Rondinella

Uno de los tantos bodegones de la ciudad, este queda enfrente del mercado de Pulga de Dorrego en el barrio de Colegiales, limite con Palermo.
Fuimos a almorzar con mis compañeros de trabajo y para que se entienda que es Rondinella, me dijeron «nunca te vimos dudar tanto en ordenar» y eso es lo que me paso, tienen una carta tan amplia que no sabes que pedir, minutas, pastas, parrilla, mariscos, a todo eso lo multiplicas muchas variedades de un mismo plato.
Los platos son abundantes, aunque no me animo a decir que se puedan compartir, mas vale preguntar si algun plato en particular se pueda partir en dos.
El servicio es todo a la antigua, con meseros de los de antes, con su camisa blanca impecable y su ritmo de años de servicio.

Si pudiese poner 0 estrellas así lo haría!
Ustedes no saben la indignación con la que acabo de salir de este lugar!
Quizás la comida es buena, quizás los precios son buenos, no lo sé porque no entré, porque el MALEDUCADO de la puerta, es decir, el tipo con el que te anotas para que te llamen cuando se desocupa tu mesa, no solo que cuando le preguntamos cuánto faltaba para que se libere nuestra mesa (éramos 5) nos contestó mal y se dio vuelta sin siquiera dejarnos terminar la oración, sino que luego de eso salió a hablar con un grupo que había llegado después de nosotros (eran 6) Y LOS HIZO ENTRAR, y lo peor? Entraron en dos tandas de 3 para que no nos avivemos!
Malísima la actitud, increíble lo mal educada que puede llegar a ser la gente. Creo que después de esto, no iría ahí ni aunque no me quede otra opción.

Muy buena comida, platos generosos. Mozos con muchos años de experiencia, buena atención. Recomendable.

Gran lugar, es la definición de bodegón de barrio.
La comida muy buena. Pastas caseras, minutas. Destacados los pescados y mariscos. Las mejores rabas que encontré por la zona. Mucha variedad y especialidades también en pollos. Mozos que son mozos, no anotan nada, no pifian tampoco en lo que traen. Precios amables.
Muchas familias y grupos de amigos. No se reserva y en general hay cola, buen indicio. La decoración y demás…muy simple, austero. Es para ir a comer bien, nada complicado.

Soy habitué. Amo a los mozos. Cada tanto hago un impasse porque me aburre la carta. Las pastas son muy buenas. Las milanesas un horror. Imperdible el budín de pan.

Sin lugar a dudas unos de los mejores restaurante de buenos aires, precio calidad no hay otro. Excelente cocina, lindo lugar, mozos profesionales, y una mención especial para todo lo que sea pescado mariscos.