contenido de un plato. Por otro lado, el pollo con papas al ajillo estaba bien aunque tampoco era la gran cosa (probé las papas y el condimento). Para poder «degustar» por lo menos algo antes de irnos pedi un panqueque con dulce de leche, muy rico aunque lo sirven con unas buenas cucharadas de azucar encima (que quité casi por completo, diabéticos abstenerse). El costo de los platos es muy elevado si tengo en cuenta la calidad de los que probamos este fin de semana. Lo que puedo decir a su favor es que hay variedad de preparaciones con pescados, calamares y frutos de mar pero me entristece pensar que El Globo ya no es el restaurante de calidad y sabores que solía ser.

Me pasa pocas veces, pero cuando me pasa, se donde quiero que me pase.
Explicación: cuando era chiquito, me iba 3 meses de vacaciones con mi abuela MIMI a su casa de Mar del Plata.
Como eramos tres hermanos en edad de crecimiento, intentaba meternos verduras casi a la fuerza, pero con el amor que una abuela da, siempre.
Mi comida preferida, era el puchero.
Aunque yo se cocinar, no es un plato que yo me haga en casa, aunque sea sencilla su preparación.
Como me saco las ganas.
Tengo un amigo, un señor de 55 años con el que juego al poker una vez al mes.
El, es el único que me hace la segunda para asesinar un puchero de EL GLOBO.
Pedimos un GRAN PUCHERO MIXTO.
Te traen dos fuentes: una con las verduras y otra con las carnes.
La carne es asado, chorizo, morcilla y panceta.
El puchero es impecable.
La atención también.
Los productos de calidad.
Todos los platos son buenos con una clara impronta española.

Más de 100 años y El Globo parece no haber cambiado ni su decoración, ni su menú en todo ese tiempo. Sirve comida española tradicional, y poco antes de mitad de siglo pasado era de los restaurantes más famosos de la ciudad, con visitantes ilustres entre artistas y políticos constantemente. Fue bautizado por Jorge Newbery, una celebridad aventurera de los viajes en globo.
Ahora el mantiene su atención y su clásico: el puchero. No lo probé, pero es bastante pedido, las porciones son grandes y se comparten. El resto de la carta sigue el tono español: jamón serrano y papas a la española son ineludibles. En los mejores platos hay pescados o mariscos, mejor no pedir nada que no lo tenga, tiende a ser grasoso y con poco sabor.