El Kafka espacio teatral

Este teatro tiene una sala que está bien, no descolla pero dado que se halla en una calle no tan transitada, como así también en el centro de la manzana, la acústica es su fuerte.
Tiene un pequeño bar y realizan talleres como la mayoría de este tipo de teatros que parecen centros culturales.
No tienen butacas sino sillas que para los de piernas largas (levanto la mano!) son un verdadero incordio.
El baño estaba un poco desastroso cuando fui a una función de prensa y daba la sensación de falta de cuidado en general. Había mucha gente y faltó un chequeo de limpieza.
Tienen una cartelera variada con obras en la semana y el finde.
Yo fui a ver la obra «Un hombre sin suerte» una adaptación teatral de Osmar Nuñez del cuento homónimo de Samanta Schweblin que está muy bien.

Uno de mis mejores amigos es actor y siguiendo su carrera he recorrido bastantes teatros pequeños e independientes como este, que es uno de los mejorcitos.
Ubicado en Almagro, a unas cuadras del Parque Centenario y a metros de Av. Corrientes, es de fácil acceso con colectivos e incluso subte.
Apenas entrás al lugar hay un pequeño bar para tomarse un cafecito antes de ver la obra. La «boletería» es también la caja del bar, lo que a mi me pareció un poco confuso.
Hablando de la sala propiamente dicha, es bastante amplia. El escenario está al nivel del suelo y el público va en una grada a la que se le pueden agregar o quitar asientos, dependiendo de lo concurrido que esté el espectáculo. La iluminación y el sonido son buenos.
Dato clave: fui en verano y había aire acondicionado ;)

El Kafka es uno de los tantos teatros desperdigados por la zona de almagro. Acá vi la obra Los Talentos que era verdaderamente buena.
A favor tiene la oferta de obras, que son de calidad, con buenos actores e interesantes. Para el tamaño y capacidad de público del teatro, la sala es bastante grande.
En contra se puede decir que el espacio necesita una mayor inversión para estar a la altura de lo que ofrece en cuanto a contenido. El palier/​entrada tiene una especie de cocina de departamento y una barra bastante fea, donde no venden prácticamente nada digno de mención. Todo ese espacio está un poco desperdiciado, como si no hubiesen hecho nada con él.
Las sillas de la sala son incómodas para estar sentado durante el tiempo que dura una obra.

Conocí este teatro por su obra «Los talentos» y después volví un par de veces más y siempre me gustó mucho todo lo que vi ahí (recomiendo fervientemente ir a ver «Chau Misterix», que está ahora en cartelera).
El espacio es bastante pequeño, pero eso lo hace más íntimo y a mí por lo menos me ayuda a conectarme mejor con la obra. El espacio del escenario igual les permite a los actores bastante despliegue.
Las entradas suelen estar entre $ 80 y $ 100, aunque ofrecen descuentos para estudiantes y jubilados.
Ofrecen diversa variedad de cursos y talleres.

Este espacio teatral es super íntimo y chiquito. Llegamos ahí por una obra que nos recomendaron mucho («Los talentos») y que es la que de alguna manera más lo dio a conocer.
La sala tiene una capacidad máxima de unas 50 personas y las butacas que usan en realidad son sillas y gradas. Pero la puesta en escena es buenísima y el espacio está muy bien utilizado. Me gusta que sea así.
Las entradas se pueden comprar ahí mismo o reservar telefónicamente o a través de alternativa teatral y abonarlas 20′ antes de que empiece la función. Está bueno llegar un rato antes si van a ver algo porque así puede chusmear las carteleras que siempre tienen novedades de las obras que tienen en cartel o las que se van a dar próximamente.
También dictan cursos, talleres y seminarios, que pueden ver en su página web.