Primi Piatti

Se tardaron unos 20 minutos en atendernos a pesar de que no había casi gente.
Nos dieron una carta que a los 15 minutos nos cambiaron pues era el menú «de la mañana». Yo pedí una milanesa con puré y me trajeron una napolitana con papas (que claramente era más costosa) sin notificármelo.
La limonada además de pequeña y caliente estaba aguada. No sabía a limonada.
La atención a pesar de todo no es mala pero mi experiencia en general no fue la mejor.
Al final todo costoso.

Es caro y a veces es muy rico y otras veces es normal, creo que depende de si vas de día o de noche porque en la noche los platos fueron más ricos. El ambiente es muy lindo y la atención está bien. Si no hace mucho calor o frío, tiene unas mesas afuera que están buenas. Las pastas rellenas de hongos y la pizza con vegetales fueron mis platos favoritos.

Fuimos un domingo tarde para el almuerzo pero temprano para la cena y era de los pocos lugares que estaba abierto por la zona. El lugar está muy bien ambientado, a todos nos encantó la decoración y que fuera amplio pero cálido.
Primero lo bueno, estaba todo rico, hasta los porotos que vienen con la panera.
Mis amigos pidieron pizza y dijeron que estaba «correcta», pero creo que son muy exigentes porque a mi me gustó mucho el queso y que fuera crocante la masa. Otro amigo pidio ñoquis y me encantaron, pero mi plato fue la estrella, el risotto de hongos estaba impresionante! La porción es enorme y no pude parar hasta terminar (quedé muy muy llena!). Tiene varios tipos de hongos y todos son ricos, el punto justo de risotto y mucho sabor.
Lo malo es que no había casi nadie a esa hora y de todos modos tardaron muchísimo en traer los platos, moríamos de hambre pero afortunadamente la conversa estaba buena y sobrevivimos.
Los precios me parecieron acordes a la zona, ni muy caro ni muy barato.

Muy buena comida y excelente atención. Los los platos recomendados son interesantes y valen la pena probarlos.

Fui un domingo a almorzar. Me senté en las mesas de afuera. Pedimos unos sorrentinos caprese al uso nostro, un salmón relleno y una ensalada. Las pastas estaban bien, la ensalada escasa y el salmón medio pelo.
Los precios son bastante elevados, con Club La Nación o Galicia Eminent quedan algo razonables.
La atención fue buena.
Realmente no hay mucho que destacar, quizá volvería a probar otras pastas, pero si ajustan los precios a algo más razonable.

Tiene buenas promos a muy buenos precios para merendar ejemplo, el clásico café con leche y medialuna con jamón y queso y o tostado, a pesar que es un lugar principalmente para almorzar o cenar.
Lugar con muy buen ambiente, la atención de los mozos excelente son amables y bien predispuestos a recomendar si estás un poco perdido y dudoso y no sabés que comer.
Si vas por una picada tampoco te va a defraudar es abundante y con buena variedad quesera!

Tardan mucho en atenderte, mi plato de pasta (ñoquis) bastante pobre de postre una crema brulee de maracuya con gusto a agrio e incomible. Ni el pan ni frisones son ricos parecen del año pasado. No creo que vuelvan

Muy lindo lugar. La comida riquisima y abundante. Ambiente tranquilo. Musica apasible. Poco lujo. Sencillez. Cordialidad de los mozos. La panera bien. Bastante concurrido. Tienen club la nacion. La carta es muy variada y eclectica si bien es fundamentalmente mediterranea. Precios intermedios. Volveria sin dudarlo.

Schönes Ambiente, mit guter Musik und ausgewählt gutem und authentischem Essen.
Ein Platz der zum Verweilen einlädt. Hier übersteht man gut die Mittagshitze und schlendert anschließend entspannt durch Recoleta zur Plaza Francia
Der Kellner hatte Münchner Züge, ein wenig mufflig aber herzlich. Aber, hey — rutschte ihm da doch ein Lächeln übers Gesicht?! ;)
Hier kommt man gerne wieder!

Viví al lado durante dos años y fue el restaurante de cabecera cada vez que venían mis papas a visitar. Por el ambiente y el precio era un lugar para ir con mis padres (ni trabajaba yo chicos! Jaja).
La comida es RICA. Así de sencillo. Está en una zona bastante tranquila así que suele haber lugar y ser tranquilo. Igual la verdad es que siempre fui entre semana.
Vamos por partes.
El lugar es muy lindo. Buena ambientación. Plantas, pizarras, ladrillo, luz tenue. Es elegante, pero informal.
Las mesas están muy bien puestas. Hay mesas en la vereda más distendidas.
La panera es muy buena y la carta es comida italiana. Las pastas son buenísimas. Siempre hay algunas sugerencias del día fuera de la carta. Las carnes del lugar tmb son buenas, pero el fuerte son las pastas.
Los postres también son ricos.
Hay buena atención.
No es un lugar barato, pero tienen descuento con club la nación.

Fui varias veces y la verdad es que sali muy conforme. La atención es genial, los mozos están muy atentos de lo que pase en la mesa y tienen muy buena onda. La ambientación es muy linda. Comi pastas y pizzas y la verdad es todo estaba riquísimo. Si vas pedí que te digan los platos del día porque a veces no tienen desperdicio. Lo que si hay que aclarar es que no es barato, pero tiene un 20% con Club La Nación, así que a tenerlo en cuenta.

Las pastas son deliciosas, las carnes buenísimas las carnes. El lugar y la atención también muy buena

Creo que en mi nuevo ranking de cosas buenas están: Mi gato García, mi papá, Dios y este lugar.
Hace unos años vine a tomar un café y me gustó el ambiente del lugar, hoy vine a comer con mi madre que es celíaca.
Nos atendió un mozo realmente amoroso y súper servicial, cuando le comentamos la situación de mamá se lo tomó super en serio con el tema de que la comida no se contamine con gluten.
Ella pidió un matambrito de cerdo con papas rústicas y yo pedí la sugerencia del día: lomo con salsa de pimienta, hongos, calabaza y papas.
Demoraron un rato en traerlo, pero valió la espera, era el monumento al lomo, una obra de arte hecha con carne. Comimos fantástico, los platos súper abundantes, bien presentados y elaborados.
El lugar es muy lindo, es una casa grande remodelada, con ladrillos a la vista, hay mesas de distintos tamaños, muchas con vista a la calle. La decoración es soñada, pizarrones con frases, carteles viejos, unas macetas divinas colgando del techo. Mucho material a la vista: hierro, ladrillo, madera, concreto.
Lo que no puedo obviar es que si bien la comida estuvo impecable, la cuenta estuvo un poco salada. Pagamos dos lo que en otros lugares pagan 3.
Volveré.

Fui para un festejo de cumpleaños de una amiga a cenar pizza. Nos prepararon una mesa grande y las mozas nos iban sirviendo distintas variedads de pizza. Me pareció un poco escaso pero no sé cómo era el pacto para este evento.
Más allá de eso, me gustó el ambiente y siempre paso y veo que tienen promos disponibles y menú ejecutivo.

Ufff, la verdad es que la primera vez que fui a Primi Piatti fue a tomar un café con una compañera de trabajo. Todo muy bien, nos sentamos en las mesitas de la calle porque era verano y tomamos dos cortados chiquititos. Lo grande fue la cuenta.
Pero lo peor es que no aprendí la lección y reincidí, pero esta vez yendo a cenar con mi novio. El lugar es muy agradable y está bien ambientado. Las paredes de ladrillo a la vista le dan calidez, las botellas un aire a cantina italiana, y si bien el lugar no es enorme, las mesas tiene la separación suficiente como para que no te sientas que estás comiendo junto con la pareja de al lado.
Este lugar es para mayores de 35 años o para quienes les gusta una atmósfera en la que podés encontrarte en la mesa de atrás con tus papás que salieron para una cita romántica.
Pedimos los dos pastas, que llegaron con un poco de retraso pero eran muy ricas. Nada del otro mundo. Un par de gaseosas, ningún postre. Nada raro y bastante cuidado. Pero a la hora de pagar tuvimos que pedir que nos manden un blindado de Juncadella. Mi novio me preguntó si la cuenta no tenía un cero de más.
No va a haber una tercera visita, esta ya fue la vencida. Definitivamente hay opciones mejores y mucho más baratas para cenar y pasarla bien.