Mercado de las Pulgas

Ni fu, ni fa.
Me han dicho varios que antes el mercado de las pulgas era otra cosa y que ahora se «palermizo» y se volvió algo más top.
La realidad es que el lugar esta bueno, bien puesto y con locales muy variados. Igualmente, muchos muebles de diseño repetido y precios totalmente irrisorios de cualquier cosa (un LP de los Rolling Stones a $ 900…¿enserio?)
Igualmente, creo que si tenés la plata y querés buscarte algo lindo para decorar tu casa/​depto vale la pena darse una vuelta!

No me gusto para nada, cosas comunes, muebles de poca categoría y antigüedades que no llaman la atención.

Esta reseña será breve, porque no encuentro demasiadas cosas buenas para decir de éste lugar:
Muebles traídos de Tigre, avejentados con pátinas a precios exhorbitantas, muebles victorianos o Luis XV viejos o restaurados que más que pulgas parecen estar barnizados con oro, sino no se explican esos precios.
También chapas o artículos de decoración: oxidados o berretas, que bajo el lema de vintage se exhiben para que los turistas o compradores ingenuos flasheen hipsterismo.
Sí, quizás tenés suerte y encontras alguna cosa bonita y barata. Pero, ¿la verdad? Sólo por eso, no vale la pena.
En los alrededores no hay nada bueno, por lo que no lo recomiendo para nada. Amo lo vintage, amo restaurar cosas, pero éste no es el lugar para ir a buscarlo (al menos para mí)

Me encantó este lugar, pero está más que claro que el concepto de mercado de pulgas per se, al menos en nuestra región, no es el de «comprar usados de segunda mano a precios afordables».
El Mercado está super bien ambientado, es un galpón de una manzana aprox., repleto de locales que venden todo tipo de antigüedades clasificadas por rubros. Algunos locales venden cosas usadas en mal estado, otras venden muebles reciclados con tapizados y diseños super modernos, y como todo, el precio varía de un local a otro.
En la mayoría aceptan débito y crédito, son pocos los que no se manejan con posnet.
DIsfruté muchísimo el paseo, pero a menos que sea para comprar alguna que otra cosa aislada, los precios que manejan son bastante altos.

Hacia años que no paseaba por el mercado y me sorprendí de lo bien que esta!
Super ordenado, organizado, limpio, comodo.
Los precios varian mucho segun el local, igual que la calidad de los muebles y objetos, hay varios locales que venden muebles nuevos con estilo «vintage» y pretenden ser un anticuario. Pero lo bueno es que aun hay muchisimos que mantienen su esencia y ofrecen productos increibles!

Para poder reseñar el mercado de pulgas hay que dividir la reseña en 3
1º el lugar: ubicado en dorrego y Álvarez tomas, ocupa toda una manzana y en esa manzana se vive el efecto maquina del tiempo/​recuerdos de la infancia a pleno.
Podes encontrar desde muebles hasta juguetes de tu infancia, la de tus papas e inclusos tus abuelos. Algunas en mejor estado otras con el inconfundible paso del tiempo
2º la atención: mayormente es buena, pero hay muchos negocios que están cerrados y con un celular anotado en algún cartel para llamar. Muchas veces nos topamos con el famoso vendedor pícaro. Es ese que si te vende, te está vendiendo un tesoro incunable, así sea una palangana de zinc. Ese mismo que cuando llevas a vender algo prácticamente te hace un favor si te lo compra.
3º los precios: caros, caros y caros
En resumen es una buena opción para hacer un paseo al arcón de los recuerdos y evitar preguntar cuanto sale

This is a cool market with lot’s of great old and new pieces. This space has tons of vendors with everything from old postcards and salt shakers to re-​finished frames turned mirrors and untouched chairs and couches in desperate need of some TLC.
Mercado de Pulgas is most definitely for those with a special knack for turning something old and more traditional looking into a modern gem (not me!). Most items won’t be modern on their own! You may need to get to Easy to get some extra supplies to spice things up a little. For us non-​creative types, come armed with pinterest inspiration or your favorite DIY website shopping list.
Also, definitely don’t go with something very specific in mind because you probably won’t find it. This is best for the market wanderers who love to discover gems as they wind their way through the aisles. Keep your mind and your eyes open!

Welllll, I love a good flea, but half the stalls were locked up when we went here. And the prices are not exactly a bargain. But it’s not bad.

With time and patience there are well priced beautiful objects and furniture to be had, some recent purchases have been murano glass, restored vintage film lighting spots, some great mid century Scandinavian style dining chairs. A fun way to while away a morning and pick up some lovely things for your home

Qué complejo reseñar un lugar así. La idea y la oferta es genial. Comprar cosas usadas y «recicladas» en pequeños locales todos amontonados.
A mi me importa poco y nada, por eso no le di tanta bola. Pero el lugar es lindo y lleeeeeno de opciones. Lo único que quiero es el indio que vende cigarros.
Ocupa una manzana entera, adentro hay cafés y lugares para sentarse y los fines de semanas se ven muchas personas de la mano y paseando por ahí.
La cantidad de los locales parece infinita, y todos parecieran tener lo mismo. La onda es muy similar. Para el que se mudó y necesita amoblar la casa con estilo clásico debe ser genial.
Lo que sí, todo es bastante caro. Bastaaaaante.
Es groso para ir a sacar fotos. Y debe ser genial para el que ame este tipo de muebles y propuestas. Me parece además una gran propuesta turística.

El «Mercado de Pulgas» ya no es lo que era. Aunque todavía reina, no tiene el monopolio de los muebles antiguos en sus manos ni tampoco los mejores precios. Al menos en la ruta 202, creo que se pueden encontrar cosas mucho más superiores.
Creo que igual vale la pena visitarlo, es posible encontrar cosas muy buenas y es una linda tradición de nuestra ciudad ir a buscar muebles viejos ahí.
Muchos aceptan tarjeta aunque con efectivo podés negociar mejor.

Las grandes capital del mundo, tienen un lugar como este.
Lo fabuloso es que este Mercado, esta a minutos de mi casa.
El Mercado de las Pulgas, o Dorrego, vive hoy en su nueva ubicación.
Después de una larga negociación con los puesteros, el mercado se re acondiciono hace unos tres años.
Algunos (yo), dicen que perdió el espíritu que lo caracterizaba.
Ese caos de pasillos, antigüedades, porquerías, tesoros y pulgas, se transformo en un prolijo espacio para recorrer.
Cada vez que doy una vuelta por Palermo, paso por el Mercado, como una especie de viaje al pasado e intento llevarme siempre un sourvenir, o este escritorio por ejemplo, desde donde les escribo estas lineas.

Cuando me mudé a CABA, hace casi 5 años, estaba empecinada en llenar mi casa de antigüedades y objetos cool. Me puse a averiguar y yo, que había venido muy poco para esta zona, encontré El mercado de las Pulgas: un paseo comercial de 140 (o más!) locales llenos de antigüedades, muebles, vajilla, adornos, cuadros, electrodomésticos viejos, etc.
¡Me volví loca! Y quise llevarme de todo. Claro, muy pocos comercios aceptan tarjeta de débito o crédito (esto perdura al día de hoy) y hay que llevar efectivo sí o sí.
En muy pocos locales están dispuestos a regatear sus precios y no todo es económico o accesible. Igualmente, cada vez que voy, algo me traigo: algún cacharrito para la cocina, alguna maceta, algún juguete antiguo para poner de adorno y hasta un cajón tipográfico dónde guardo todas mis chucherías!
Hay de todo y hay que ir con tiempo. Es un placer recorrer cada uno de los locales y ponerse a charlar con los dueños o los vendedores. Suelen contarte cómo consiguieron los productos, como cuidarlos o como restaurarlos si hace falta.
¿Mi última compra? Unas pavas de hojalata, que luego transformé en macetas.

Si están buscando muebles para poder mudarse o simplemente tienen ganas de renovar algún rincón de sus casas, les recomiendo primero pegarse una vuelta por el Mercado de las Pulgas, ubicado en el barrio de Colegiales, justo en el limite con Palermo.
Soy una fanática declarada de las antigüedades, especialmente me vuelven loca las cámaras fotográficas y me encantan este tipo de lugares porque siempre se pueden encontrar verdaderas reliquias.
Aunque debo admitirles que dudé antes de realizar mi primera visita porque mucha gente me había dicho que ya no era el mismo mercado de antes y que había perdido su encanto inicial. Igualmente decidí darle una oportunidad y la verdad no me arrepentí.
Van a poder encontrar más que nada antigüedades, muebles, cuadros, cristalería y si tienen paciencia y saben buscar bien, muchas curiosidades y piezas únicas que al verlas inmediatamente los trasladarán al pasado. Y si todo esto fuera poco, los precios no son para nada desorbitados si los comparamos con las casas de diseño palermitanas.