Lomitos 348

Digamos que si hacemos un torneo de lomitos en córdoba, 348 llega caminando a la final goleando a sus rivales en las instancias previas, por algo tiene la fama del lomito más rico. Son mi primer opción en todo momento.
Suelo pedir delivery muy seguido y amo porque (siempre) llega en 5′ literal y bien caliente. Vivo cerca del local, pero estoy en una zona rodeada de locales de comida rápida (lomos, pizzas, empanadas; todas a menos de 10 cuadras) y a la hora del delivery ninguna baja de 30′ de demora.
En cuanto al local de barrio jardín es mediano tirando a semi grande, se las arregla para ser cómodo, la atención es buena, cordial y rápida. Todos los mozos están atentos y siempre con la mejor onda. Al igual que en el delivery, tenes tu pedido servido en la mesa a la brevedad.
El lugar defiende a raja tabla esa mística del mejor lomo cordobés.
Tal vez el precio sea unos pesos más caro con respecto a otras opciones de lomitos pero vale cada centavo de su sabor.

El favorito
Con mis amigas nos juntamos cada semana. Y cada juntada es excusa de «ir a comer». Cuando se aproxima la hora, empiezan las preguntas por WhatsApp: «¿A dónde podemos ir?», «¿Qué comemos?». «Algo sano» dicen algunas, «Si! que no sea pizza, empanada o lomito», ratifican otras. «No! Algo rico» se contraponen algunas.
Entre el desacuerdo de 20 chicas, el hambre que se aproxima y la falta de plata en los bolsillos, siempre se llega a lo mismo: pizza, empanada o lomito. Entre estas tres opciones, la votación. Y, como siempre, el invito es: el lomito.
Si hay personas fanáticas del lomito esas son mis amigas. Se conocen todas las lomiterías de Córdoba, saben hasta cual tiene la mejor mayonesa o la mejor salsa.
Pese a mi escaso conocimiento en la sección «lomitos», esta comida me encanta. Así que cualquier lomitería me viene bien.
Pero como de esta materia, ellas son las expertas, la elección final fue: Lomitos 358.
Ahí fuimos. A la sucursal de Barrio Jardín.
Yo hace mucho que no iba. Por poco me olvido de lo rico y grandes que son los lomitos. El tamaño es perfecto para compartirlo entre dos. Las papas pueden rejilla o bastones, con mi amiga preferimos las primera.
El lugar no es la gran cosa, es grande y tiene una decoración muy particular y personal: la historia de 348. La atención es buena y ágil. Sin embargo, no es un buen lugar para ir con muchas amigas, ya que, entre los gritos de las chicas y el ruido del salón, no se puede tener una conversación tranquila.
Lomitos 348 también hace encargos para delivery o para buscar.
Si me hacen elegir, prefiero comer un 348 con mis amigas, en la casa de alguna de ellas.

Lomitos 348 faaa que lomitos papá! Así te lo digo, bien villerito. Unos de los mejores que he probado en mi vida, sin exagerar. Con los años se ha ganado su fama y bien ganada la tiene, deliciosos todos los productos que nos ofrece este lugar, para chuparse los dedos literalmente. El ambiente es un poco «Ruidoso» ya que es más bien un ambiente familiar, pero si nos concentramos en lo que vamos realmente a hacer, que es comer hasta reventar, pasa desapercibido. En cuanto a la atención, es bastante buena, siempre atentos, no se demoran mucho en traernos nuestro pedido, lo normal en este tipo de lugares de comida. En cuanto a precios, ni muy caros ni muy baratos, se paga por lo que se obtiene y la verdad que vale la pena pagar por estas exquisiteces. Además cuenta con delivery así que si estas tirado en tu sillón frente al aire acondicionado y no tenes ganas de salir de casa, agarras el teléfono y pedís que te traigan un lomo con una porción de papas a la puerta de tu casa, que mejor que eso… La verdad, este lugar está en el puesto número 1 de mis lugares preferidos para comer lomos, obviamente hasta que encuentre alguien que ocupe ese puesto, que seguramente se los voy a reseñar.

Pocos lugares son tan autoreferenciales en su decoración como los del 348. Las paredes están cubiertas de fotos de los mismos productos que en 15 minutos vas a tener en tu mesa o en tu cajita de «para llevar» no entiendo esa fascinación onanista, pero, en todo caso, es una constante y en esta sucursal no incurre en excepciones, así que andá preparado para eso (?)
El local es bastante grande y tiene muchas mesas, aunque la iluminación es un poco lúgubre, y en los televisores, siempre que tienen la oportunidad están pasando fútbol, termina resultando pasable, dentro de todo.
La atención es agil, los mozos se la pasan correteando con bandejas repletas de deliciosos lomitos (para mi son los mejores de la ciudad, con diferencia) cocas en botellas de vidrio y papas revueltas con huevo.
Si tenés un poco bajo el colesterol podés corregirlo ipso facto pidiéndote un lomito de mollejas, que no falla.
También tienen delivery en este local, lo que es ideal si no sos muy amante de cenar con luces amarillas y con niños gritando como poseidos sin parar ni un solo instante.
Se puede estacionar sobre la calle e incluso muchos estacionan sobre la parte parquizada del boulevard, no veo por qué alguien haría semejante salvajada, pero vos fijate.