El Caucel es un universo aparte en Barrio Jardín, un universo maravilloso donde todo lo que es bueno y delicioso retosa libremente ante tus narices. Es la fábrica de Willy Wonka para gordos y borrachines, basicamente. Además de los vinos, de los que tienen una cantidad indecible, de todas las variedades posibles y de todos los lugares del mundo, tienen bebidas alcohólicas también a granel, regulares, premium, mega premium, MEGAINALCAZABLESPARAMI y más, creo que tienen una botella de single malt de 35 años que solo la destapan cuando viene Obama de visita. Delicatessens a montones también, desde patas de jamón enteras a diferentes patés, conservas de lo que se te ocurra, nueces de todo tipo y origen, fiambres obviamente, picadas ya armadas y balanceadas, muchos fiambres de Oncativo que son para morirse. QUESOS, por favor no me hagan hablar de los quesos. Basicamente es un lugar hermoso, aunque no te gusten las bebidas alcohólicas, es muy lindo entrar aunque sea solo por la variedad impresionante de botellas, desde las decenas de Absolut diferentes hasta las de bebidas mega exóticas, las hay de todos los colores, tamaños y obviamente precios. Yo voy, generalmente, solo a comprar un Jameson piojoso, pero no exagero si digo que es para quedarse a vivir, siempre hay algo nuevo y raro o algo viejo y hermoso para enamorarse un poco más.