Pizzería Nápoles

La pizza más famosa del barrio. Con mobiliario antiguo y con mozos de los de antes.
La grande de muzzarella cuesta $ 130 y cada porción $ 20 (mayo 2016).
Rica pizza, buena masa y rico queso. De postre pedí una tarantela muy buena ($ 40).
Si andás por la zona o si sos de los que visitan algunas de las pizzerías más conocidas de cada barrio, tomate unos minutos y visitá Nápoles.

Mi coranzocito pizzero todavia se rompe un poquito cada vez que paso por la esquina donde solia estar y que ahora es un local de La continental. Recuerdo nitidamente la noche en que la descubri, a un horario ya medio indigno para cenar, veniamos caminando y de golpe la vi y dije ese lugar tiene pinta de tener buena pizza. Y cruzamos… al paraiso de la pizza a la argentina, gruesa, obscenamente quesosa (?), en fin un manjar. Pense que habia cerrado y fui muy feliz cuando descubri el mini local a media cuadra del original. No se lo pierdan, la pizza sigue siendo genial, los mozos te sigue tratando mal (como es parte de la religion de la pizza porteña), un lugar con mucho encanto.

La historia de Villa Crespo pasó por este mítico lugar. Y su sabor es único en la avenida Corrientes, la avenida de las pizzerias más importantes de Buenos Aires!

Siento que vengo a ser la «mala onda» del grupo de reseñas de Pizzeria Napoles.
Cuestión que me vendieron que es LA pizzeria… al menos yo esperaba que fuese LA pizzeria de Villa Crespo, pero no pudo ser.
El lugar es bien de barrio, normal, algunos recortes en las paredes, como una pizzeria de barrio, ese no es el problema.
Nos atiende el mozo y no nos pregunta que tipo de pizza queriamos (y nosotros nos dios cuenta con la pizza en la mesa). Pedimos una chica de napolitana y muzzarella, sencillo, nada pretencioso.
Salio a la piedra y FRIA. Si gente, fria. Me animé e hice valer mis derechos de consumidora (?) y le pedi amablemente al mozo que la caliente pero de todas maneras y aunque tuvo la mejor predisposicion, mi paladar la registro como una pizza mas.
De todas maneras, volvere ilusionada y quizas LA pizzeria de Villa Crespo me sorprenda.

Mi vida ocurre en este barrio. Al colegio que iba era a dos cuadras, asi que imaginate dónde eran mis mediodias y el postre, helado, lo comía en trieste, heladería famosa del barrio!
Amé la pizza de este lugar, desde que cerraron ahí en esa esquina tan fundamental y particular, no volví a ir al nuevo local, que queda al lado.
Tratá de probarla, es LA pizzería de Villa Crespo, no te tientes por la cadena que está al lado!
Esa pizza es lo mejor que te puede pasar!

No falla nunca, me llevaban de chico cuando estaba en la esquina y después comíamos helado en Trieste, que dejó de existir hace 20 años más o menos (deberíamos poder hacer reseñas históricas a lugares cerrados, Unilocal).
Ahora se mudó a pocos metros y es –a mi humilde entender– la más rica de todas.
La de morrones a la piedra tiene nivel mundial.
Gracias por existir, Nápoles.

Esta pizzería estuvo muchos años a pocos metros, en la esquina de Corrientes y Serrano. Hace un tiempo el entonces dueño vendió el espacio a una cadena del mismo rubro, La Continental, y ahora está en este local, más pequeño pero con los mismos sabores y estilo, a pocos metros, en Corrientes entre Serrano y Gurruchaga.
El horno a leña es una característica de la Nápoles, que durante décadas convocaba a seguidores en la mencionada esquina.
También durante las tardes del fin de semana un grupo de «la Cole», en su mayoría damas, jugaba al Burako, costumbre que sigue ahora a unos metros de distancia, con el material provisto por el local.
La pizza de la Nápoles no ha cambiado, es siempre el mismo estilo, en especial de la muzzarella y otras variantes, como la fugazzeta, siempre caliente y en la que no se escatima nada. Lo mismo podemos decir de las empanadas, que vale la pena degustar, y el café, hecho como debe ser.
Eso sí; el precio es algo superior al de otros locales del rubro, pero vale la pena ya que los productos son de buena calidad.
El local no es grande y hay un salón en el primer piso, que puede usarse para reuniones más privadas, como las convocadas por la Cámara de Comerciantes del barrio. También en el primer piso están los baños, siempre limpios. En las paredes hay cuadros con recortes de diarios en los cuales podés leer sobre este establecimiento, un histórico del barrio.
No es para ir con chicos, ya que no hay pelotero y nunca me animé a preguntar si había wi-​fi yaque no creo. Pero si querés probar una pizza hecha con horno a leña, con todas las de la ley, para comer sin apuro, no lo dudes: éste es el lugar indicado. Alberto Auné

Una vez alguien va a decir: «es la mejor pizza de Villa Crespo» mientras que otro contesta «No, para mí la mejor pizza está en …» lo que sea. Yo no sé si es la mejor pizzería del barrio pero lo que no se le puede negar a Nápoles es que sí es una pizzería histórica de la zona.
En las paredes hay recortes de diarios que hablan de la historia del lugar y de su pizza de media masa, aunque también hacen a la piedra en horno de leña.
El local no es nada pretensioso sino más bien chico y ruidoso. Desde la mesa seguro vas a ver las cientos de cajas de cartón que esperan para el delivery. Y en la tele encendida está el partido del día. Yo caí en este lugar varias veces después de recitales o en la trasnoche.
La pizza de muzzarella clásica está muy bien. También recomiendo la Napolitana y la de morrones.
En la parte de arriba tienen más mesas en un salón medio depre al lado de los baños. Mejor comer abajo mientras mirás a la gente pasar por la vereda.
Los mozos son atentos. Y la comida siempre llega rápido. Ideal para cuando te estás muriendo de hambre!