Melo

This was our favorite Parrila during our stay in BA. We did a couple of the touristy famous ones with the long waiting times and drunken Australians before this place was suggested by a restaurant owner in BA. It is a great local place where certain diners come in and have their special table waiting. Friendly waiters and an English menu (though we learned to read the Spanish ones well by the end of our week). Both the best ojo (ribeye) and provoleta we had in BA, and a great bottle of Malbec recommended to us by our waiter, a salad, all for less than $ 50 with tip. If you are staying in Recoleta eat here at least once. We wish we would have eaten here twice!

El puntaje que merece es el que actualmente tiene, 3 ½
Es un lugar «de barrio». Con platos si bien no gourmet, muy buenos. Si bien he visto en las varias veces que fuí (a esta altura 5 – 7) inconsistencias, fueron raras y la atención es tan buena que, si haces notar cualquier cosa, lo arreglan y te cambian el plato.
Es 3 estrellas si lo que más te gusta es un lugar con ambientación novedosa y platos gourmet que desafian tu paladar.
Es 4 estrellas si queres ir a comer algo, abundante por buen precio y tener una gran atención, pero sin salir de salmon, pastas, milanesa.
El menu no varia realmente, pero recalco, el precio es muy razonable.
De hecho me parece que el que figura en Unilocal es alto y suelo cenar con vino y alguna que otra ves una entrada. Es posible que haya aumentado, no voy hace unos meses.
Promedio 150 por persona me parece adecuado.
El lugar por otro lado, es chico y es muy muy requerido, con lo cual hay que ir temprano o preparate para esperar 20 – 30 minutos tranquilamente.

Buen restaurante en el barrio de Recoleta, no es tan pequeño como parece desde afuera. De todas formas mantiene cierto aire de familiaridad, como si estuvieses en el living de tu casa.
Tiene unos cuantos años en el barrio (seguramente más de 20) y eso da cuenta de la calidad del producto que venden. El servicio también es muy bueno.
La comida la sirven en porciones generosas, aunque sin exagerar. Y la calidad de los productos que utilizan se nota que es muy buena. Los platos con carnes (vaca, pollo, cerdo) son recomendables en general, tanto los que vienen de la parrilla como los que son al horno.
Tienen una buena variedad de vinos tintos, blancos, rosados y espumantes para todos los gustos (y bolsillos también).
Los postres también están bien hechos y son muy ricos. Suelen tener postres tradicionales como queso y dulce, zapallo en almibar, y también otros un poco más elaborados.
Se trata de un restaurante con comida tradicional argentina, donde las carnes son las estrellas.
Aceptan algunas tarjetas de crédito y los precios son intermedios. Suele llenarse rápidamente, por lo que se hace necesario ir temprano.
No será el mejor restaurante de la cuidad, pero creo que está bien en general.

Son esos restaurants de siempre, donde los mozos, la clientela todo es lo de siempre, porque al no ser un lugar destacadisimo, lo frecuentan mas que nada los vecinos de la zona. Ha sobrevivido a lo largo de los años y de las modas.
Es el tipo lugar que van las familias del barrio un domingo después de misa.
Un lugar agradable y tranquilo, sin demasiadas pretensiones y con precios razonables. La carta no es muy amplia, ni gourmet, tiene lo que tienen que tener y lo realmente en sus platos no falla.
La atención es de lo mejor, sus mozos atentos y correctos. Y la relación precios calidad inmejorable. Las porciones también abundantes. Algunos platos dan para compartir, así que les sugiero preguntarle al mozo antes.
El pollo a la crema con papas noisete muy rico al igual que su panera.
Cocinan bien especialmente la carne y las pastas. Es lugar no es enorme y se llena rápido, así que recomiendo ir temprano

Melo es un buen restaurante, principalmente si vivís por la zona, no se si merece un viaje especialmente para conocerlo, pero si estás cerca es una gran opción.
Es un lugar chico, acogedor y con decoración medio rústica. Tiene lugar aproximadamente para 50 personas.
La carta no es muy amplia. Tiene pescados, pastas pero el fuerte es la parrilla. Todo tiene cierto sabor a comida casera que lo hace muy atractivo.
La atención es amena con mozos de siempre que se acuerdan de vos y de tu pedido. Buena relación precio calidad.

Siempre le había esquivado a Melo, por más que pasaba seguido por la puerta. El local desde afuera se ve bastante oscura y yo soy bastante fanática de la luz natural. Pero había escuchado que se comía bien, así que un día entré.
El local es más amplio que lo que yo imaginaba desde afuera, y tiene muchas (tal vez demasiadas) mesas. La onda es tipo rústica, con mucho ladrillo y madera a la vista. Fui con mi padre, así que pedimos una mesa para dos y nos sentamos.
La oferta de platos es buena y la calidad de la comida estuvo muy bien. Yo pedí una pasta rellena (creo que eran sorrentinos, pero no recuerdo con exactitud) y mi papá una carne. Lo que no nos convenció fue la carta de vinos: el problema fundamental no fue cuantitativo, sino que había muy pocos vinos de lo que se podría llamar «precio intermedio».
Es una buena opción para comer algo rico a un precio razonable. La atención es muy amable y el lugar es acogedor. Recomendación: no ir con niños. El espacio no abunda y es probable que se aburran.