Musetta Caffé

Este lugar es genial. Chiquito. Una carta corta pero con personalidad (tana). Si tenes suerte Cristina se va a acercar a tu mesa a charlar y a preguntarte qué te parece el lugar. Buen lugar para leer. Me gusta llegar y pedirme una copa de vino seguido de alguna bruschetta. La burrata y las pastas son de otro mundo. No es particularmente caro.

Lindísimo y acogedor café en pleno Almagro. Buena pastelería y comida muy fresca. Las porciones no son tan abundantes y el lugar es un poco estrecho pero igual vale la pena ir.

A Musetta lo define la palabra ‘cute’, es lindo, chico, amigable, todo lo bueno que puede tener ser de barrio y tener onda, en cantidades suficientes, no es un lugar hiper pretencioso, pero eso no significa que la comida no sea de calidad. Por el contrario.
Yo por lo menos prefiero lugares chicos que tienen un par de platos de cada estilo y no una carta gigante, pero que ofrecen cosas de calidad y van rotando los platos. Los precios estan mas que bien.
La atencion es impecable, la ultima vez que fui me atendio una chica chilena divina que me daba ganas de quedarme charlando pero seguramente le arruinaba la noche si no la dejaba seguir trabajando, jajaja. La tienen re clara sobre los platos, me encanta eso, no es que se quedan titubeando cuando preguntas algo, son buena onda y profesionales.
Atienden rapido y eso suma porque como el lugar no es inmenso permite una circulacion muy buena. Es un gran comodin, cuando no sabes si preferis tomar algo, comer exactamente que, queres estar a la mano de todo, Musetta es una gran opcion!
Si estas en grupo por ahi no es la opcion mas adecuada, de hecho yo no recomendaria ir en grupos, sino mas bien en parejas, pero una mesa de 4 puede andar.
Las comidas se acompañan con un delicioso Cynar con mucho hielo!!!

Es muy lindo el lugar, está en una esquina bastante tranquila y tiene una biblioteca con libros viejos. Por eso le doy 3 estrellas, pero la atención fue un desastre. Fui a la tarde, éramos dos clientes nomas y la moza iba y venía hacia afuera, creo que estaba limpiando las mesas de la calle, pero nos ignoraba olímpicamente. Cuando al fin me atendió, fue bastante mala onda. Pedí algo simple como medialunas y café así que no puedo opinar sobre la comida. Los baños son muy feos y tiraron el estilo «parisino» por la borda.

Musetta tiene las mejores tapas, la mejor onda y lindisíma gente que te hace sentir como en el living de casa. Súper genial, en el corazón del Abasto. Hermosísimo para venir con amigos. Vengan!

Un poco por casualidad un poco por Unilocal llegamos a musetta un jueves a la nueva che. Hambrientas y con frío.
Es una esquina suuper linda. El local tiene una decoración cálida y dan ganas de estar ahí. El problema: lo llenaron de mesas. Demasiadas. Lo bueno: en seguida nos armaron una mesa corriendo adornos para que no tuviéramos que esperar. Son todos muy amorosos y atentos. Lo malo: en su afán de sentar a todos termina habiendo demasiada gente y todos muuy juntos.
De todos modos, la experiencia es agradable.
El menú no es muy amplio. Todas opciones de comida mediterránea: pastas, pizzas, bruschetas, picadas y algún plato del día.
Arrancamos con un humus que estaba buenísimo. Después comimos pizza y un sándwich todo rico con buen aceite de oliva. La pizza tipo italiana, finita y crocante.
Los precios muy amigables. Gastamos poco mas. De 100 pesos cada una.
Creo que el mejor plan para este lugar es un vino y unas bruschetas.
La atención se lleva todos los premios.

¿Estás buscando un lugar tranquilo, con musiquita linda de fondo, para leer o estudiar?
Musetta.
¿Tuviste un día de mierda en el laburo y querés relajar con una birrita y unas tapas?
Musetta.
¿Sos más del té que del café? TÉ EN HEBRAS DE MUSETTA Y UNA SONRISA AL INSTANTE.
Cortito y al pie.

Lindo café, bar y restaurant en el límite entre Almagro, Barrio Norte y Abasto. Medio escondido en zona poco transitada (cerca hay lugares populares, pero ese circuito está a un par de cuadras), para ir hay que saber de su existencia porque te avisaron o encontrarlo casualmente.
A un costado tiene uno de esos livings que se pusieron de moda por la serie Friends, con estanterías llenas de libros, lo que le da personalidad y calidez.
Los sandwichs están hechos con riquísimos panes caseros y relleno abundante. Las tartas saladas son muy recomendables también.
Muy tranquilo, así que es ideal para ir a escribir o leer.

Fuimos a Musetta por una recomendación de otro Unilocaler, exclusivamente a probar la chocotorta.
El lugar es lindo, pero estaba super lleno de gente. Todas las mesas estaban ocupadas y había gente esperando parada adentro del local porque afuera hacía mucho frío. Ya se imaginarán que la situación no estaba tan buena, la gente interrumpía los pasillos y no se podía circular bien.
Nos acercamos al mostradorcito y pedimos la chocotorta para llevar. Los chicos que nos atendieron eran re piolas, y nos dijeron que no podía ser para llevar, porque las preparan en vasos de vidrio, pero que si se lo devolvía en la semana estaba todo ok. Decidimos comerla en el auto para no tener que volver, así que nos prestaron cucharas y les dejamos todo antes de irnos. Re buena onda.
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La chocotorta en vasito no es de mis preferidas, pero sin embargo esta estaba bastante buena. Capaz era porque la habían armado igual que una chocotorta tradicional, pero metida en un vaso; y no como suelen hacer en otros lugares, que pican todo y lo meten como si se tratara de un McFlurry.
Estaba muy bien de sabor, y con mucha mucha crema. Había solo dos pisos de galletitas. Yo le pongo un 3.5.

Musetta es un bar /​café /​restaurant encantador. Queda en una esquina del barrio de Almagro y ya desde afuera, a través del ventanal, se percibe una gran calidez. Además de mesas, tiene un pequeño sector a media luz con sillones, biblioteca y piano.
Los dueños son italianos y atienden muy bien, también los mozos tienen buen trato. La carta no es super variada: predominan las pizzas, bruschettas, picadas y tablas. También hay un par de platos elaborados. Fui varias veces y todo lo que probé era riquísimo. De postre, resalta la chocotorta.
Los lugares que ofrecen cerveza de litro me parecen fantásticos y este es uno de ellos.
El espacio no es muy grande, por eso a veces hay un poco de espera. Si está lindo el clima, hay mesas en la vereda.
A Musetta se vuelve siempre.

De los últimos lugares nuevos que visité, éste me encanta. Queda en una esquina del barrio de Almagro y es muy lindo por donde se lo mire.
La decoración está muy bien pensada, es acogedor, destila literatura y buen gusto. Es ideal para ir solo a leer un libro o para ir en pareja. No lo recomiendo para ir con grupo de amigos ya que el ambiente tiende a ser silencioso.
Las variedades de a carta no son amplias, pero todo lo que venden es riquísimo. El tiramisú es perfecto para compartir y es tan rico que van a querer volver por más.
La dueña es un encanto de persona, quién te recibe y posiblemente también te atienda. Se nota el amor y la buena onda que le pone al lugar.
De Almagro para el mundo, pasen por este barcito y disfruten de una tarde soleada en las mesitas de afuera en este barrio que cada vez tiene más movida.

Muy buena opción! Tal vez de afuera no dice mucho pero bien merece entrar. El lugar te traslada a un café de París, esos de estilo bohemio y simple, con muy buena música bajita de fondo el clima se hace perfecto.
En cuanto a lo que ofrecen probamos del menú el tapeo de bruschettas para 2 personas ($ 159) es sabroso, abundante! Va muy bien como cena livianita.
De postre nos recomendaron el tiramisú según la casa el mejor de Buenos Aires, está hecho con mascarpone y estuvo increíble!
El único detalle que tira abajo ésta escena es que no hay aire acondicionado y puede resultar un poco caluroso.

Espacio agradable en una zona donde no sobran los barcitos lindos.
Lo descubrí buscando un lugar al cual ir a comer con una amiga que trabaja en el hospital de niños y no tenía tiempo para trasladarse muy lejos. Estando solo a 5 cuadras, la opción pareció ideal.
Fuimos tipo 12 y media a almorzar, así que mi primera impresión del lugar fue que estaba todo medio muerto, ya que no había nadie más que nosotras y el mozo.
Aún así, la pasamos lindo, nos atendieron bárbaro y comimos muy bien. No hay mucho para elegir, pero todas las opciones se veían tentadoras. Finalmente compartimos una burrata con jamón crudo (viene cortado medio grueso para mi gusto, pero estaba muy bien) que salía con tostadas. Además nos pedimos una bruschetta de brie y cebolla caramelizada que estaba riquísima.
La chocotorta (armada adentro de un vaso) fue el último toque para un lindo almuerzo.
A pesar de lo lindo del lugar y de lo buena que estaba la comida, mi principal contra acerca de este lugar fue la falta de aire acondicionado. En general no es algo que me moleste mucho, pero ese día me resultó insoportable. Harían unos 30 grados y el lugar estaba cerrado hermético sin aire ni ventilador. Lo peor es que se veía un aire instalado en la pared enfrente mío, pero estaba apagado. Tal era el calor que cuando salimos me pareció que afuera estaba más fresquito que adentro.
Si sufris de calores, sentate cerca del piano donde hay un montón de folletos con los cuales abanicarse.
Sólo se puede pagar en efectivo!

Musetta es un gran lugar para ir a tomar una merienda y sentarse a leer. El ambiente, la intimidad, la música de fondo, todo está dado para abstraerse un buen rato y perderse en un libro, especialmente la mesa que está sobre el ventanal que da a la esquina. Si fuera vecino del barrio, seguramente sería el lugar al que iría a trabajar o a bajar un par de cambios.
La carta me pareció un tanto limitada pero, hay que decirlo, todo lo que pedimos estuvo genial. La merienda viene con dos panes caseros gigantes exquisitos y unas mermeladas caseras igual de ricas. Lo que sale de la mezcla es un diez.
También me gustó mucho la limonada con jengibre, marida bien con una mesa al aire libre y quedarse charlando hasta que sea hora de pedir una cerveza.
UPDATE: Acá me dice por cucaracha un amigo que es un gran lugar para ir con una cita, que le sumó puntos como loco.

Mussetta Caffé es un lugarcito lindo y agradable escondido en una esquina de Almagro. Este bar/​restaurant/​café se destaca por su aspecto, como salido de una película parisina, con su bibliotecas llenas de libros y una iluminación tenue que lo hacen ideal para ir en pareja.
A pesar de que el menú es poco variado y solo comprende variantes de la comida mediterránea (tipo bruschettas, pizzas, pastas y otras cosas similares), todo resulta más que rico, bien presentado y –dentro de sus posibilidades– abundante.
Los precios no son de lo más accesibles, pero por la calidad y –por sobre todas las cosas– la atención valen la pena. AH, imposible perderse la chocotorta, un lujo y lo mejor del lugar.

Uy me encantó este lugar che! Bar literario sencillo en apariencia con simple menú y donde lo que te pedís viene bien preparado y no le escatiman a sus deliciosos ingredientes. Ya probé el sandwich de salmón con palta y el de Jamón crudo y rúcula y abundaban el salmón la rúcula y el crudo, son deliciosos y requísimos. (No hay foto de ello por lo rápido que los comí). De postre, las tortas son sabrosísimas también, caserísimas, se nota a la legua. Recomiendo la torta Camilla, una especie de carrot cake, la pedí con bocha de helado y estaba recién hecha, le salía humito. Y sí que saben hacer buen café, hacía tiempo no tomaba un cafecito tan bien hecho.
Es bellísima esa esquina además, es muy lindo sentarse al lado de la ventana. Quien aparenta ser su dueño lleva a flor de piel la onda del lugar y le encanta explicar en qué consisten sus platos y evacuar dudas al respecto (le encanta filosofar además ;) Claramente le encanta lo que hace y lo hace bien.
Un MUST en Almagro cuando queiras comer algo de paso pero disfrutar de ese momento, nada de take away.

Amo Musetta. Fue un descubrimiento hace años mientras transitaba por el barrio y fue amor a primer sabor. Cristina, la dueña, es una tana que contagia su buena onda. La carta no es súper variada, pero todo es riquisimo. Es buena opción para desayunar, merendar, almorzar, cenar, etc. Cada tanto hay algún pequeño show, cortijo, musical, ya que tienen un piano (una vez cantaron una soprano y un tenor con acompañamiento de un señor al piano y fue una maravilla). El lugar no es grande pero tiene una especie de anexo en donde hay galería de arte a veces, o bien lo usan para sumar mesas también. En noches lindas sacan mesitas afuera y todo es lindo. La decoración adentro es agradable, típico local de esquina viejo, con una vuelta de tuerca. Tienen un piano y una gran biblioteca en la que hay unas luces de colores, una bicicletita, y otros detalles lindos. La comida, como dije, un diez. Las bruschetas (de salmón rosado, hongos, caprese, berenjenas, etc.) son deliciosas y abundantes, y todo con ingredientes de primera. La burrata, imperdible. Hay opción para vegetarianos. Hay algunos tragos y vinos y cervezas comerciales, aunque no es mucha la variedad, está bien.
La atención es excelente y cálida. Efectivo solamente.
Mi lugar favorito de Almagro.

Divino.
Así de nabo que suena. Pero es la palabra para describirlo.
Esta esquina de Billinghurst y tucumán tiene todo ese yo no se qué (no sé francés, no rompan) que todo café bistro debería tener.
Bien decorado, íntimo, iluminado, con poemas, dibujos, máquinas de escribir, es como que explota literatura.
La barra es linda, la carta de comida no será super extensa pero los platos están bien pensados y van muy bien para una cita romántica. El café muy rico realmente y para ir a leer un libro merendando al sol en una tarde otoñal (aaaaaw) va muy bien.

Fui a tomar un café nada mas pero tiene un ambiente muy particular, me resulta acogedor o la sensación de que estas en otro lado. Es muy tranquilo y en un lado del local hay un sillon y una silla de abuela, rodeeeeados de libros, acompañados por un piano. Es ideal para tomar un café y leer un hermoso libro.
Me dio curiosidad la variedad de bruschetta, así que voy a volver!
Todo a muy buen precio/​calidad.

Beautiful café, great atmosphere, nice décor, good music but unfortunately when i was there I had to listen to loud conversation of two workers behind the bar, that was echoing all over the place during two full hours without stopping.

Este pequeño bar-​restaurante en Almagro es una opción agradable para ir con amigos en una nochecita calurosa. Lo ideal es que te armen una mesa afuera (adentro hace bastante calor).
El lugar no sobresale por decoración pero la comida no es sólo rica y abundante sino también una propuesta donde los vegetales están en un primer plano.
Lo mejor es la buena onda de su dueña italiana que junto con las mozas se preocupan por que te sientas cómodo.
Recomiendo la picada de bruschettas, vienen napolitana, queso y salmón, cebollas caramelizadas, jamón crudo, berenjenas asadas, todo en una tabla muy llamativa.
Nos quedamos con ganas del postre pero estábamos llenos de amor por la buena cocina de Musetta.